En las cercanías de Lappeenranta, en el sudeste de Finlandia, el enconado viento de febrero azota el lago Saimaa con una espesa aguanieve. La temperatura está por encima de los cero grados centígrados. No hay ni rastro de nieve, y el escaso hielo del lago es tan fino y quebradizo que el viento lo ha roto en gran parte y lo ha empujado hacia la costa, donde se amontona formando agudas crestas.
Estas condiciones son un mal augurio para la foca anillada del Saimaa, el único mamífero endémico de Finlandia y una de las pocas especies de focas de agua dulce del mundo, ya amenazada de por sí. Estamos al principio de la temporada de anidación de estas sensibles y vulnerables criaturas.
En las circunstancias “normales” de un invierno adecuadamente frío, el hielo formaría una capa gruesa y uniforme sobre el lago, y otra capa espesa de ventisqueros se acumularía en su superficie. La hembra escarba en la nieve desde abajo y hace una madriguera donde da a luz, generalmente una sola cría.
Expuesta a los elementos
A Ismo Marttinen, uno de los voluntarios locales del Fondo Mundial para la Naturaleza de Finlandia (WWF), le preocupa que, como consecuencia del cambio climático, el calentamiento se convierta en la nueva normalidad, ampliando las considerables amenazas que ya existían para la foca de Saimaa. «Este podría ser el futuro», dice contemplando las orillas sin nieve del enorme sistema lacustre.
Según las cifras más recientes publicadas en el sitio web de WWF Finlandia, sólo quedan 410 focas anilladas de Saimaa.
Marttinen espera que no se produzcan más descensos bruscos de temperatura durante este invierno. Si las crías nacen en el hielo abierto o en la costa, estarán expuestas y serán vulnerables. Parks & Wildlife Finland (Parques y Vida Silvestre de Finlandia) y los investigadores de la Universidad de Finlandia del Este han probado el uso de refugios de pontones y otros tipos de nidos, pero hasta la fecha solo hay constancia del nacimiento de dos cachorros en esos entornos artificiales.
Voluntarios al rescate
Los ventisqueros hechos en el hielo por los voluntarios son el mejor sustituto de los ventisqueros naturales. El WWF de Finlandia organiza el trabajo en la franja sur del Saimaa, mientras que Parks & Wildlife Finland se ocupa de la zona norte, en el área de Savonlinna. La totalidad del proyecto es responsabilidad de Parks & Wildlife Finland (que a su vez es parte de Metsähallitus, que administra y gestiona las tierras y zonas de acuíferos propiedad del Estado).
Durante este invierno las condiciones están siendo más favorables en el norte, donde los voluntarios han construido 150 ventisqueros. Por el contrario, la escasez de nieve en el sur de la región de Lappeenranta ha limitado su construcción, y el hielo es tan frágil y delgado que no puede soportar el peso de los voluntarios.
Las focas, que pueden pesar más de 60 kilos y medir alrededor de 150 centímetros de longitud, ya no sufren la amenaza de su enemigo de la Edad de Hielo, el oso polar (que nunca ha existido en Finlandia en tiempos modernos). Por su parte, y gracias a la utilización de artes de pesca “respetuosas con las focas”, la pesca comercial ha disminuido su amenaza. Sin embargo, a pesar de las buenas intenciones de los pescadores deportivos establecidos en las numerosas cabañas y casas de campo de la costa del Saimaa, sus métodos de pesca y su presencia pueden perturbar a los animales, en general y especialmente durante la nidificación.
Apadrinar una foca del Saimaa
En definitiva, la supervivencia de las focas depende del clima. «De 1952 a 1966, la fecha media de formación de hielo en la zona sur del lago fue el 15 de diciembre, mientras que de 2005 a 2016, la fecha fue el 6 de enero. Este año, la fecha ha sido el 5 de febrero, un nuevo récord», dice Marttinen. Como Joonas Fritze, del WWF Finlandia, señala, no existe ninguna otra población de focas anilladas en ningún lugar donde el mar no se congela.
Ninguno de estos obstáculos logra debilitar la determinación de los que luchan por conservar las focas. Voluntario activo y preocupado, Marttinen, que es director general de una empresa de impresión, ha recogido el testigo que le entregó su padre, voluntario desde los años 60 en la vigilancia de las poblaciones de focas. Además de evaluar las condiciones de anidación, supervisar la construcción de los ventisqueros y aprovechar sus conocimientos locales y de los sitios de anidación, Ismo se dedica a fotografiar y observar el comportamiento social de estos animales.
La contribución de Marttinen es un elemento fundamental de la cooperación entre el WWF Finlandia, Parks & Wildlife Finland y los investigadores de la Universidad de Finlandia del Este, además de toda una legión de voluntarios, incluyendo a aquellos que se comprometen a hacer donaciones mensuales, apadrinando a las focas del lago Saimaa.
Ismo Marttinen termina su visita de inspección con la filmación de la Declaración anual de la paz de anidación del WWF Finlandia en la costa del Saimaa. Se trata de un llamamiento a los esquiadores, excursionistas, propietarios de casas, y cualquier persona presente en la zona, para que no hagan ruido y mantengan la distancia, si por casualidad se encuentran con las focas. La petición ha sido difundida por los medios de comunicación y, dadas las condiciones actuales, se trata de una súplica especialmente urgente, ya que una madre foca molesta y nerviosa tenderá a refugiarse en el agua con sus cachorros, arriesgándolos a que mueran de frío.
Por Tim Bird, marzo de 2020