Johan Ludvig Runeberg (febrero 5, 1804–mayo 6, 1877) supo describir con maestría el patriotismo finlandés en sus obras, entre las cuales se halla nada menos que el himno nacional de Finlandia.
Si visitas Finlandia a principios de febrero, te encontrarás con la nación entera celebrando el día de Runeberg con los pasteles de su mismo nombre: runebergintorttu, así que lo primero que pensarás es que Johan Ludvig Runeberg era pastelero de profesión. Buen chiste, pero en realidad, este pastel coronado de mermelada de frambuesa representa al hombre que le devolvió al pueblo finlandés su autoestima a través del poema que, más tarde, conduciría a la independencia de la nación. La cocinera que lo inventó fue su esposa.
Un agitador del espíritu patriótico
En 1846, J. L. Runeberg escribió como prólogo a su libro Los cuentos del Alférez Ståhl (Vänrikki Stoolin tarinat) un poema épico que describía los acontecimientos de la Guerra de Finlandia (1808-1809). Según la leyenda, Fredrik Pacius, amigo de Runeberg, compuso la música para el poema en quince minutos. Con el tiempo, este se convirtió en el himno nacional de Finlandia, Maamme-laulu. Y es que el objetivo de Runeberg era agitar el espíritu patriótico finlandés. Por ello es considerado el Primer Gran Finlandés y se convirtió en nuestro “poeta nacional”.
Todas las obras de Runeberg expresan el espíritu patriótico de sus paisanos. El fino-sueco pasó sus primeros años en la Finlandia central, donde trabó conocimiento con los campesinos y la gente común de habla finlandesa. También probó fortuna como dramaturgo y alcanzó una reconocida fama como poeta lírico. La poesía de Runeberg suele compararse con la de los grandes autores románticos europeos.
La gran mujer
Detrás (o como mínimo al lado) de cada gran hombre, suele haber una gran mujer, y eso sucedió también en el caso de Runeberg. La gran dama en cuestión era su esposa, Fredrika Runeberg, escritora también y una de las pioneras de la novela histórica finlandesa. Gobernaba el hogar familiar – y sus ocho hijos – en la ciudad de Porvoo, una pequeña y pintoresca población costera, situada a cincuenta kilómetros de Helsinki, en dirección este.
Dice la leyenda que la familia Runeberg andaba a menudo corta de dinero, pero que Fredrika era una administradora de lo más frugal y sabía cómo arreglárselas para satisfacer el goloso paladar de su marido y torear sus periodos de mal humor. Tuvo la genial idea de añadir a la receta el pan rallado del día anterior, agregándole ponche, y coronarlo con mermelada de frambuesas de su jardín. El pastel Runeberg se convirtió en el desayuno diario del poeta, y cada 5 de febrero toda Finlandia celebra su día comiendo este dulce que lleva su nombre.
Si Johan Ludvig Runeberg viviera en nuestros días, probablemente sería un cantante de hip hop con conciencia social, o un rapero al estilo de los artistas finlandeses Paleface o Asa. Sus poemas han sido adaptados por el grupo de folk metal Ensiferum.
Haz tu propio pastel Runeberg
Aqui las recetas del pastel Runeberg en inglés Desserts for Breakfast y Vagabond Baker . Para una versión más ligera, la nata para montar se puede sustituir por yogur griego, en lugar de pan rallado se pueden utilizar copos de avena, y la harina de trigo se puede sustituir por una variante más sana, como la harina de espelta. ¡El resultado es igual de dulce, así que hasta Runeberg lo aprobaría!
Por Carina Chela, febrero de 2016