El menú consiste en un wok de fideos salteados con pollo y verduras, seguido de una charlota de naranja como postre. Pero antes de empezar a cortar el jengibre, el ajo y los pimientos, tendrán que hacer unas cuantas cosas más.
Hoy, lunes por la mañana, la clase ha comenzado con un cuestionario sobre vitaminas en una plataforma de aprendizaje online basada en juegos. Luego toca repasar los deberes: había que limpiar un par de zapatos, reordenar algún armario en casa y preparar una comida sana.
Todo el mundo ha enviado ya las fotos y las descripciones de cómo han hecho los deberes a otra plataforma virtual.
Antes de llegar al plato fuerte de la clase de hoy, la cocina, los niños ven un vídeo sobre las proteínas y aprenden por qué son tan importantes para el organismo y qué tipos de alimentos las aportan.
Una asignatura integrada en el plan nacional de estudios
En Finlandia, la asignatura de Economía doméstica forma parte del plan nacional de estudios para todos los alumnos de séptimo grado, que en su mayoría tienen 13 años. También es una asignatura optativa para los alumnos de octavo y noveno.
El objetivo es que todos los alumnos adolescentes de Finlandia adquieran conocimientos básicos de cocina, lavandería, limpieza, salud, nutrición, higiene, derechos del consumidor, economía y sostenibilidad.
“Todas las clases se dividen en una parte teórica y otra práctica”, nos cuenta Eva Green, profesora de la escuela Strömborgska de Porvoo, una pequeña ciudad situada a unos 50 kilómetros de Helsinki, en dirección este. “Por ejemplo, los alumnos aprenden a utilizar ingredientes locales de temporada, a reciclar y a aprovechar las sobras en las comidas”.
Aunque cada profesor planifica sus propias lecciones y enfoques, el currículo básico nacional proporciona una base y un marco uniformes, garantizando que la educación sea igual en toda Finlandia.
Trabajo en equipo
Una vez que Green ha presentado las recetas y los métodos de cocina del día, los alumnos se ponen a trabajar en pequeños grupos. Primero preparan el postre, que requiere un tiempo de refrigeración antes de servirlo.
Alexander corta las naranjas en rodajas finas, mientras Liam remoja la gelatina. Nicholas y Jens montan la nata y mezclan los demás ingredientes. El equipo trabaja con eficacia y, en poco tiempo, la charlota de naranja queda lista para meter en la nevera. Después, los chicos lavan los platos y limpian.
«Aprendemos los fundamentos de la cocina y cómo limpiar, fregar los platos, poner la mesa y comer sano», explica Alexander. «Esta asignatura nos prepara para una vida independiente, para que el día que nos vayamos de casa sepamos cómo arreglárnoslas».
El aula especial alberga cuatro cocinas totalmente equipadas.
Cada una tiene dos fogones eléctricos, dos hornos, un fregadero, un lavavajillas, utensilios de cocina y superficies de trabajo recubiertas de granito, higiénicas y fáciles de mantener. También hay armarios llenos de vajilla y vasos, e incluso una lavadora y una secadora para la ropa.
Los cubos de basura facilitan la clasificación de los desechos, en sus seis contenedores independientes: reciclables de plástico, metal, papel y cartón, compost y otros residuos.
Clases prácticas y contenidos digitales
Stella, Jonathan y Jeremias señalan que las clases prácticas suponen un grato contraste con las otras, más teóricas.
“Aparte de la cocina, el mantenimiento de la ropa me ha parecido útil”, dice Stella. “En clase hemos aprendido a interpretar las instrucciones de lavado de la ropa y hemos utilizado la lavadora”.
Aunque el trabajo en clase es sobre todo práctico y se utiliza un libro físico, para el repaso la profesora se vale de herramientas digitales para los juegos educativos, los deberes y las presentaciones.
“En el plan de estudios local seguimos una ruta digital, que prepara a los alumnos para afrontar el futuro digital”, señala Green.
Cada semana, durante un año
Tras un descanso, llega el momento de preparar el plato principal.
“¿Recordáis qué tiene de especial el hecho de manipular pollo crudo?”. pregunta Green a la clase.
“La tabla de cortar ha de ser solo para el pollo, hay que lavarse las manos antes y después, y hay que limpiar los utensilios nada más terminar de usarlos”, dice Emil.
Los equipos se ponen en marcha, cortan el pollo y las verduras, pican el jengibre y el ajo y hierven los fideos mientras charlan. Un miembro de cada grupo pone la mesa, con servilletas de colores. El ambiente es cálido y tranquilo, y Green se pasea por el aula dando instrucciones cuando hace falta.
“Llevamos casi un año de clase semanal y todos se están independizando”, dice. “Cuando empezó el trimestre de otoño, necesitaba darles más orientación en lo básico, pero ahora ya saben lo que tienen que hacer”.
Lo mejor de la clase
El salteado de pollo con fideos ya está listo y el postre también tiene un aspecto delicioso. Los alumnos se sientan juntos a disfrutar de la comida.
“Esta es la mejor parte”, afirma Emil. “Comernos lo que hemos preparado”.
Antes de que acabe la clase, los adolescentes dejan la cocina limpia, llenan los lavavajillas y se aseguran de que todo esté impecable y listo para el siguiente grupo.
Dos recetas de postres de un curso de Economía doméstica en Finlandia
Charlota de naranja
La charlota de naranja es una variación de la clásica charlota rusa, con un toque de frescor. Es un postre tan popular que forma parte del plan de estudios de Economía doméstica de numerosas escuelas de Finlandia.
- 2 naranjas
- 3 hojas de gelatina
- 2 dl de nata para montar
- 200-250 g de quark (un producto lácteo de consistencia cremosa que algunos comparan con el fromage blanc francés)
- 3/4 de dl de azúcar
- 1 cucharadita de azúcar avainillado
- la piel rallada de una de las naranjas
Empieza por lavar las naranjas y ralla la parte naranja de la piel de una de ellas. A continuación, pela las dos naranjas y córtalas en rodajas finas. Forra hasta los bordes un bol con capacidad para al menos un litro con las rodajas de naranja. Corta las rodajas sobrantes en trozos, porque las utilizaremos más tarde.
Remoja en agua fría las hojas de gelatina durante al menos cinco minutos.
Bate la nata hasta que quede ligeramente esponjosa. Añádele el quark, el azúcar, el azúcar avainillado, la ralladura de naranja y los trozos de naranja restantes.
Saca las hojas de gelatina sin escurrir el exceso de agua y ponlas en una cazuela con agua al fuego, asegurándote de que se disuelvan, pero que no hiervan. Añádelo a la mezcla de quark, removiendo con cuidado, ya que si lo haces con demasiada energía se formarán grumos.
Vierte la mezcla en el bol forrado con rodajas de naranja. Cúbrelo y mételo en el frigorífico durante un par de horas para que se asiente. Dale la vuelta al bol sobre una fuente y luego retíralo: ya tienes el postre listo para servir.
Tarta otoñal
Para la base de la tarta:
- 2 huevos
- 1 dl de azúcar
- 1/2 dl de harina de centeno
- 1/2 dl de harina de patata
- 1/2 cucharadita de levadura en polvo
Precalienta el horno a 225 ºC. Bate los huevos y el azúcar hasta que blanqueen y queden esponjosos.
Mezcla la levadura en polvo, la harina de centeno y la harina de patata. Incorpora poco a poco los ingredientes secos a la mezcla de huevo (mejor con la ayuda de un tamizador). Vierte la masa en una bandeja de horno de bordes elevados y forrada con papel de hornear. Hornea durante unos cinco minutos.
Espolvorea azúcar sobre otra hoja de papel de hornear y vuelve sobre ella la base recién hecha de la tarta, despegándole después el otro papel. Cubre con un paño de cocina limpio y déjala enfriar.
Relleno:
- 1 dl de nata montada
- de 1/4 a 1/2 dl de azúcar
- 1/2 cucharadita de azúcar avainillado
- 1 dl de quark (producto lácteo de consistencia cremosa que algunos comparan con el fromage blanc francés)
- 1 dl de arándanos rojos u otras bayas
- un plátano entero o por la mitad
Bate la nata con el azúcar hasta que quede espumosa. Aparte, tritura el plátano o córtalo en trozos pequeños. Mezcla el quark, las bayas y el plátano con la nata y el azúcar. Puedes probar la mezcla y añadir un poco más de azúcar, si lo deseas.
Extiende el relleno sobre la base de bizcocho ya fría. Enróllala formando un cilindro alargado. Déjalo reposar en un lugar fresco hasta el momento de servir.
Por Catarina Stewen, mayo de 2023
Recetas por cortesía de Eva Green