El poder simple de la educación finlandesa

Tras varios años en Finlandia, un profesor de colegio y bloguero estadounidense ha descubierto qué es lo que hace tan bueno al sistema finlandés. La respuesta es más simple de lo que crees.

Cuando tenía 19 años, visité por primera vez a mi mujer finlandesa (mi novia por aquel entonces) y a su familia en Helsinki. Durante ese viaje, hace diez años, mi suegra me preguntó: «¿Qué es lo que más te gusta de Finlandia?»

Le dije que me encantaba su simplicidad. En lugar de asentir con aprobación, mi suegra arqueó las cejas. Parecía muy ofendida y le aseguré que no era una crítica a la gente.

Este país nórdico, le expliqué, me impresionó por la cantidad de tesoros simples y sencillos. Con saunas, cabañas de verano, baby boxes o cajas de maternidad llenas de recursos para futuros padres y el derecho universal, que da permiso a todo el mundo a moverse por el bosque y el campo; Finlandia es un país donde la gente sabe cómo vivir bien viviendo de forma simple.

Antes de mudarme de Boston a Finlandia en 2013, ya tenía noticias de los brillantes informes sobre los colegios finlandeses, y supuse –ya que Finlandia era reconocida internacionalmente como una superpotencia educativa– que descubriría elementos caros y ostentosos que explicasen el éxito de sus estudiantes en pruebas estandarizadas internacionales como el Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes de la OCDE (PISA).

[Nota del editor: Los resultados del informe PISA 2015 se publicaron el 6 de diciembre de 2016 (por cierto, el Día de la Independencia de Finlandia) a las doce del mediodía (horario finlandés). Una vez más, los estudiantes de 15 años finlandeses se clasificaron en las primeras posiciones de todas las categorías de esta prueba trienal: En competencia científica, foco principal de PISA 2015, los finlandeses obtuvieron el tercer puesto entre los países de la OECD y el quinto puesto entre los 73 países y economías participantes. Los estudiantes finlandeses también están entre los mejores en competencia lectora, con el segundo puesto de los países de la OECD y el cuarto en la clasificación general. En competencia matemática, Finlandia comparte con Dinamarca el séptimo puesto de los países de la OECD y el decimotercero en la clasificación general.]

Pero cuando comencé un trabajo de dos años como profesor de primaria en Helsinki, lo que descubrí me sorprendió. Creé un acrónimo de seis letras para describir las características principales de la educación finlandesa. Es SIMPLE: Sensible (Sensata), Independent (Independiente), Modest (Moderada), Playful (Lúdica), Low-stress (Con poco estrés) y Equitable (Equitativa).

Sensible (Sensata)

Esta actividad de clase consiste en mover palabras por la pantalla y colocarlas en las diferentes categorías según las partes del discurso.Foto: Riku Isohella/Velhot

Finlandia hace muchas cosas sensatas que promueven el bienestar de los estudiantes. Por ejemplo:

  • Los estudiantes normalmente tienen un descanso libre de 15 minutos por cada 45 minutos de enseñanza a lo largo de la jornada escolar, y los estudios indican que estos descansos frecuentes hacen que los alumnos estén más atentos en clase.
  • Cada jornada escolar, todos los estudiantes de Finlandia –independientemente de sus circunstancias socioeconómicas– reciben comidas nutritivas gratuitas.
  • El 90 % de los centros educativos públicos finlandeses está implementando un eficaz programa, basado en estudios científicos, para combatir el acoso llamado KiVa, desarrollado en la Universidad de Turku, en Finlandia.
  • El 70 % de los centros educativos públicos finlandeses ha adoptado una iniciativa a nivel nacional para aumentar la actividad física de los niños, llamada Finnish Schools on the Move (Colegios finlandeses en movimiento).

Independent (Independiente)

Los estudiantes en Finlandia disfrutan de mucha libertad e independencia.Foto: Liisa Takala

Cuando me mudé a Helsinki, me impresionaba ver niños pequeños recorriendo las calles de la ciudad sin ningún acompañante. En mi colegio, fui testigo de algo parecido. Los estudiantes de primaria normalmente iban por los pasillos sin un profesor que les guiase, se servían ellos mismos comida caliente en el comedor y salían del colegio por su cuenta; cosas que no había visto en mi país natal.

En las clases finlandesas, me di cuenta de que muchos profesores parecían cómodos dando gran libertad a los estudiantes, asignando, por ejemplo, proyectos sin plazos. Esta práctica no solo parecía fomentar la creatividad, sino que también impulsaba a los estudiantes a desarrollar mejores habilidades de pensamiento crítico.

Es más, los cualificados profesores de Finlandia son famosos en todo el mundo y reconocidos como profesionales que disfrutan de libertad de acción en sus clases. (El estudio indica que la autonomía del profesor está relacionada con la felicidad en el trabajo y con mantener a los educadores en la profesión docente.)

Modest

Los cualificados profesores de Finlandia tienen libertad de acción al impartir sus clases.Foto: Riitta Supperi/Keksi/Team Finland

Cuando me mudé a Finlandia, esperaba encontrar los métodos pedagógicos más avanzados, un exceso de tecnologías para la enseñanza e impresionantes infraestructuras escolares. Es lo que «el mejor sistema educativo del mundo» debería ofrecer a sus profesores y estudiantes, deduje.

Pero cuando visité varios colegios finlandeses, en general no encontré esos elementos. Desde entonces, he llegado a la conclusión de que las pedagogías innovadoras, los dispositivos tecnológicos y las infraestructuras impresionantes están bien, pero son secundarios. Lo que es más importante, tal como plantea Finlandia, es un currículo equilibrado e impartido por educadores competentes en un ambiente de aprendizaje que fomente el bienestar del estudiante.

Playful (Lúdica)

Un ambiente de aprendizaje que fomenta el bienestar del estudiante es uno de los factores más importantes en una buena educación.Foto: Liisa Takala

En Finlandia, hay una creencia muy extendida entre padres y profesores: los niños pequeños necesitan regularmente mucho tiempo para jugar. Los estudios científicos también apoyan esta filosofía: «A corto y largo plazo, jugar beneficia al desarrollo cognitivo, social, emocional y físico», según las conclusiones de la investigación estadounidense The Power of Play (El poder de jugar).

De hecho, la mayoría de los niños en Finlandia no empiezan primaria hasta que tienen siete años, y antes de eso, pasan la mayoría de sus jornadas escolares aprendiendo mediante el juego.

Incluso cuando los niños finlandeses comienzan primaria, la estructura de la jornada escolar les ofrece muchas oportunidades para jugar. En concreto, la mayoría de niños de primer y segundo curso de primaria Finlandia solo tienen de media unas tres horas de enseñanza presencial al día, intercaladas con pequeños recreos. Es habitual que, cuando su jornada escolar termina a primera hora de la tarde, los alumnos de primer y segundo curso de primaria de Finlandia asistan a una actividad extraescolar donde normalmente participan en muchos juegos autónomos.

Low-stress (Con poco estrés)

Los ambientes de aprendizaje tranquilos y relajados consiguen que el estrés sea muy bajo.Foto: Liisa Takala

En mis visitas a diferentes colegios finlandeses, comencé a darme cuenta de un patrón: los ambientes de aprendizaje eran, en general, tranquilos y relajados. Como el estrés produce efectos adversos en el aprendizaje y la enseñanza, un ambiente con poco estrés en el colegio es fundamental para todos: educadores y estudiantes.

Equitable (Equitativa)

Todos los colegios de Finlandia son públicos, exceptuando algunos colegios independientes, lo que significa que los altos estándares de enseñanza y aprendizaje están generalizados. Dicho de otro modo, no importa en qué zona de Finlandia crezcan los niños: tienen acceso gratuito a buenos colegios con profesores cualificados, un currículo equilibrado, comidas sanas y materiales de aprendizaje de alta calidad.

El plan educativo de Finlandia es, simplemente, bueno para los niños.

Por Tim Walker, diciembre de 2016

Tim Walker es un profesor y escritor estadounidense cuyos libros son Lost in Finland (Perdido en Finlandia, 2016, S&S) y Teach Like Finland: 33 Simple Strategies for Joyful Classrooms (Enseña como Finlandia: 33 estrategias simples para clases lúdicas, abril de 2017, W.W. Norton).