Las iniciativas ciudadanas como máxima expresión de la democracia en Finlandia

Tras más de una década, ha quedado demostrado que las iniciativas ciudadanas –una herramienta mediante la cual los votantes solicitan al poder legislativo la creación o modificación de una ley– se han convertido en una expresión de la democracia muy popular en Finlandia, especialmente entre los jóvenes.

Finlandia incorporó las iniciativas ciudadanas en 2012, y la primera propuesta llegó al Parlamento un año después.

Aquella primera iniciativa, que pedía la abolición de la cría de animales para la producción de pieles, fue rechazada, pero hay otras que se han convertido en ley. La iniciativa ciudadana que incluía la equiparación del matrimonio entre parejas del mismo sexo se convirtió en la primera en obtener la aprobación y traducirse en un cambio legislativo. Actualmente sigue ostentando el récord de firmas recogidas: 166 851.

Las iniciativas ciudadanas existen en unos 30 países del mundo. En Europa se dirigen a la Comisión Europea, mientras que otras entidades políticas, como algunos estados de EE.UU., también cuentan con procesos de este tipo.

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Numerosos diputados ocupan una gran sala, sentados en escaños dispuestos en semicírculos concéntricos, mientras que los espectadores ocupan una galería situada al fondo de ésta.

Un debate en el Parlamento de la capital finlandesa es seguido por el público, que observa desde la galería.
Foto: Markko Ulander/Lehtikuva

«Creo que las iniciativas ciudadanas han sido un gran éxito, en muchos sentidos», afirma Henrik Serup Christensen, de la Åbo Akademi, la universidad en lengua sueca de Turku, en el suroeste de Finlandia. Christensen es autor de varios artículos académicos sobre las iniciativas en Finlandia. «Han movilizado a la gente y es la forma más popular de democracia en los periodos entre elecciones. Sobre todo los jóvenes la utilizan mucho».

La falta de compromiso de los jóvenes con el proceso político es una preocupación común en muchos países. Alentarles a participar en la democracia es importante para el buen funcionamiento de la sociedad. Uno de los estudios de Christensen descubrió que el 49% de los millennials había apoyado al menos una iniciativa ciudadana, frente al 28% de la población general.

Para llegar al Parlamento, una iniciativa necesita 50 000 firmas, lo que equivale a menos del 1% de la población de Finlandia. Los legisladores examinan entonces la propuesta, pero no tienen la obligación de aprobarla. De hecho, la mayoría de las iniciativas no llega a convertirse en ley.

En marzo de 2023 ya se habían puesto en marcha 1431 iniciativas, de las cuales 64 se habían enviado al Parlamento y cinco se habían convertido en ley. Otras dos fueron modificadas antes de su aprobación. Aunque sólo algunas iniciativas superan el proceso, los estudios han demostrado que los ciudadanos se implican más en el proceso político, con independencia de que sus ideas no se plasmen en la legislación.

De los impuestos a la legalización

Entre una muchedumbre pueden verse pancartas y paraguas con los colores del arco iris.

Miles de personas se congregaron frente al Parlamento el 28 de noviembre de 2014, día en que los legisladores votaron el proyecto de ley que contemplaba el derecho al matrimonio entre personas del mismo sexo.
Foto: Vesa Moilanen/Lehtikuva

«Los ciudadanos están preparados para aceptar que no se aprueben sus iniciativas, pero se enfadan cuando no se sienten escuchados», afirma Christensen. «Los políticos tienen que tomárselas en serio y prestarles la atención debida».

Los finlandeses siguen utilizando el viejo método de las peticiones en papel para recoger firmas, pero también existe una plataforma online segura, cuyo eficaz método de verificación garantiza la validez de las firmas digitales.

El espectro temático de las iniciativas es muy amplio. Entre las propuestas más recientes figuran las deducciones fiscales por los gastos derivados de la actividad deportiva, el aumento de personal en las guarderías o la legalización de la marihuana.

«Un punto importante a recordar es que las iniciativas ciudadanas se envían al Parlamento, y que este sólo puede promulgar aquello que entra dentro de sus atribuciones», señala Christensen. «La Constitución finlandesa establece que el Presidente tiene mucha responsabilidad en defensa y política exterior, por ejemplo».

Los lagos y los bosques ocupan cerca del 80% de la superficie de Finlandia, por lo que muchas iniciativas tienen que ver con la naturaleza. Minna Mikkonen fue una de las principales organizadoras de una iniciativa para prohibir las trampas de caza.

«Fue a raíz de unas imágenes de osos atrapados en trampas que vi en las redes sociales «, dice. «Contemplar su dolor me hizo enfurecer. Las trampas causan un sufrimiento innecesario a los animales».

Una forma de pasar a la acción

En la imagen, un majestuoso edificio de granito flanqueado por árboles.

La sede del Parlamento, diseñada por Johan Sigfrid Sirén y terminada en 1931, domina la Avenida Mannerheim y la Plaza de los Ciudadanos.
Foto: Julius Jansson/Lehtikuva

Mikkonen decidió pasar de los sentimientos a la acción. En lugar de presionar a los políticos u organizar protestas y boicots, optó por la iniciativa ciudadana. El apoyo popular creció rápidamente a medida que se corría la voz.

«He recibido muchos comentarios positivos de numerosas organizaciones de defensa de los derechos de los animales, como la Luonto-Liitto (Liga Finlandesa de la Naturaleza) y la Suomen eläinsuojelu (Sociedad Protectora de Animales de Finlandia)», por los que estoy sumamente agradecida», dice Mikkonen.

Se recibieron 56 213 firmas para la iniciativa de prohibir las trampas de caza, las cuales, excepto 24, llegaron a través de la plataforma oficial en línea. La petición ya ha sido remitida al Parlamento, y en el momento de escribir este artículo Mikkonen está a la espera de que lo estudien. No hay garantías de que se apruebe, pero ella está satisfecha con el proceso.

«Muchos políticos están de acuerdo conmigo, pero hay mucha gente que no lo está», dice. «Aun así, estoy contenta de haber presentado la iniciativa ciudadana».

Por David J. Cord, marzo de 2023