La Unesco reconoce el espíritu inmaterial y concreto de la cultura finlandesa de la sauna

La Unesco acaba de incluir “la cultura de la sauna en Finlandia” en su lista del Patrimonio Cultural Inmaterial. ¿Qué significa este hecho y qué representa la sauna para los finlandeses?

En diciembre de 2020, la Unesco anunció que acaba de incluir la “cultura de la sauna en Finlandia” en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, que es su nombre completo.

«Creo que los jóvenes de hoy en día han abrazado realmente esta cultura, y que están contentos de compartirla y continuarla», afirma una finlandesa al reflexionar sobre lo que la sauna significa para su familia y para la sociedad finlandesa. La mujer aparece en uno de los vídeos que Finlandia presentó ante la Unesco al solicitar el reconocimiento. «Todos tenemos buenos recuerdos con relación a la sauna y queremos transmitírselo a nuestros hijos», añade.

«Puedes olvidarte de todo, de todos los problemas del día», afirma un muchacho en el vídeo, explicándole a la cámara por qué le gustan las saunas. «Se trata simplemente de vivir el momento», dice sonriendo, mientras se refresca en el exterior de la sauna.

Esencia intangible

Tres mujeres envueltas en toallas están sentadas sobre un embarcadero con vistas a un lago rodeado de árboles.

En la mente de los finlandeses, la sauna se asocia a la relajación, la conversación, la salud y la conexión con la naturaleza.Foto: Hanna Söderström/Sauna from Finland

El patrimonio cultural inmaterial se refiere a las tradiciones y prácticas que se nos transmiten y que a nuestra vez transmitimos, y en las cuales están incluidos todos los conocimientos, habilidades y experiencias que no se materializan de manera tangible.

La cultura de la sauna finlandesa es más que un edificio o una simple habitación. Es el hecho de calentar la estufa, el löyly (la palabra finlandesa que designa la ola de vapor y el calor que suben y se expanden al arrojar agua sobre las piedras calientes de la estufa), la charla con los amigos o los familiares, y para algunos valientes, la sensación de euforia que se siente al sumergirse en el agua helada y regresar al calor del vapor. Todo esto, y más, forma parte del patrimonio inmaterial de la cultura finlandesa de la sauna.

La sauna nuestra de cada día

Una persona va por un jardín llevando una carga de leña.

El ritual de cortar y transportar la leña para calentar la estufa, como en esta escena captada en el este de Finlandia, forma parte de la cultura finlandesa de la sauna. Foto: Harri Tarvainen/Business Finland

Leena Marsio, consejera principal de la Agencia Finlandesa del Patrimonio, trabajó en la solicitud de la Unesco. «La sauna es una parte muy importante de la vida de los finlandeses, tanto en su día a día como en los momentos festivos», afirma.

Muchos finlandeses consideran la sauna como parte esencial de la vida, mucho más de lo que probablemente imaginan los habitantes de otros países. «Un finlandés duerme, bebe, come y va a la sauna», dice Marsio. «En otros lugares del mundo también existen, pero no hay ninguna nación tan loca por la sauna como la finlandesa».

Dependiendo de la fuente, las estadísticas dicen que entre el 60 y el 90 por ciento de los finlandeses acude a la sauna al menos una vez a la semana. La accesibilidad de las saunas en la vida cotidiana de los finlandeses se hace patente en el gran número existente, 3,3 millones en Finlandia, cuya población es de 5,5 millones.

Más que un simple baño

Una balsa sobre la que hay construidos una pequeña sauna de madera y solárium está atracada en uno de los puertos de Helsinki.

Los entusiastas finlandeses ya se han inventado todo tipo de saunas: en tienda de campaña, saunas de coche, saunas pop-up, de hielo, portátiles, de patio, de tejado, saunas de caravana y, sí, también saunas de barco, como esta de la foto.Foto: Julia Kivelä/Helsinki Marketing

Ritva Ohmeroluoma, miembro de la junta directiva de la Sociedad Finlandesa de la Sauna, también estuvo implicada en la solicitud de la Unesco. Nos explica que históricamente la cultura de la sauna siempre ha representado algo más que simple calor o higiene.

«Hasta los años 50 los finlandeses nacían en la sauna, porque es un lugar cálido e higiénico, con mucha agua caliente a mano. Los cuerpos de los difuntos se lavaban en la sauna antes de su viaje final. La carne se curaba en la sauna. Mi abuela me enseñó a hacer sahti (cerveza casera) en la sauna.

«Cuando se establecía una familia, lo primero que se construía era la sauna, y vivían en ella porque proporcionaba un lugar donde cocinar y asearse, además de calor, y además era rápida de hacer. Y luego ya construían la casa».

Publicado recientemente y producto de 15 años de investigación, el proyecto dirigido por el catedrático y cardiólogo Jari Laukkanen sobre los efectos de la sauna en la salud ha demostrado que frecuentar la sauna de cuatro a siete veces por semana reduce en más de un 50% el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular, en comparación con hacerlo solamente una vez semanalmente. El uso habitual de la sauna también reduce significativamente el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Para el corazón, ir a la sauna equivale a una caminata a paso ligero. Aquí puedes leer más sobre este estudio (en inglés).

Experiencia fundacional

En el interior de una sauna con bancos de madera, un hombre enciende el fuego de una estufa cuadrada de metal sobre la que hay una bandeja de piedras.

Las estufas de leña, habituales sobre todo en las cabañas de verano, deben encenderse varias horas antes de utilizar la sauna.Foto: Emilia Hoisko/Visit Finland

Todos los finlandeses te dirán que la mejor sauna es la de la cabaña de verano de sus abuelos, el lugar de donde provienen sus recuerdos, el arquetipo con el que se comparan todas las demás saunas.

Soy finoamericano, y mi experiencia se remite a la sauna de mi abuela, en Ilomantsi, Carelia del Norte, cerca de la frontera rusa. Llegar hasta allí significaba muchos días de viaje en avión, tren, autobús y taxi. En invierno llevaba a la leñera la carga de madera de abedul que nos traían en tractor, y de la leñera la llevaba luego a la sauna.

La estufa de la sauna también servía para calentar un gran caldero. Nos bañamos echándonos el agua de una pequeña bañera sobre las cabezas enjabonadas. La sauna era grande y el resplandor parpadeante del fuego la iluminaba.

En casa en el mundo

Una mujer nada junto a un embarcadero de madera.

Los espíritus más valientes podrán experimentar la euforia de alternar la sauna con los chapuzones en el agua helada de un lago o del mar.Foto: Harri Tarvainen/Sauna from Finland

Soy un loco de la sauna autodiagnosticado, así que vaya adonde vaya, en cualquier parte del mundo, siempre estoy buscando una sauna.

El verano pasado mi familia y yo nos mudamos a Zagreb, Croacia. En el espá contiguo a una piscina pública encontré una sauna completa ¾sala de madera, bancos de madera, estufa¾ de Harvia, una empresa fabricante finlandesa. Estaba solo, así que subí la temperatura a 100 grados y me puse a echar agua sobre las piedras hasta que el löylÿ resultante hizo que casi me ardiera la espalda. No saben lo que me emocionó encontrarme con este pedacito de Finlandia en otro país.

Tal vez esa sea la clave de la cultura finlandesa de la sauna: una vez que la has probado, las visitas posteriores no son más que el regreso a un espacio familiar, física y emocionalmente. En algunos casos se tratará de un regreso a la infancia ¾quién sabe si también a la infancia de tus padres y abuelos¾ o a otras experiencias de la cultura, las gentes y los paisajes finlandeses.

La sauna es el lugar donde todos los finlandeses, y naturalmente el mundo entero, son bienvenidos. Como indica este reconocimiento de la Unesco, la cultura de la sauna de Finlandia, siempre viva y floreciente, constituye un patrimonio de valor incalculable.

Para solicitar el estatus de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco, diferentes organizaciones se unieron en la realización de varios vídeos que muestran la importancia de la cultura de la sauna en Finlandia.Vídeo: Sociedad Finlandesa de la Sauna /Ministerio de Educación y Cultura/ Agencia Finlandesa del Patrimonio

Por Eric Bergman, febrero de 2021