Meeri Koutaniemi, 35, permanece inmóvil, es pleno invierno y está de pie dentro de un lago, concentrándose en respirar y mantener la mente en calma. Al cabo de unos minutos, sale del agua helada y entra en una sauna caliente.
Este ritual casero tiene lugar en Kuusamo, al norte de Finlandia, donde Koutaniemi creció y adonde anhela escaparse cada vez que sus viajes por todo el mundo le conceden un respiro.
«La sensación que produce estar dentro del agua helada es tan intensa, que puedo conectar con ese sentimiento esté donde esté».
Alcance mundial
Para Koutaniemi, ese “dónde” puede estar en las tierras tribales del pueblo masái de Kenia o en una cárcel de mujeres en El Salvador. Armada de curiosidad y una cámara, tiene el don de encontrar proyectos de no poca relevancia: trabajos que abordan temas de peso como los derechos humanos, la igualdad y el desafío frente adversidades abrumadoras.
«Vaya adonde vaya, me inspira la resiliencia que veo en la gente que me encuentro».
Su proyecto de más duración —ya lleva diez años— trata sobre la mutilación genital femenina en distintos continentes. «He estado en 12 países documentando el tema y seguiré investigando», afirma. El proyecto se centra en el activismo local.
Meeri Koutaniemi
• Fotógrafa y reportera finlandesa
• Se centra en el aspecto humanitario de
los conflictos, los desplazamientos y la
discriminación
• Celebra nuestra capacidad universal de
empoderamiento y resiliencia
• Ha informado sobre los derechos humanos y la situación que viven las minorías
• Ha recibido numerosos galardones por su trabajo
Narradora activista
Los derechos de las mujeres y las niñas encienden el fuego activista en los ojos de Koutaniemi. Con tan solo proporcionar a las niñas el acceso a la educación, se pueden combatir problemas de gran envergadura como la superpoblación, la desigualdad económica y el cambio climático Los estudios demuestran que las mujeres mejor formadas tienden a estar más informadas sobre aspectos como la nutrición y la atención sanitaria y tienen menos hijos y más sanos; además, es más probable que participen en el mercado laboral y obtengan mayores ingresos.
«Tenemos que apoyar el cambio a nivel local», afirma. Las cuestiones de igualdad rara vez mejoran sin luchar.
«Por ejemplo, el derecho al voto de las mujeres no se dio porque sí. Fueron necesarios muchos años de esfuerzo y determinación». Koutaniemi se enorgullece de que, en 1906, las mujeres finlandesas fueran las primeras del mundo en obtener el derecho al voto y a presentarse como candidatas al Parlamento, sin restricciones.
Raíces profundas
La trotamundos Koutaniemi —60 países y el contador sigue corriendo— dice que siempre la acompaña su tierra natal. «Mis raíces en Kuusamo, donde crecí prácticamente en medio del bosque, me han hecho fuerte».
Todavía hoy, el bosque finlandés, con sus pinos, abetos y algún que otro abedul, es para ella el lugar de refugio que necesita para afrontar las presiones y las cargas del día a día.
«Para mí, el bosque es un lugar en el que puedo reponer fuerzas y recuperar el aliento», afirma. «Cuando paseo por la naturaleza, siento una poderosa gratitud». Le une un fuerte vínculo a los bosques del norte.
«A veces solo necesitas árboles a los que trepar», dice con una sonrisa.
Admite que este «vínculo con la naturaleza» no siempre estuvo tan claro en su mente como lo está hoy. Pero a medida que la fotografía la llevaba a los rincones más recónditos de la Tierra, sentía que algo se agitaba en su interior: un poderoso anhelo de volver a conectar con la naturaleza de su país natal.
«Tuve que viajar muy lejos para poder comprender lo que significaban los bosques para mí», dice.
Recientemente, además, ha comprado cinco hectáreas de bosque en Kuusamo, con una idea muy clara en su cabeza. «Ahora que soy la propietaria de estos bosques, puedo asegurarme de que nadie los tale nunca», dice.
Su instinto como guía
Koutaniemi ha tendido a tener un pensamiento independiente desde que era adolescente.
«Sentía que tenía que ser yo quien decidiera dónde encontrar mi vocación», dice Koutaniemi, que se hizo fotógrafa independiente a los 19 años.
Más de 15 años después, sigue sintiendo lo mismo.
«Elijo mis proyectos de forma muy intuitiva, pero también tengo en cuenta el aspecto social y político del tema».
Al mismo tiempo, no le importa correr riesgos y caerse de bruces.
«Parte del viaje es estar incompleto y experimentar el fracaso», afirma. «Que tus cimientos se tambaleen suele ser bueno».
Toque humano
En el pasado ha visitado zonas de conflicto, siendo testigo de la magnitud de la opresión y la supervivencia. Pero ¿cómo puede una fotógrafa relacionarse con seres humanos que han visto cosas indescriptibles, sin dejarse llevar por la emoción? La fotógrafa responde diciendo que fotografiar a la gente tiene mucho que ver con la interacción humana:
«El respeto mutuo es siempre la piedra angular».
Koutaniemi afirma que su arte se centra en el lado más suave de la historia: cómo se puede aprender algo de los demás y, en última instancia, darse cuenta de algo acerca de uno mismo.
«Tenemos nuestras diferencias, pero siempre hay más cosas que nos unen que cosas que nos separan», afirma. «Lo que importa es cómo trabajamos juntos».
Por Sami Anteroinen, ThisisFINLAND Magazine 2023