Los jóvenes finlandeses saben de ciencias

Un informe de la OCDE concluye que los mejores estudiantes de ciencias son los jóvenes de Finlandia y Nueva Zelanda. Las escuelas han de centrarse en que a los alumnos les resulte lo más agradable posible el estudio estas materias.

Del informe de la OCDE titulado Top of the Class (El mejor de la clase), que compara a estudiantes de 15 años de todo el mundo, se desprende que los adolescentes de Finlandia y Nueva Zelanda se hayan a la cabeza del mundo en ciencias.

Uno de cada cinco jóvenes en Finlandia y Nueva Zelanda consiguió las notas más altas en asignaturas del campo de las ciencias. En comparación, en los países con peores resultados, solamente uno de cada 20 estudiantes consiguió una nota alta en ciencias.

Sin embargo, los finlandeses dedican menos tiempo que la media de estudiantes de la OCDE al estudio de las asignaturas de ciencias y también significativamente menos tiempo que los estudiantes de los otros países que consiguieron buenos resultados en el estudio. El informe, que publicado en la primavera del 2009, muestra que tanto los chicos como las chicas obtienen unos niveles muy parejos en cuanto a resultados. El análisis del informe se basa en material del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA) de 2006.

Un dato particularmente alentador, es el hecho de que las diferencias sociales entre los jóvenes de Finlandia y los de otros países, como Japón o Austria, no parecen influir mucho en los resultados en los estudios de ciencias. Algo más de uno de cada tres jóvenes finlandeses provenientes de sectores sociales desfavorecidos consiguió buenos resultados en la escuela, mientras que la influencia de las diferencias sociales es bien visible en las escuelas de otros países miembros de la OCDE.

Es necesario mantener la motivación

Ángel Gurria, Secretario General de la OCDE.

Ángel Gurria, Secretario General de la OCDE.© OECD

El estudio de la OCDE también valoró el grado de interés de los jóvenes por las ciencias, quedando claro que éste no es del máximo nivel, incluso para aquellos a los que se les dan bien: el 40 por ciento de los que lograron mejores resultados no estaba interesado en realizar una carrera relacionada con las ciencias y el 45 por ciento no estaba interesado en continuar sus estudios en este área tras acabar la escuela.

Este fenómeno también se da en Finlandia, aunque a nivel más moderado que en la media de los países de la OCDE. Esto puede ser debido a que las chicas obtienen aquí un nivel sistemáticamente alto de resultados en toda clase de asignaturas, incluyendo las de ciencias, por lo que hay muchas en el grupo que consigue las notas más altas. Sin embargo, las ciencias no son la elección favorita de las mujeres a la hora de continuar sus estudios a un nivel más avanzado.

El estudio también muestra que aproximadamente la mitad de los jóvenes ignora cuáles serían las perspectivas de carrera que podrían abrirse ante ellos gracias a un profundo conocimiento de las ciencias.

El Secretario General de la OCDE, Ángel Gurría, indicó que esto no debe terminar siendo un problema para una sociedad que en el futuro será cada vez más dependiente de todo conocimiento relacionado con la tecnología. Las escuelas deberían centrarse más en hacer de los estudios de ciencias algo agradable y ameno para los estudiantes, y éstos deberían ser conscientes de las grandes oportunidades que las ciencias les proporcionarían para continuar sus carreras en el futuro.

Estar fuerte en ciencias garantiza el éxito

El éxito económico de Finlandia en los mercados mundiales durante las décadas más recientes se ha producido, sobre todo, en el campo de la alta tecnología, que va estrechamente ligado a las ciencias, algo que los jóvenes tienen claramente en cuenta a la hora de elegir qué camino seguir en sus estudios. Por ejemplo, en 2008, las universidades de estudios técnicos de Finlandia recibieron más solicitudes de matrícula de las que podrían aceptar. Sin ir más lejos, la Universidad Tecnológica de Otaniemi recibió cuatro solicitudes por plaza disponible.

Por Salla Korpela, Junio de 2009