Finlandia celebra cada 10 de noviembre (o en una fecha cercana) el Día de Ahtisaari en honor del premio nobel de la Paz finlandés Martti Ahtisaari. La capacidad para resolver conflictos es uno de los principales activos de la sociedad finlandesa y los niños la adquieren desde la escuela mediante clases de mediación como las que protagonizan el Día de Ahtisaari.
«Está muy bien mediar en las riñas de los demás y conseguir paz y armonía para nuestra escuela», explica Iina, una alumna de sexto que asiste junto a su compañera Oona a los cursos de mediación que organiza la escuela Vanttila de Espoo. Esta mañana han aprendido la primera clave de la mediación: cuando una persona está hablando, los demás deben escucharle.
Son ya más de 400 los centros educativos —guarderías, escuelas públicas e institutos— que cuentan con mediadores formados por el Foro Finlandés de la Mediación. Además, están poniendo en marcha proyectos piloto en el extranjero, como uno en Uganda la primavera pasada.
Estos cursos destacan la necesidad de cooperar y esforzarse por llegar al entendimiento mutuo. Se intenta resolver la situación que ha provocado el conflicto de modo que las partes implicadas participen activamente en la solución.
Cómo permanecer neutral
¿Con qué tipo de conflictos tiene que lidiar la escuela? La pizarra empieza a llenarse con una lista que va desde poner mala cara o esconderle la gorra a un compañero hasta los empujones o incluso actos violentos más graves. La realidad de la vida en la escuela sale a la luz y todos tienen alguna historia que contar: alguien estropeó el castillo de nieve que hizo un compañero, hubo quien empujó en la cola del comedor y a otro chico no le permitían participar en los juegos.
Los alumnos que han hecho el curso de mediación trabajan por parejas para resolver las disputas de sus compañeros. Cuando se llega a un acuerdo, las dos partes firman un documento comprometiéndose a que el conflicto no se vuelva a repetir. Los mediadores se reúnen dos semanas después con los alumnos que habían discutido para asegurarse de que están cumpliendo lo acordado.
Resolver disputas entre compañeros de clase parece sencillo, pero no siempre lo es. ¿Qué hace un mediador para permanecer neutral mientras resuelve un conflicto?
Una forma de ayudar a los demás a avanzar
«Algunos me dicen que me meta en mis asuntos», cuenta la estudiante de noveno curso Minea, que lleva tres años haciendo la labor de mediadora. «Les contesto que los mediadores estamos aquí para que esta escuela sea un lugar más agradable».
Según Minea y su compañera Susanna, la paciencia es una de las cualidades más importantes de un buen mediador. Aunque no sea posible resolver el problema, no hay que enfadarse.
Para Susanna, «un buen mediador también ayuda a las partes a avanzar y les pide que planteen alternativas para encontrar una solución».
Cuando acaban el curso de mediación, los alumnos de la escuela Vanttila de Espoo, al oeste de Helsinki, obtienen un diploma que acredita su capacidad. Los chicos se reúnen para reflexionar sobre las lecciones aprendidas mientras los profesores inciden en que deben mantener la confidencialidad y la neutralidad y que nunca deben imponer castigos.
Estos profesores se refieren con orgullo a sus alumnos como los futuros ganadores del Premio Nobel de la Paz. El mundo sigue necesitando negociadores competentes para dirimir conflictos complejos.
El Día de Ahtisaari fomenta
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Por Liisa Poussa, noviembre de 2013