Bollos de canela, pasteles de Runeberg y otras delicias finlandesas que no debes perderte

Desde hace generaciones, los finlandeses disfrutan de estas deliciosas recetas de pasteles, bollería y pan. No dejes de probarlas y llena tu cocina con los ricos aromas del cardamomo y la canela.

Algunos dulces están muy ligados a una determinada festividad o estación: los pasteles de Runeberg aparecen a principios de febrero, para dejar paso unas semanas después a los bollos de Carnaval.

Por otro lado, encontramos manjares que están vinculados a una determinada región, como el pan negro de malta, originario de las islas de la costa suroeste de Finlandia, y que se sigue denominando “pan del archipiélago”. Encontrarás más especialidades regionales en otros artículos de esta serie sobre la gastronomía del norte, sur, este y oeste de Finlandia, aunque muchos de los platos sean ya comunes a todo el país.

Una delicia que gusta a todos, independientemente del lugar al que se viaje en Finlandia, es el korvapuusti, un bollo de canela que va muy bien con el café o el té. No falta en ninguna cafetería finlandesa, ni en los picnics en el parque, y siempre está presente en la mesa cuando hay visitas.

Y si después de leer este artículo sigues con ganas de dulce, encontrarás más recetas de repostería en nuestra página de recetas navideñas y en nuestro artículo sobre el picnic de Primero de Mayo.

Por la Redacción de ThisisFINLAND, agosto de 2022
(Recetas e instrucciones a cargo del chef Timo Lepistö).

Bollos dulces (pulla)

Una mujer y un niño pequeño posan en una cafetería mientras se comen unos bollos.

Dos clientes disfrutan de un dulce recién hecho en el Café Puusti, en la ciudad de Tampere, en el oeste de Finlandia central.
Foto: Laura Vanzo/Visit Tampere

Todo un básico, puede adoptar muchas formas diferentes con solo cambiar la forma y el relleno. Además de los bollos dulces básicos de harina de trigo, os presentamos tres de las variantes más conocidas: los bollos de Carnaval, los bollos de «ojo de mantequilla» y los bollos de canela. En todos ellos se utiliza la misma masa.

Bollo básico de trigo (pulla)

En la imagen se ven dos manos enrollando una pieza de masa sobre una mesa.

En el Café Puusti de Tampere, un repostero enrolla la masa rellena antes de cortarla en trozos, que dentro de un rato se convertirán en bollos de canela o korvapuusti.
Foto: Laura Vanzo/Visit Tampere

Para obtener un sabor más intenso, en esta receta hemos utilizado una masa madre ligera, aunque también se pueden hacer un poco más rápido omitiendo la preparación de la masa madre (pero con los mismos ingredientes).

Masa de arranque:

  • 2 dl de agua fría
  • 3 dl de harina de trigo
  • 5 g de levadura seca
  • 1 cucharada de cardamomo molido

La masa de arranque está en su punto óptimo cuando se hace el día anterior a hornearla. Mezcla todos los ingredientes en un bol, tápalo y guárdalo en la nevera. (Si vas a hornearla el mismo día, prepara la mezcla con al menos dos horas de antelación, utiliza agua tibia y mantén la masa a temperatura ambiente).

  • 12-14 dl de harina de fuerza
  • 3 dl de leche
  • 4 huevos
  • 250 g de mantequilla
  • 2,5 dl de azúcar extrafino
  • 1 cucharada de sal
  • 11 g de levadura seca

(Nota: Para una versión vegana, puedes prescindir de los huevos, utilizar leche de avena o agua en lugar de leche, y sustituir la mantequilla por margarina. Pincela los bollos con margarina derretida en lugar de huevo batido).

En el bol de una batidora, mezcla la masa de arranque, la leche, el azúcar extrafino, dos huevos y unos 12 dl de harina. Amasa durante diez minutos con el accesorio de gancho y corrige el grosor de la masa añadiéndole harina. Agrega la mantequilla blanda y sigue amasando unos dos o tres minutos, hasta que la mantequilla se absorba por completo. Cubre la masa y déjala fermentar unos 40 minutos.

Vuelca la masa en la mesa de trabajo previamente enharinada y amásala un poco, hasta que aumente un poco su firmeza. Divídela en 25-30 porciones iguales y dale forma de bollos redondos. Colócalos en una bandeja de horno, tápala y deja que aumenten de tamaño durante otros 30 minutos.

Precalienta el horno a 180 °C. Bate dos huevos y pincela los bollos con ellos. Espolvoréalos con azúcar cande (opcional). Hornea los bollos 13-15 minutos.

Bollos de Carnaval (laskiaispulla)

Dos fuentes de bollos rellenos de mermelada, nata y cubiertos de almendras.

Hay dos rellenos tradicionales para los bollos de Carnaval: mermelada o pasta de almendras.
Foto: Visit Finland

También puedes usar la receta anterior para elaborar los bollos de Carnaval, de la siguiente manera:

Tras sacar los bollos del horno y dejarlos enfriar, corta la parte superior de cada uno. Pon mermelada de frambuesa o pasta de almendras en el centro de la mitad inferior y cúbrela con nata montada. Vuelve a colocar con cuidado la tapa del bollo.

Un consejo: Es divertido preparar un bufé con diferentes rellenos, para que cada comensal pueda hacer su propia versión. Pueden ser mermeladas variadas y pastas de frutos secos, merengue italiano o una mousse dulce de crema de queso.

Bollos de “ojo de mantequilla” (voisilmäpulla)

Sobre el mostrador de una cafetería hay una bandeja con bollos cubiertos de azúcar.

El voisilmäpulla, o «bollo de ojo de mantequilla», es una oportunidad única de disfrutar de lo dulce y de los sabores melosos de la mantequilla, como su nombre indica. (La foto ha sido tomada en el restaurante Story de Helsinki).
Foto: Joonas Ojala/Story Restaurant

La existencia de este clásico se debe a la pura delicia de disfrutar de lo dulce y de los sabores melosos de la mantequilla. En finés se llama voisilmäpulla, que en español sería «bollo de ojo de mantequilla».

  • 200 g de mantequilla
  • 1 dl de azúcar extrafina
  • 1 cucharada de harina de todo uso
  • 1/2 cucharadita de sal

Haz la masa igual que para los bollos dulces básicos (arriba), y déjala levar por segunda vez. Para potenciar los sabores lácteos, puedes sustituir el cardamomo por vainilla.

Corta la mantequilla fría en cubitos de dos centímetros aproximadamente. Mezcla los ingredientes secos. Unta los bollos con  huevo batido y, con unas tijeras afiladas, corta una cruz en la parte superior de cada uno. Pon un cubito de mantequilla encima de cada cruz y presiona con cuidado para introducirlo hasta la mitad del bollo. Espolvorea media cucharada de azúcar sobre cada uno y hornéalos por 13-15 minutos. Deja que se enfríen completamente antes de servirlos.

Bollos de canela (korvapuusti)

Sentados a la mesa de un café, dos hombres leen el periódico mientras toman café y bollos.

En Finlandia mucha gente suele rematar una caminata, una excursión o un paseo en bicicleta con una buena taza de café y un bollo de canela, ya sea sobre la marcha o en una cafetería.
Foto: Laura Vanzo/Visit Tampere/Café Puusti

Este clásico finlandés suele acompañar el café o el té. En este sitio web hemos llegado a decir del korvapuusti que “forma parte del tejido de la sociedad finlandesa”.

  • 250 g de mantequilla a temperatura ambiente
  • 1,5 dl de azúcar demerara
  • 4 cucharadas de canela cassia molida
  • 2 cucharadas de harina de todo uso
  • 1/2 cucharadita de sal

Haz la masa igual que para los bollos dulces básicos (arriba). Déjala levar una vez, viértela sobre una superficie ligeramente enharinada y pásale el rodillo hasta que tenga un espesor de un centímetro (te saldrá un rectángulo de unos 40 cm de ancho). Extiende la mantequilla en pomada  sobre la masa, dejando una franja de unos cinco centímetros sin untar en su parte superior. Mezcla los ingredientes secos y espolvorea con ellos la superficie de manera uniforme.

Enrolla la masa formando un rulo apretado, empezando por el borde inferior y terminando por el borde superior que dejaste sin untar. Asegúrate de que la costura quede por la parte de abajo. Corta el rollo en piezas de tres centímetros y presiona con los dedos por encima para aplanarlas ligeramente. Cúbrelas y déjalas reposar 30 minutos para que aumenten su volumen.

Precalienta el horno a 180 °C. Pincela cada bollo con el huevo batido y espolvoréalos con un poco de azúcar cande. Hornéalos por 13-15 minutos, hasta que se doren.

Pasteles de Runeberg (Runebergin torttu)

Un pastel cubierto de mermelada y glaseado, servido en un plato, junto a una taza de café.

Los deliciosos pasteles de Runeberg hacen suelen aparecer en las cafeterías y las tiendas antes del 5 de febrero, fecha de nacimiento del poeta J. L. Runeberg.
Foto: Visit Finland

Este pastelito debe su nombre al poeta finlandés por excelencia, Johan Ludwig Runeberg. Según la leyenda, se trataría de una receta de 1850 de su esposa Fredrika, pero hay indicios que sugieren que podría ser la adaptación de una receta del panadero Lars Astenius que, al igual que los Runeberg, vivía en Porvoo, a unos 50 kilómetros al este de Helsinki.

El pastel de Runeberg lleva migas de galleta o pan rallado y un chorrito de ponche o ron. La primera vez que se vendió con el nombre de «pastel de Runeberg» fue en el Café Ekberg de Helsinki, en la Navidad de 1865. En la actualidad, cada 5 de febrero aparece en todos los cafés y tiendas, justo a tiempo para el cumpleaños del gran poeta.

Pastel:

  • 150 g de mantequilla
  • 75 g de migas de galletas de jengibre o de galletas simples (en cuyo caso se puede añadir un poco de jengibre y canela molidos)
  • 2 dl de harina de todo uso
  • 1,5 dl de azúcar en polvo
  • 1 cucharadita y media de levadura en polvo
  • 1 dl de almendra picada
  • 2 cucharaditas de cardamomo molido
  • 2 huevos
  • 1 dl de nata
  • 1/2 cucharadita de sal
  • extracto de almendra amarga (opcional)
  • vainilla (opcional)

Jarabe:

  • 2 dl de agua
  • 1/2 dl de azúcar
  • 1/2 dl de ponche o ron

Decoración:

  • mermelada de frambuesa
  • glaseado blanco

Precalienta el horno a 200 °C. Engrasa y enharina una bandeja para magdalenas cuyo molde sea hondo (en Finlandia se venden moldes especiales para los pasteles de Runeberg, cuya forma es cilíndrica).

En una batidora de pie, con el accesorio de pala, bate el azúcar y la mantequilla, hasta que la mezcla quede ligera y esponjosa. Agrega los huevos uno a uno. Incorpora la nata y mezcla con suavidad hasta que se integre. Añade el resto de los ingredientes y remueve hasta que queden completamente ligados. Vierte la masa en los moldes y hornea durante 15 minutos.

Para el almíbar, pon el agua y el azúcar en una olla y caliéntalos hasta que el azúcar se disuelva. Añade el ponche o el ron y luego deja que el almíbar se atempere.

Una vez hechos los pasteles, deja que se enfríen durante diez minutos, antes de sacarlos de los moldes.

Cuando los pasteles estén templados, sumérgelos en el almíbar durante un minuto y luego pásalos a una rejilla para que terminen de enfriarse. Decora con una cucharadita colmada de mermelada de frambuesa la parte superior de cada pastel y aplica el glaseado blanco formando un círculo alrededor de la mermelada.

Pan negro de malta o “pan del archipiélago” (saaristolaisleipä)

Las manos de una persona mientras extienden una capa de mantequilla sobre una rebanada de pan negro.

El pan moreno y dulce del archipiélago esta delicioso solo con mantequilla, pero suele servirse con todo tipo de aderezos.
Foto: Elina Manninen/Keksi/Visit Finland

Este pan denso, sabroso y con sabor a malta, es una especialidad propia de la región del archipiélago frente a la costa suroeste de Finlandia. Lo más sorprendente es la intensidad de su sabor dulce. Suele servirse con platos fríos de pescado, como el gravlax (salmón marinado) o el gubbrörä (una ensaladilla a base de anchoas y huevo cocido), pero también se puede disfrutar untado con mantequilla salada, eso sí, de buena calidad.

  • 2 dl de malta de centeno triturada
  • 2 dl de agua caliente
  • 1,5 dl de sirope oscuro
  • 2 dl de salvado de trigo
  • 2 dl de harina de centeno
  • 6-8 dl de harina de trigo (harina de todo uso)
  • 3 dl de agua
  • 1 cucharada de sal
  • 11 g de levadura seca
  • 2 cucharaditas de anís molido
  • 2 cucharaditas de semillas de hinojo molidas
  • 4 cucharaditas de raíz de regaliz en polvo (opcional)

Almíbar:

  • 1/2 dl de sirope oscuro
  • 1/2 dl de agua

En el bol de tu batidora, mezcla el agua caliente (debe estar hirviendo) con la malta de centeno triturada. Deja que se atempere. Añade el resto de los ingredientes, reservando el agua más fría para el final, en caso de que tengas que corregir la textura de la masa (debe quedar como una pasta). Mezcla lentamente diez minutos y luego deja que la masa aumente de tamaño durante una hora. Viértela en dos moldes para pan engrasados, tápalos y deja que la masa repose 90 minutos, para que aumente su tamaño.

Hornea a 180 ºC por 80-90 minutos. A los 60 minutos, haz una mezcla de almíbar y agua y pincela rápidamente con ella la parte superior de los panes. Vuelve a introducirlos en el horno y hornéalos 20 o 30 minutos más. Deja que se enfríen completamente antes de servirlos. Los panes de malta se suelen envolver con film transparente y están en su punto al cabo de unos días.

Tarta Brita de fresas (britakakku)

En un jardín, se ve una tarta cubierta de nata montada y fresas en una fuente que reposa sobre una mesa.

La tarta Brita es todo un manjar veraniego, con sus deliciosas capas de merengue y fresas u otras frutas.
Foto: Katri Lehtola/Keksi/Visit Finland

Esta es una de las tartas de fresa más populares entre los finlandeses. Aunque se conoce en todos los países nórdicos, su nombre, las recetas y los rellenos suelen variar. Su base de merengue es la ideal para el relleno, que suele ser de bayas o frutas.

Pastel:

  • 150 g de mantequilla a temperatura ambiente
  • 2,5 dl de harina de todo uso
  • 1,5 dl de azúcar extrafino
  • 2 cucharaditas de levadura en polvo
  • 3 yemas de huevo
  • 1 dl de leche

Merengue:

  • 3 claras de huevo
  • 1,5 dl de azúcar extrafino
  • 2 dl de almendras fileteadas (opcional)

Relleno:

  • 6 dl de nata
  • 1/2 dl de azúcar extrafino
  • vainilla (opcional)
  • fresas (u otras bayas o frutas)

Con el accesorio de pala, bate la mantequilla y el azúcar en un bol de la batidora, hasta lograr una crema. Añade las yemas de huevo una a una, mezclando a velocidad baja hasta que se incorporen por completo. Mezcla los ingredientes secos y tamízalos sobre la masa añadiendo la leche al mismo tiempo. Mezclar hasta que quede suave.

En otro bol limpio de la batidora, pon las claras de huevo y empieza a montarlas a velocidad media. Añade un tercio del azúcar y sigue batiendo hasta que se disuelva. Aumenta ligeramente la velocidad y añade otro tercio, batiendo hasta que se disuelva. Añade el tercio restante del azúcar y bate hasta que se disuelva por completo y el merengue se vuelva brillante y firme.

Precalienta el horno a 170 °C. Extiende la masa en una bandeja de horno forrada con papel de hornear y, a continuación, extiende el merengue sobre la masa. Espolvorea las almendras fileteadas por encima (opcional). Hornea la tarta unos 25 minutos y luego déjala enfriar.

Lava, limpia y corta las fresas en láminas. Monta la nata con el azúcar y un poco de vainilla (opcional).

Para el montaje, divide la base en dos mitades idénticas. Extiende la mitad de la nata montada sobre una de ellas y añade la mitad de las fresas. Levanta con cuidado la otra mitad y cubre con ella la primera. A continuación, repite la operación con la otra mitad de la nata montada y las fresas. Sírvela enseguida, y decórala con flores comestibles y hojas de melisa o menta.