2025: El primer libro de los Mumin cumple 80 años

La isla finlandesa de Tove Jansson, creadora de los Mumin, continúa inspirando a los artistas.

Fueron cerca de 30 los veranos que Tove Jansson –la artista finlandesa que creó la saga literaria de la Familia Mumin– pasó en Klovharun, una diminuta isla del Golfo de Finlandia. Este inspirador lugar, alejado de todo, lleva décadas ofreciendo cada verano estancias de una semana que han sido aprovechadas ya por centenares de artistas.

El islote de Klovharun se encuentra en el margen del archipiélago de Pellinki (Pellinge en sueco), a unos 30 kilómetros de la costa de Porvoo, una hermosa y pintoresca localidad del sur de Finlandia.

Klovharun se parece a muchas de las islas de la zona, pero su peculiaridad reside en el hecho de haber sido durante años el refugio estival de Tove Jansson (1914-2001), autora e ilustradora de las historias de los Mumin, famosas en el mundo entero. Jansson las escribió en sueco, una de las lenguas oficiales de Finlandia, y publicó el primer libro de la saga en 1945.

Desde 1964, Jansson y su compañera de vida, la artista gráfica Tuulikki Pietilä (1917-2009), pasaron los veranos en Klovharun, viviendo en una sencilla cabaña sin electricidad ni agua corriente, disfrutando de la soledad y dedicándose a su arte.

Según iban haciéndose mayores, las condiciones de vida en el islote se les fueron haciendo demasiado duras. El de 1991 fue su último verano allí y, poco después, Jansson donó la cabaña a la Pellinge Hembygdsförening, una asociación dedicada a la conservación del patrimonio local.

La entidad decidió dedicar la isla a residencia para artistas, alquilándola durante los meses de verano aunque, debido a las difíciles condiciones del lugar, las estancias son solo de una semana de duración. Durante todos estos años, cientos de artistas de todo el mundo han acudido a Klovharun en busca de inspiración.

Cuanto más inhóspito, mejor

En julio de 2013, el fotógrafo Stefan Bremer y su esposa, la artista visual Sophia Ehrnrooth, pasaron una semana en Klovharun.

Como muchos finlandeses, Bremer creció con las historias de los Mumin y más tarde leyó todos los libros de Tove Jansson.

“Klovharun me hizo apreciar el hecho de que, aunque ella trabajó en un lugar tan limitado, fue capaz de expandir el mundo en sus libros, gracias a la imaginación. Es un lugar mágico”, dice Bremer.

Bremer hizo una gran cantidad fotos en Klovharun y, en 2014, una selección de las mismas fue expuesta en el Museo de Arte Ateneum de Helsinki, que forma parte de la Pinacoteca Nacional de Finlandia.

“Siempre me ha fascinado el archipiélago: cuanto más inhóspito, mejor”, afirma. “Soy fotógrafo, y para mí fue maravilloso el poder experimentar allí los elementos en toda su pureza”.

Observar a los pájaros

En primer plano, un ordenador portátil sobre una mesa y, al fondo, varias gaviotas posadas en una barandilla a la orilla del mar.

La escritora finlandesa Johanna Venho estuvo en Klovharun terminando su novela sobre los últimos días de Tove Jansson en el islote.Foto: Johanna Venho

Para la escritora Johanna Venho, Tove Jansson ocupa un lugar especial. En 2021, Venho publicó Syyskirja (El libro del otoño), un relato novelado de los últimos días de la autora en Klovharun. El título del libro recuerda a El libro del verano, de Jansson, que no es una de las aventuras de los Mumin, sino una obra dirigida a los lectores adultos.

Venho estuvo en el islote en junio de 2021, cuando se hallaba ultimando su novela. “Supuse que lo que iba a hacer en Klovharun era añadirle al libro algunos detalles y sensaciones”, dice. “Pero nada más poner el pie en la isla me di cuenta de que iba a tener que hacer cambios importantes”.

El inicio del verano coincide con la época de nidificación de muchas de las aves del archipiélago. Venho se sentía una intrusa entre los innumerables charranes, gansos y gaviotas que habían hecho de Klovharun su hogar. Una simple visita a la letrina podía significar convertirse en el blanco de los amenazadores ataques de algún ganso enfurecido.

“Los polluelos de las gaviotas nacieron precisamente aquella semana, así que fui testigo de cómo aprendían a caminar sobre las rocas”, recuerda Venho.

Libertad absoluta al margen del tiempo

Dos mujeres con largos impermeables amarillos caminan por un acantilado junto al mar con sendos paraguas rojos.

Las artistas suecas Ida-Lovisa Rudolfsson y Julia Boström, que pasaron una semana en Klovharun sin teléfono ni reloj, alcanzaron, en sus propias palabras, la “libertad absoluta”.Foto por cortesía de las entrevistadas

La artista textil Ida-Lovisa Rudolfsson y la artista multidisciplinar Julia Boström, ambas suecas, estuvieron en Klovharun en junio de 2024. Habían decidido que querían experimentar lo que significaba “estar fuera del tiempo”, como ellas dicen.

“Apagamos los teléfonos y no teníamos reloj”, cuenta Rudolfsson. “Trabajábamos todo el tiempo que queríamos, comíamos cuando teníamos hambre, nadábamos cuando teníamos calor y dormíamos cuando estábamos cansadas. Fue la libertad absoluta”.

Aunque la isla y la cabaña son muy pequeñas, Rudolfsson considera que tenían todo lo que necesitaban.

Boström comenta que cada noche, después de la sauna, leía en voz alta El libro del verano, “un libro que hay que leer cada verano para recordar que estamos realmente vivos”.

Los placeres de la vida sencilla

Vista del atardecer sobre una cabaña a la orilla del mar.

Durante su estancia en Klovharun, la dramaturga húngara Katalin Trencsényi llenó varios cuadernos con sus ideas y reflexiones.Foto: Katalin Trencsényi

La dramaturga de origen húngaro y residente en Londres, Katalin Trencsényi, llegó a Klovharun en julio de 2024. Se había familiarizado con Jansson unos cuantos años antes, mientras trabajaba como profesora a tiempo parcial en la Universidad de las Artes de Helsinki.

“Cuanto más ahondaba en la obra y la biografía de Tove Jansson, más me daba cuenta de que mis valores e intereses coincidían con los suyos”, asegura Trencsényi. “Poco a poco, aquel descubrimiento se transformó en el deseo de convertir en una nueva obra de arte, solo mía, el diálogo con la obra de Jansson sobre la naturaleza”.

Trencsényi regresó de Klovharun con “cinco cuadernos rebosantes de anotaciones y observaciones”. Ahora está preparando su primera novela, titulada Palimpsesto en Haru, inspirada en sus vivencias en la isla.

“Durante mi estancia, me sobrecogió pensar en la forma de vida tan derrochadora que llevamos en las ciudades, en cómo apenas un poco de energía y el agua son suficientes, y cuánto placer puede proporcionarnos esta forma sencilla de vivir”.

Por Juha Mäkinen, febrero de 2025