La diversión del pensamiento científico

Kide Science crea contenido educativo en ciencias orientado a la infancia que, literalmente, es un juego de niños. Su modelo pedagógico, divertido y práctico, se basa en la investigación exhaustiva sobre cómo aprenden mejor los niños.

Ven conmigo. Hoseli el robot necesita ayuda. Tiene sed. Podemos ayudarle a encontrar con qué saciar su sed. Por lo visto, es algo que no se disuelve en el agua.

Hay niños de entre tres y diez años de guarderías y escuelas de Europa, Asia, Australia, África y América Latina que ya se han unido a las aventuras de Hoseli en Supraland, el mundo de fantasía digital donde vive el pequeño robot. Allí pueden experimentar las cosas por sí mismos y, por ejemplo, hacer nieve artificial o construir cohetes con vinagre y bicarbonato.

En este divertido mundo creado por Kide Science se combinan los principales elementos que mejoran el pensamiento científico, según los estudios : historias, imaginación, empatía, aprendizaje visual y táctil, cooperación, observaciones sobre el día a día y resolución creativa de problemas. Estos elementos también forman parte de las habilidades vitales del futuro.

Las fundadoras de la compañía son Jenni Vartiainen, Aino Kuronen y Sari Hurme-Mehtälä, y hemos hablado con todas ellas. Kide Science nació de una investigación que Vartiainen llevó a cabo en la Universidad de Helsinki. «Las investigaciones internacionales habían demostrado que los niños de tan solo tres años se benefician del aprendizaje del pensamiento científico, pero este hallazgo no había llegado a ponerse en práctica realmente», nos cuenta. Ella llevó su investigación a un nivel empírico, mediante el establecimiento de clubes de ciencias para niños pequeños.

«Para algunos progenitores supuso una sorpresa el entusiasmo que mostraban sus hijos por todo», explica Vartiainen. Era evidente que existía una demanda que no había sido satisfecha. «Me pidieron que siguiera dirigiendo los clubes de ciencias». Así comenzó la historia de Kide Science.

Los niños y sus padres están tan entusiasmados como los inversores. Entre el lanzamiento, en 2017, y el cuarto trimestre de 2020, Kide Science recaudó un total de 2,4 millones de euros para desarrollar el negocio. Sus materiales educativos están actualmente disponibles en inglés, chino y finlandés.

Todos podemos ser científicos

«Todo tiene lugar en el mundo real», dice Aino Kuronen. «Los niños no solo miran las pantallas».Foto: Samuli Skantsi

La clave es fomentar en los críos algo que de por sí ya tienen, y que es la curiosidad y la capacidad de asombro. «Los críos observan e interpretan el mundo que les rodea desde el momento en que nacen», afirma la segunda desarrolladora de Kide Science, Aino Kuronen. «Ponen en práctica todos los aspectos de la vida a través del juego».

«Es importante no limitar lo que ya existe», añade Vartiainen. Dar a los niños el espacio y las herramientas para desempeñar a su manera el papel de científicos, motiva el aprendizaje. Y cuando las emociones positivas emergen, el hambre de aprender aumenta todavía más.

Los dispositivos y aplicaciones digitales proporcionan el contexto para el pensamiento y el juego ilimitados, pero la esencia de la educación Kide Science está en las actividades táctiles.

«Todo tiene lugar en el mundo real», dice Kuronen. «Los niños no solo miran las pantallas». Los artículos domésticos de uso cotidiano, como la sal, el bicarbonato, los dulces, los cilindros de cartón de los rollos de papel higiénico, las cucharas y los guisantes, son algunas de las cosas que se utilizan en los experimentos.

También se trata de desmontar los malentendidos en torno a la ciencia. «Hay un montón de mitos», añade Kuronen. «Como el de que hay que ser muy inteligente, o tener un temperamento tranquilo para ser científico».

Espacio para la flexibilidad y la colaboración creativa

Un entorno digital proporciona flexibilidad. «Se puede acceder a los materiales en cualquier momento y desde cualquier lugar», explica la tercera de las desarrolladoras de Kide Science, Sari Hurme-Mehtälä. «La plataforma también facilita a los profesores el aprendizaje del modelo pedagógico. Y somos capaces de escalar el contenido».

Y aquí viene un punto importante: no tienes que ser profesor de ciencias para empezar. La función más importante de los adultos es facilitar y apoyar el propio pensamiento de los niños. Vartiainen dice que el momento más inspirador llega cuando los niños comienzan a ayudarse unos a otros y a sugerir ideas para resolver los problemas.

Con la creciente demanda del aprendizaje a distancia, Kide Science busca ahora la mejor manera de construir un modelo pedagógico para las familias.

¿Cómo valoran las desarrolladoras de Kide Science las posibilidades que ofrecen las herramientas digitales? «La simulación de la realidad con gafas de realidad virtual va en aumento, al igual que la visualizaciónde las cosas», explica Kuronen. «Por ejemplo, podrías encoger hasta caber en una molécula de agua», sugiere Vartiainen. Eso sería genial, ¿no?

Por Minna Takkunen, ThisisFINLAND Magazine 2021