Ellas eligen cómo será el futuro en Finlandia

Les presentamos a tres empresarias finlandesas que están ya marcando la pauta de cómo se vestirán, trabajarán y se conectarán las personas en el futuro.

Para Sari Stenfors, directora ejecutiva del Augmented Leadership Institute de California, cualquier persona que utilice gafas o un teléfono inteligente, es un cyborg en potencia. Está convencida de que algún día podremos conectarnos con máquinas, e incluso con otros cerebros humanos, para que el trabajo se vaya descentralizando a medida que las personas luchen por una vida más feliz. En el futuro los datos personales serán el activo más valioso que se pueda poseer o vender.

“¿Cuántos de ustedes desearían influir en su propio futuro para hacerlo mejor?”, preguntó Stenfors a la audiencia en su presentación como oradora principal de Slush —un encuentro anual que se celebra en Helsinki y que va dirigido a las compañías emergentes y los inversores— a finales de 2017. “¿Y cuántos de ustedes han pensado hacer algo al respecto?”.

Y añadió: “De nosotros depende la elección de las piezas que queremos incorporarnos. Necesitamos pensar cuáles son las características que en el futuro nos gustaría tener o mejorar”.

Mantenerse abrigado es lo principal

Aino Aarnio-Juurinen, de Avanto Technologies, posa junto a algunas de sus creaciones en ropa térmica.
Foto: Visa Kupias

Entre otros asistentes a Slush, a cuya edición asistieron miles de emprendedores, había dos jóvenes finlandesas, Aino Aarnio-Juurinen y Suvi Ellilä, las dos en representación de sus empresas, ambas de nueva creación y con grandes ideas y planes para el éxito.

Aino Aarnio-Juurinen es cofundadora y directora técnica de Avanto Technologies (en finés, avanto es el agujero que se practica en el hielo de la superficie de un lago o del mar para poder nadar en invierno), una empresa dedicada a la fabricación de ropa térmica, en concreto prendas calentadoras. Como parte de su proyecto de final de carrera en la Universidad de Aalto de Helsinki, diseñó un traje de buceo con un sistema de calentamiento por infrarrojos. La razón de trabajar con Visa Kupias, su socio comercial, fue su deseo de crear ropa inteligente, sencilla de usar y con estilo. En estos momentos, Avanto está a punto de poner su tecnología de calefacción por infrarrojos a disposición de las empresas consolidadas del sector de la industria textil.

“Al proporcionar la posibilidad de ajustar la temperatura de las prendas, podemos ayudar a aquellos que trabajan en lugares fríos, como la gente de la construcción, los vigilantes, el personal militar o los marineros”, nos cuenta Aino Aarnio-Juurinen. “Eso hará innecesario llevar múltiples capas de ropa y mejorará el rendimiento en el trabajo”.

Su pequeña empresa, en la que solo trabajan los dos fundadores y un empleado, aspira a convertirse en líder del mercado en soluciones tecnológicas ponibles de calefacción integrada. Avanto Technologies ya ha despertado el interés de algunos inversores y en la competición Slush 100 Showcase de este año se situó en el “top 50” de las empresas emergentes.

Eliminar las exigencias contradictorias

En Selko, Suvi Ellilä (segunda por la izquierda) y su equipo (de izda. a dcha., Faisal Mokammel, Tuomas Ritola y Vladislav Nenchev) hacen uso de la inteligencia artificial para la resolución de problemas legislativos y de análisis de datos en ingeniería.
Foto: Tarmo Pekola

La empresa Selko, de Suvi Ellilä, dedicada a la inteligencia artificial (IA), en concreto a la resolución de problemas legislativos y de análisis de datos en ingeniería, logró situarse en el “top 10” del Slush 100 Showcase.

“Clasificarnos en el “top 10” fue un resultado aún mejor de lo que esperábamos”, nos cuenta Suvi Ellilä, que se unió al equipo de cuatro personas de Selko como directora de operaciones en abril de 2017.

A través de la inteligencia artificial, Selko —que en finés significa “claridad” e “inteligibilidad”— facilita el manejo de cantidades sustanciales de requisitos burocráticos a las grandes empresas de ingeniería.

A modo de ejemplo, Suvi Ellilä nos explica que una compañía de ingeniería que trabaja con aviones, satélites o plantas de energía nuclear puede estar sujeta a múltiples regulaciones. Selko podría ayudar a los ingenieros en la clasificación de los textos legislativos y de las posibles exigencias contradictorias que estos pudieran contener.

La IA también podría ayudar a las empresas a no salirse de presupuesto en lo que a las regulaciones de seguridad se refiere, ahorrándoles dinero a los contribuyentes en los proyectos financiados con fondos públicos y evitando accidentes laborales. Selko desea usar la IA en el desarrollo de productos y en la expansión de sus capacidades en los ámbitos del derecho y la salud, entre otras áreas.

“De nosotros depende lo lejos que podamos llegar enseñando a los algoritmos a captar las peculiaridades de las diferentes industrias”, dice Suvi Ellilä. “Pero, como tenemos más ideas que tiempo para desarrollarlas, tenemos que asegurarnos de que nuestros esfuerzos van a parar al lugar correcto”.

Pensar en grande, pensar en pequeño

Tanto Aino Aarnio-Juurinen, de Avanto Technologies, como Suvi Ellilä, dicen que lo que más les interesa es la innovación a través de la nanotecnología: la manipulación de la materia a escala atómica, molecular y supramolecular que puede usarse en los campos de la salud, la química, la biología, la ingeniería, etc.

“Estoy muy interesada en los nanomotores —pequeños dispositivos que mueven las cosas— y en la bionanotecnología, en la que se utilizan ingeniosos mecanismos biológicos para nanoestructuras”, nos explica. Y ya, pensando a otra escala, añade, “también me gustaría utilizar mi tiempo de manera más eficiente, así que la idea de los autos sin conductor me resulta muy atractiva”.

Aino Aarnio-Juurinen también sigue con avidez los avances de la nanotecnología y sus aplicaciones, en especial en lo que se refiere a los textiles autolimpiables. Al tratarse de una diseñadora profesional de ropa, se pregunta sobre la sostenibilidad y el futuro de nuestra cultura de consumo.

“Si hay algo que este mundo no necesita, son más cosas inútiles, pero podemos mejorar las soluciones actuales mediante un pensamiento ecológico”, afirma. “Por ejemplo, la ropa podría reciclarse nuevamente para convertirla en materia prima y la impresión en 3D podría revolucionar la industria de la confección”.

Por Nina Broström, febrero de 2018