¡Todos a la mesa! Estas son nuestras recetas favoritas del sur de Finlandia

Les ofrecemos algunos de los platos más apreciados en el sur de Finlandia y en todo el país.

Una curiosidad, aunque no culinaria, es que, a pesar de su ubicación en el sur de Finlandia, Helsinki se halla aproximadamente en la misma latitud que Anchorage (Alaska) o las Islas Shetland.

La capital finlandesa está situada en la costa sur del país, precisamente la región más poblada.

Continuando con nuestra serie de recetas de Finlandia, esta vez con un capítulo dedicado al sur, el chef Timo Lepistö ha elegido varios clásicos finlandeses como el potaje de guisantes (hernekeitto) y las gachas batidas con arándanos rojos (vispipuuro), dos platos muy populares en toda Finlandia.

[Este artículo forma parte de una serie pensada para dar a conocer las recetas de algunas especialidades de la gastronomía del norte, el sur, el este y el oeste de Finlandia (aunque muchas sean ya comunes a todo el país). Además, encontrarán un artículo adicional sobre pasteles, pan y bollería. Iremos añadiendo enlaces a los demás artículos a medida que se vayan publicando].

Por la redacción de ThisisFINLAND, noviembre de 2021
Recetas y explicaciones por cortesía de Timo Lepistö

Potaje vegano de guisantes (vegaaninen hernekeitto)

Un cuenco de potaje de guisantes servido en una mesa, junto a un pan redondo de centeno.

Tradicionalmente, el potaje de guisantes pertenece al menú finlandés de los jueves. El pan negro de centeno que aparece en la foto es otro de los iconos de la cocina finlandesa.
Foto: Ossi Lehtonen/Lehtikuva

El sabroso potaje de guisantes secos es uno de los platos emblemáticos de la cocina finlandesa. Uno de sus ingredientes suele ser la carne con hueso (habitualmente cerdo salado), pero algunos restaurantes ofrecen también su versión vegana. Tradicionalmente, en Finlandia el potaje de guisantes se ha venido comiendo los jueves, seguido de una gruesa tortita o panqueque al horno de postre. (La costumbre se remonta a siglos atrás, a una época en que los jueves había que comer fuerte para soportar la vigilia de los viernes dictada por la Iglesia.

  • 500 g de guisantes verdes secos
  • 2,5 litros de agua
  • 3 zanahorias
  • 1 o 2 chirivías
  • 130 g de apio nabo
  • 1 cebolla
  • 1 cucharada de sal
  • mejorana, pimienta negra

Lave los guisantes y déjelos en remojo toda la noche. Escúrralos y póngalos a cocer en una olla grande. (Llevar a ebullición y retirar la espuma con cuidado al cabo de diez minutos). Cuézalos a fuego lento durante una hora aproximadamente. Mientras tanto, pele y corte las verduras en trozos del tamaño de un bocado. Añádalas a la olla junto con las especias y deje que cuezan a fuego lento durante otros 30 minutos. Servir con mostaza y cebolla roja picada, para que cada comensal puede añadirlas a su gusto.

Manzanas asadas a la canela (uuniomenat)

Alguien sirve la salsa de vainilla de una jarrita sobre una manzana asada.

Las manzanas al horno rellenas con canela y azúcar son una de las delicias del otoño.
Foto: Jarmo Wright/Otavamedia/Lehtikuva

Un postre sencillo y delicioso para llenar tu casa con el maravilloso aroma del otoño.

  • 6 manzanas (mejor de una variedad cuya carne sea firme y ácida)
  • 50 g de mantequilla
  • 1 dl de copos de avena
  • 1/2 dl de almendras picadas
  • 1/2 dl de azúcar moscabado ligero
  • 1 cucharadita de sal
  • 1 cucharadita de canela

Precaliente el horno a 200 °C. Lave las manzanas y quíteles los tallos y las semillas con un descorazonador. Póngalas en una fuente de horno. Para el relleno, mezcle bien el azúcar, la mantequilla y la canela en un cuenco pequeño. Añada la avena y las almendras. Rellene uniformemente las manzanas con la mezcla resultante. Hornear entre 25 y 40 minutos, hasta que las manzanas estén tiernas. Se sirven calientes y acompañadas de helado de vainilla de buena calidad y la salsa de la fuente de horno.

Tarta de queso quark con ruibarbo o bayas (rahkapiirakka)

Un trozo de pastel de bayas servido en un plato.

Esta tarta puede hacerse con ruibarbo o bayas recién recolectadas o congeladas.
Foto: Pirkko Kanervisto/Vastavalo/Visit Finland

Este estilo de tarta es uno de los clásicos en las mesas de Finlandia, especialmente cuando el ruibarbo o las bayas están de temporada. Va bien con el café cuando se tienen invitados. No es necesario hornear la corteza antes, ya que se hace a la vez que el relleno, que consiste en una sencilla crema agria. Esta tarta tradicional puede hacerse con ruibarbo, como en la receta, pero también puede sustituirse por arándanos, arándanos azules u otras bayas. Si se hace con bayas frescas, se puede prescindir de la maicena.

Corteza:

  • 250 g de mantequilla a temperatura ambiente
  • 160 g de azúcar superfino
  • 2 huevos
  • 260 g de harina de todo uso
  • 2 cucharaditas de levadura en polvo
  • 1/2 cucharadita de sal

Relleno:

  • 400 g de queso quark o crema agria
  • 3 dl de ruibarbo finamente picado (o 3 dl de bayas)
  • 2 huevos
  • 1 dl de azúcar superfino
  • 1 cucharada de maicena
  • vainilla (opcional)

Para la corteza, mezcle la mantequilla, el azúcar y la sal en el recipiente de la batidora. Bata hasta que quede esponjoso y luego disminuya la velocidad y añada uno a uno los huevos. En un cuenco aparte, mezcle la harina y la levadura en polvo, y añádala poco a poco a la mezcla de mantequilla hasta que quede bien integrada. Presione la masa resultante en un molde para tartas previamente engrasado, cubriendo los lados hasta el borde.

Precalentar el horno a 200 °C.

Lave los tallos de ruibarbo y píquelos finamente (en trocitos de 3 a 5 milímetros), luego mézclelos con la maicena. Bata el quark o la crema agria, los huevos y el azúcar hasta que queden suaves y vierta la mezcla en la corteza sin hornear. Cubra la crema con el ruibarbo picado y hornéela entre 30 y 40 minutos. Deje reposar la tarta diez minutos antes de desmoldarla.

Gachas batidas de sémola y arándanos rojo (vispipuuro)

Un cuenco de gachas rosadas de sémola con bayas y una taza de té.

Las gachas de sémola batida, que suelen elaborarse con arándanos rojos, son un postre clásico y delicioso.
Foto: Kirsi Ilmaranta

Este plato es el favorito de muchos niños, y suele servirse de postre. Se puede elaborar con bayas rojas, frescas o congeladas, o con un licor de alta graduación. Suelen utilizarse arándanos rojos (un pariente silvestre del arándano agrio) o grosellas rojas. Se sirve con leche y espolvoreado con azúcar, o con natillas de vainilla. Puedes adornarlo con bayas frescas, un poco de caramelo líquido y flores comestibles, como las violetas.

  • 7 dl de agua
  • 200 g de arándanos rojos
  • 1 dl de azúcar superfino
  • 1 dl de sémola fina
  • Una pizca de sal

Ponga el agua, las bayas, el azúcar y la sal en una olla y llévela a ebullición. Al cabo de unos minutos, añada la sémola y mézclelo todo enérgicamente con un batidor de varillas. Sin dejar de batir, reduzca el fuego y deje que la mezcla cueza a fuego lento entre 5 y 7 minutos, hasta que espese. Vierta las gachas en el cuenco de una batidora y espolvoréelas con azúcar superfino para evitar que se forme costra. Déjelas enfriar en la nevera. Antes de servir, bátalas con ayuda del robot de cocina hasta que queden esponjosas.