Los rompehielos finlandeses abren la ruta del Báltico

Aunque, según señala el Instituto Meteorológico Finlandés, el cambio climático sea ya evidente en las temperaturas invernales de Finlandia, el hielo del mar Báltico sigue obstaculizando el tráfico marítimo cada año. Una flota de rompehielos despeja las vías de navegación (Fotogalería).

Los tramos septentrionales de la bahía de Botnia —la zona del Báltico que se extiende entre Finlandia y Suecia— son especialmente propensos a quedar bloqueados por el hielo, pero esto también sucede con frecuencia en los corredores de transporte situados más al sur. El «hielo fijo» —el hielo que se produce cerca de la costa— puede llegar a medir 70 u 80 centímetros (28 o 32 pulgadas) de espesor en el norte, mientras que el hielo fragmentado por los vendavales puede convertirse en formidables crestas de presión que llegan a alcanzar los 25 metros (82 pies) de altura.

Desde Kotka y Helsinki, en el sur, hasta Raahe, Oulu y Kemi, más al norte, en cualquier puerto finlandés se necesita asistencia para los buques de carga, cruciales en el mantenimiento de los importantísimos vínculos de importación y exportación que hacen posible el funcionamiento de la economía finlandesa durante el invierno.

La tarea de despejar de hielo los canales navegables o las rutas marítimas es responsabilidad de la empresa estatal Arctia y sus ocho rompehielos, entre los que se encuentra el más reciente de ellos, el Polaris, una nave de última generación. Sacar a los buques de su cárcel de hielo es algo que no se logra solamente a base de potencia, ya que la tarea puede exigir sutiles maniobras de gran habilidad y un gran saber hacer.

En la galería fotográfica que encontrarán más abajo zarparemos en el rompehielos Otso (Oso) y lo acompañaremos en su turno de diez días con sus noches, trabajando para mantener abiertas las rutas de navegación de los puertos de Oulu, Kemi y Tornio.

Sus otros seis compañeros de fatigas se llaman Voima (Fuerza), Urho (Valor), Sisu (Tesón), Kontio (Oso), Nordica y Fennica. Si desean verlos, solo tiene que darse una vuelta por el muelle de mantenimiento del distrito de Katajanokka, en Helsinki, donde permanecen amarrados todo el verano.

De misión con los rompehielos

Por Tim Bird, febrero de 2017