El circo del Mundial no había estado tan cerca de la frontera finlandesa desde 1958, cuando un adolescente brasileño llamado Pelé hizo su debut en Suecia, marcando los dos goles que servirían para vencer a su anfitriona y que significaron el despegue de su brillante carrera.
Sesenta años después, el torneo vuelve a celebrarse como quien dice en la puerta de al lado, esta vez en Rusia. Suecia, que ha logrado clasificarse por duodécima vez, será la abanderada de la región nórdica junto con Dinamarca, que estará presente por quinta vez, e Islandia, que se estrena en este campeonato.
A la distancia adecuada
No vamos a endulzar la verdad: el equipo nacional masculino de Finlandia nunca ha logrado clasificarse para un Campeonato Europeo o para el Mundial de Fútbol. Dentro de su grupo de clasificación, solo logró dos victorias y nueve puntos de diez partidos, y una diferencia de goles de menos cuatro, acabando el quinto de los seis de su grupo, solo por delante de Kosovo.
Pero el interés por el campeonato, que tendrá lugar del 14 de junio al 15 de julio en varias ciudades a lo largo y ancho de la Federación de Rusia, es más grande que nunca. El hecho de que el torneo vaya a celebrarse tan cerca ha animado a los finlandeses y otros aficionados residentes en el país a cruzar la frontera para presenciar algunos de los partidos en vivo y en directo.
Los aficionados de muchos otros países también harán parada en Finlandia camino a Rusia. San Petersburgo es la sede más cercana, a tan solo tres horas y media de Helsinki en tren, y Moscú tampoco queda demasiado lejos. Kaliningrado también está relativamente cerca, a un pequeño salto al otro lado del Báltico.
Las generaciones futuras
Juho Summanen y su hermano están entre los finlandeses que han conseguido entradas para el campeonato. Van a presenciar en San Petersburgo el partido de la fase de grupos entre Argentina —una de las favoritas— y Nigeria.
«Llevamos años animando a Argentina, aunque no tenemos conexión alguna con el país», nos cuenta Summanen, que trabaja en una oficina de traducción. «Creo que la razón es que nos gusta su estilo de juego, pero siquiera recuerdo cómo empezó nuestra afición. Mi hermano me regaló una entrada por Navidad. De hecho, conseguir las entradas no ha sido tan difícil, pero lo que es un poco más lioso es el proceso para obtener la FAN ID, la tarjeta de identificación obligatoria para los aficionados».
Es la primera vez que Summanen acude a una competición internacional de fútbol de estas características. Como muchos finlandeses, su devoción va más por el camino del hockey sobre hielo que por el del fútbol, especialmente desde que su equipo favorito, —los Rakuunat, de la ciudad de Lappeenranta, en el este de Finlandia— desapareciera en 2008.
«Pero no me importa, yo sigo al equipo nacional siempre que intenta clasificarse para la Eurocopa o el Mundial, y también en los torneos propiamente dichos», afirma.
Juho Summanen alberga pocas esperanzas de que Finlandia logre clasificarse en alguno de los grandes campeonatos: «Estuvimos cerca de hacerlo cuando Jari Litmanen y Sami Hyypiä jugaban aún. ¡Espero que las futuras generaciones me demuestren que estaba equivocado!».
Pegados a la tele
En cuanto al fútbol finlandés, el periodista deportivo Olli-Matti Matihalti es seguidor del SJK, el equipo de la ciudad de Seinäjoki (en el sur de la Finlandia central) que resultó vencedor en el campeonato nacional de 2015. El periodista reconoce que hay una nueva hornada de jóvenes talentos finlandeses, pero también es cauto a la hora de predecir el éxito para Finlandia a escala internacional.
Su cautela se mantiene cuando se trata de viajar a Rusia, y se muestra más partidario de ver por televisión los partidos del Mundial. «He estado en un Mundial y en un Campeonato de Europa, y aunque viajar a Rusia sería fácil, es complicado organizarlo a no ser que estés seguro de tener una entrada», afirma el periodista. «Además, los paquetes que incluyen el alojamiento más las entradas me parecen muy caros». A lo mejor va a ser más sencillo verlo todo desde casa.
La proximidad geográfica del acontecimiento que va a celebrarse al otro lado de nuestras fronteras tal vez influya en el volumen de audiencia. Es de esperar que en esta ocasión haya más finlandeses —solos o en grupo— pegados a los receptores de televisión que en anteriores Mundiales. Aunque nos entusiasma ver fútbol del bueno, al menos en esta ocasión estaremos libres del estrés por ganar, algo que la afición de nuestros parientes nórdicos —Dinamarca, Islandia y Suecia— está sufriendo y va a sufrir.
El verano futbolístico continúaPuede que los finlandeses no se sientan precisamente eufóricos por el futuro de su equipo nacional masculino, pero en el frente futbolístico de Finlandia no paran de suceder cosas. Pisándole los talones al Mundial, el Campeonato de Europa Sub-19 tendrá lugar del 16 al 29 de julio en las ciudades de Seinäjoki y Vaasa, con ocho equipos que lucharán por el trofeo: Finlandia, Noruega, Inglaterra, Italia, Ucrania, Portugal, Francia y Turquía. Y no olvidemos la Helsinki Cup (Copa de Helsinki), que este año tendrá lugar en la capital y sus alrededores, del 9 al 14 de julio. Se trata del tercer torneo juvenil de Europa en tamaño y atrae anualmente a equipos de chicas y chicos de lugares tan lejanos como Sudamérica. Nada menos que un gran evento en el que tal vez sean descubiertas las futuras estrellas del fútbol. |
Por Tim Bird, junio de 2018