Las suaves olas rompen en la orilla y el mar se abre hasta el horizonte. Aunque parecía que el día iba a estar nublado, por fin el sol se ha dejado ver.
Nico Halminen sonríe mientras admira el paisaje. Estamos en Varlaxudden, un área de recreo de la costa sur de Finlandia a unos 25 kilómetros al sur de la histórica ciudad de Porvoo, que a su vez está situada a 50 kilómetros de Helsinki en dirección este.
No hace mucho, este lugar estaba fuera del alcance de Halminen y de miles de personas más. Sin embargo, las recientes mejoras marcan ahora la diferencia: 300 metros de sendero relativamente llano, más un tramo final de 50 metros hecho de tablones de madera, lo cual significa que los usuarios de sillas de ruedas puedan disfrutar de las vistas desde la orilla misma del mar.
Disfrutar de la naturaleza
Halminen nació con parálisis cerebral, un trastorno que afecta a la movilidad. Durante la mayor parte de su vida adulta se las arregló sin medios auxiliares para la movilidad, pero hace cuatro años comenzó a utilizar una silla de ruedas.
“Fueron necesarios dos episodios de fractura por estrés para que finalmente admitiera que, si quería mantener una vida activa fuera de casa, iba a necesitar una silla de ruedas”, dice Halminen.
Toda su vida ha sido un apasionado de las actividades al aire libre, desde los fines de semana de su infancia en la casa de campo familiar, hasta su reciente afición al piragüismo. Su deseo es disfrutar de la naturaleza al máximo.
Halminen también promueve la accesibilidad en su vida profesional. Desde 2022 trabaja para el Comité Paralímpico Finlandés, con la misión de promover la accesibilidad en las actividades recreativas al aire libre.
Mejoras recientes
Halminen atribuye a los municipios finlandeses y a Metsähallitus (la empresa estatal que gestiona los parques nacionales de Finlandia) la mejora de la accesibilidad lograda en estos últimos años. Además, cada vez hay más guías turísticos que ofrecen servicios a clientes con necesidades especiales.
En la actualidad ya hay decenas de senderos accesibles por toda Finlandia. Sólo Metsähallitus cuenta con cerca de 40 kilómetros en sus parques nacionales y reservas naturales. La mayoría de ellos son muy cortos, de unos cientos de metros. El Parque Nacional de Liesjärvi, situado a unos 100 kilómetros al noroeste de Helsinki. cuenta con el más largo, de 3,8 kilómetros.
En el extremo norte, el Parque Nacional de Pallas-Yllästunturi, el más popular del país en cuanto a número total de visitantes, cuenta con media docena de senderos accesibles. En el Parque Nacional de Kurjenrahka, en el suroeste de Finlandia, los visitantes pueden recorrer los terrenos pantanosos por una pasarela de madera.
Una buena descripción es fundamental
Los senderos accesibles se dividen en dos categorías: los senderos accesibles normales suelen tener un firme duro y, en la mayoría de los casos, los usuarios de sillas de ruedas pueden recorrerlos sin ayuda. En los senderos accesibles clasificados como “exigentes” es posible que la superficie sea más blanda y ligeramente irregular, y que tengan una pendiente más pronunciada. Dependiendo de la persona, en los senderos accesibles exigentes puede ser necesario un asistente personal.
Dado que las capacidades pueden variar mucho de una persona a otra, Halminen señala que es esencial que en Internet se proporcionen descripciones detalladas de los senderos. De ese modo todo el mundo puede verificar de antemano si el sendero es adecuado para sus capacidades.
El sendero de Varlaxudden entra en la categoría de los exigentes, y con razón, señala Halminen. Como utiliza una silla de ruedas manual, en lugar de eléctrica, la vuelta al aparcamiento supone un gran esfuerzo para sus brazos.
Más que simples senderos
Halminen subraya que mejorar la accesibilidad no significa únicamente habilitar senderos adecuados. Igualmente importante es tener en cuenta toda la infraestructura, desde las zonas de acampada hasta los WC secos. Desde el punto de vista práctico, si no se puede ir al baño, hasta el sendero más sencillo se vuelve inaccesible.
“También es fundamental tener en cuenta que la accesibilidad no sólo tiene que ver con la movilidad”, dice Halminen. “También debe tenerse en cuenta a las personas con discapacidades sensoriales o cognitivas, a la hora de planificar espacios accesibles”.
Como ejemplo, Halminen alaba el diseño del WC seco de Varlaxudden: los colores, claramente distinguibles, y una claraboya, facilitan su uso a las personas con discapacidad visual. “Hacer accesibles estos lugares supone que lo sean para todo el mundo”, recalca.
Consideración mutua
De regreso a Porvoo, Halminen reflexiona sobre la experiencia. Considera que Varlaxudden se ha acondicionado muy bien para hacerlo accesible, y afirma que va a recomendárselo encarecidamente a sus colegas. “Han hecho lo necesario, pero no demasiado”, dice, señalando que la naturaleza en sí misma no puede ni debe hacerse completamente accesible.
El único problema que detectamos no tenía nada que ver con el diseño ni con la naturaleza: alguien había dejado un pesado tronco junto al emplazamiento de la hoguera, bloqueando parte de la plataforma. Una lección: mantener la accesibilidad también requiere un poco de consideración por parte de los demás visitantes.
En Varlaxudden, el sendero conduce a un extenso saliente de piedra a la orilla del mar. En su forma natural, sin la intervención humana, la pared rocosa es lo bastante lisa y llana como para acceder a ella en silla de ruedas.
Por Juha Mäkinen, julio de 2023