La sauna es algo más que un sitio donde sudar, darse un baño y relajarse. Lo finlandeses leen en la sauna, ponen su ropa a secar en la sauna, bañan a los bebés recién nacidos en la sauna, hacen yoga en la sauna, y hasta cocinan en la sauna.
La forma más común de preparar comida en una sauna es envolver algunas salchichas en papel de aluminio y asarlas sobre la estufa. Añade un poco de ajo o queso y, ¡voilà!, tu cena se cocinará mientras disfrutas del löyly (literalmente “ola de vapor”, aunque en un sentido más amplio la palabra engloba todas las sensaciones y el ambiente de la sauna).
Cuando la necesidad se convierte en virtud
Cocinar en una sauna no es nada nuevo, los finlandeses llevan aprovechando desde tiempos inmemoriales el calor de las piedras de la estufa y el tanque del agua en diferentes tareas domésticas, como por ejemplo hacer la colada o cocinar. Aunque la información de archivo sobre cocina de sauna es escasa, se sabe que, allá por los años 40, los finlandeses llegaron a asar en ellas el jamón de Navidad, e incluso a preparar las comidas escolares.
En aquellos tiempos la mayoría de los finlandeses vivía en el campo, y muchos de ellos todavía no disponían de electricidad ni agua corriente. La idea era hacer el mejor uso posible del calor y del agua caliente que se producía al calentar la sauna.
Desde niña, la escritora finlandesa Katariina Vuori recuerda a su abuela cocinando el pescado recién capturado en el lago en la caldera de la estufa de la sauna. La idea del libro propiamente dicho, llamado Saunakeittokirja (El libro de cocina de la sauna, Ed. Tammi, 2014) le vino a finales de los 90, mientras se hallaba lejos de su hogar, navegando en un velero por el Océano Índico.
Sin embargo, nada sucedió hasta que en 2011, estando en su cabaña de verano con sus hijos, sus perspectivas sobre la cocina en la sauna empezaron a ampliarse desde las salchichas y la dorada ahumada, hasta llegar preparar y asar en ella casi todas las comidas. El motivo era puramente práctico: a sus hijos les encantaba nadar y ella tenía que vigilarlos. Así que comenzó a cocinar en la sauna junto al lago para poder cuidar a sus hijos al mismo tiempo.
Una actitud relajada
“Se puede cocinar cualquier cosa en una sauna”, —afirma Katariina Vuori, coautora del libro junto con Janne Pekkala— “solo que hay que tener una actitud más relajada que en una cocina normal. El tiempo de cocción varía dependiendo de la sauna, por lo que no hay que quitarle ojo a la comida”.
Las piedras están en su máxima temperatura nada más añadirle leña al fuego, por lo que es el momento ideal para freír alimentos. Tenga también en cuenta el tamaño de la estufa: cuanto más pequeña, más rápido se calienta, y cuanto más grande, más moderado y suave será el calor.
“Uno aprende en seguida a conocer su estufa”, afirma Katariina. “Lo más fácil es empezar por los estofados”.
Hay varias cosas a considerar antes de comenzar. Lo principal es que la parte de la caldera funcione como un horno y las piedras hagan de fogón. Si se trata de una sauna eléctrica, hay que tener mucho cuidado de que nada se derrame sobre las piedras. La estufa debe ser lisa y horizontal, y lo suficientemente grande para poder cocinar.
Vuori prefiere las saunas que se calientan con madera. Un tanque de agua calentado con leña es excelente para cocinar alimentos envasados al vacío. Y no olvidemos la sauna de humo, la más especial de las saunas finlandesas, que deja en la piel de los que se bañan en ella un inimitable aroma ahumado. La comida preparada en sauna de humo también se impregna de ese mismo sabor. Elija la sauna que elija, asegúrese de que la estufa esté lo suficientemente caliente.
Diecinueve saunas distintas
En cuanto a la batería de cocina, asegúrese de que todos los recipientes son resistentes al fuego, ya que no es suficiente que solo sean resistentes al horno. El hierro fundido es siempre la opción acertada. Use guantes térmicos que cubran hasta el codo cuando introduzca los alimentos en la caldera abierta o los retire de ella.
Y si todo esto le parece demasiado, puedes simplemente hacer una tortilla en el pequeño cazo que se utiliza para arrojar agua sobre las piedras de la estufa, aunque solo si este es de metal. Recuerda forrarlo primero con papel de aluminio para evitar que la comida absorba los posibles aromas metálicos del cazo, y ya está.
Katariina Vuori viajó 6000 kilómetros mientras investigaba para su libro de cocina. Además de las recetas, el volumen incluye la descripción detallada de 19 saunas, todas ellas situadas en distintos lugares de Finlandia.
“Las saunas más memorables en las que cocinamos fueron la del antiguo presidente de Finlandia, Urho Kekkonen, en Karigasniemi (en el extremo norte de Finlandia), y una sauna subterránea hecha de bloques de granito en Kemiö, una isla situada en el suroeste de Finlandia”, nos cuenta la escritora.
Por Jonna Pulkkinen, julio de 2017