Titulada sencillamente Los Parques Nacionales de Finlandia, la obra plasma una visión que podríamos llamar épica de los bienes naturales más queridos del país, visión basada en los siete años que ha pasado su autora recorriendo Finlandia a todo lo largo y ancho. La fotógrafa estuvo más de 700 días explorando y fotografiando los 40 parques nacionales del país, a pie, sobre esquís, patinando, con raquetas de nieve, en canoa, kayak, bote de remos, e incluso en helicóptero. A continuación, queremos ofrecerles algunas de las imágenes resultantes en una presentación de diapositivas, que esperamos sea de su agrado.
Aunque Tea Karvinen creció en Helsinki, y a pesar de su educación urbana, lleva sintiendo desde niña la llamada de la naturaleza y del lejano norte. En la actualidad reside en la Laponia finlandesa, a poca distancia del Círculo Polar Ártico. En la década de los 90 estudió fotoperiodismo en la Universidad de Alaska.
En 2001, cuando trabajaba en una estación de esquí en los Estados Unidos, se enganchó a practicar el descenso en trineo skeleton, consistente en lanzarse de cabeza por la pista helada de un pequeño tobogán abierto, deporte en el que llegó a representar a Finlandia internacionalmente durante nueve años.
“Hace unos diez años, estando una noche sola en un refugio de observación de osos en el noreste de Finlandia, y con mucho tiempo para pensar, decidí enfocar mi vida hacia la fotografía de la naturaleza”, nos dice, “y ello me llevó finalmente hasta este proyecto de fotografiar todos los parques nacionales de Finlandia”.
Los lugares más salvajes
Mientras reunía el material para su libro, Karvinen entrevistó a más de 150 personas que conocían bien los parques nacionales, desde guardabosques a científicos, pasando por lugareños con coloridas historias que contar. Pero, sin duda, lo que más le agrada es explorar los bosques sola.
“Me parece la mejor manera de establecer una conexión más profunda con la naturaleza y prestarle toda mi atención a la observación y la fotografía”, nos explica. “Tal vez sea un poco ermitaña, ya que, aunque disfruto con la buena compañía, a menudo siento la necesidad de estar sola. Ni siquiera en los lugares más desolados llego a sentir soledad o inseguridad”.
Sin embargo, ha sufrido algún que otro percance durante sus viajes. En el Parque Nacional de Teijo se hundió hasta los muslos en una ciénaga mientras fotografiaba flores de pantano raras. En Koli, mientras captaba un paisaje nevado, un enorme abeto cubierto de nieve se desplomó de repente y fue a caer a tan sólo un par de metros de donde se ella encontraba, pero afortunadamente salió ilesa. En Sipoonkorpi, una enorme y agresiva hembra de cárabo uralense atacó al ornitólogo al que estaba entrevistando mientras este le ponía los anillos de identificación a sus dos polluelos recién nacidos, y cuya foto aparece en el libro.
Aunque Tea Karvinen se muestra reacia a decir cuál es su parque favorito, le encanta la variedad de los parques nacionales de Finlandia: los áridos páramos árticos del lejano norte, los vastos y vetustos bosques del interior, las innumerables islas rocosas de los archipiélagos bálticos. “Vale la pena visitarlo todo en las diferentes épocas del año”, afirma, “me encanta el verano, cuando todo es fresco y verde, el otoño, cuando los bosques del norte se llenan de color y la aurora boreal comienza a brillar en el cielo nocturno, y el invierno, cuando la nieve cubre el paisaje con su blancura inmaculada”.
Explorar la verdadera Finlandia
La fotógrafa espera que su libro anime a los lectores a visitar y conocer a los parques nacionales de Finlandia y otros lugares naturales. “Acercarse a la naturaleza es bueno para el bienestar físico y mental”, asegura. “Si la naturaleza llega a convertirse en parte importante de la vida de las personas, eso también las animará a amar y preservar los preciosos lugares naturales que tenemos”.
Tea Karvinen considera que en la impresionante red de parques nacionales de Finlandia existen multitud de lugares maravillosos que a los visitantes extranjeros les encantaría descubrir. Aunque la gente de otras culturas se puede sentir atemorizada ante los grandes bosques, ella insiste en que no hay nada que temer, si se toman las debidas precauciones: “Para los más bisoños, lo mejor es seguir los senderos, o hacerse acompañar por un guía local, o llevar un buen mapa y una brújula o un GPS, en el caso de que deseen salirse de los circuitos habituales y descubrir ‘la verdadera Finlandia’, lejos de las ciudades”.
Por Fran Weaver, septiembre de 2017