La confianza que los finlandeses tienen depositada en sus medios de comunicación, que son de los más libres del mundo, queda corroborada a través de varios estudios. Este logro tiene tras de sí una larga historia, además de la vigilancia y esfuerzo que son necesarios para mantener la libertad de prensa.
“Los medios de comunicación libres e independientes no están controlados por poderes externos como gobiernos, corporaciones o anunciantes”, afirma Mervi Pantti, profesora de Estudios de medios y Comunicación de la Universidad de Helsinki. “Los medios pueden analizar críticamente a quienes están en el poder, decir la verdad y funcionar como guardianes”. [Nota: Muchos de los enlaces de este artículo están en inglés].
Finlandia en los primeros puestos del Índice Mundial de Libertad de Prensa
La ONG Reporteros sin Fronteras (RSF, por sus siglas en francés) coloca a Finlandia en un lugar destacado en su Índice Mundial de Libertad de Prensa, que se publica anualmente coincidiendo con el Día de la Libertad de Prensa. El sistema de evaluación tiene en cuenta cinco criterios: contexto político, marco legislativo, contexto económico, contexto sociocultural y seguridad.
Finlandia lleva desde 2002 –año de la primera publicación del Índice– situándose con constancia entre los primeros países del mundo en materia de libertad de prensa, siendo número uno en más de diez ocasiones, en algunas de las cuales ha compartido el puesto con otros países, y sin descender nunca del quinto puesto. La edición de 2022 del Índice sitúa a Finlandia en el puesto número 5, formando parte de los cinco mejores con otros tres países nórdicos –Noruega es la número uno, Dinamarca es la segunda y Suecia la tercera– y Estonia en cuarto lugar.
El informe de datos que acompaña los resultados de 2022 dice que, “Finlandia es uno de los pocos países en los que los medios de comunicación son realmente libres”.
Estos resultados reflejan y reafirman la sólida confianza que los finlandeses tienen depositada en los medios de comunicación de su país. Un estudio realizado en 2021 por la Universidad de Oxford y el Instituto Reuters reveló que el 65% de los finlandeses confía en sus medios de comunicación, una cifra superior a la del resto de los países.
La escena mediática
En Finlandia el abanico de medios de comunicación al servicio de los lectores, oyentes y espectadores es amplio y diverso. Cabe señalar que incluso Yle, el ente de radiodifusión pública financiado por los contribuyentes, es independiente desde el punto de vista político, financiero y editorial.
“Los finlandeses tienen muchos medios de comunicación donde elegir”, comenta Salla Nazarenko, especialista en asuntos internacionales del Sindicato de Periodistas de Finlandia. “Tenemos un servicio público de comunicación, Yle, cuya misión en la sociedad es especial y que está regido por la ley. También tenemos un sector viable de medios comerciales, con periódicos y emisoras de radio regionales. Además, hay asociaciones sin ánimo de lucro que apoyan el periodismo fuerte”.
La misión de Yle consiste también en ser “proveedor de servicios para toda la nación”. Es una de las fuentes de noticias más populares, y produce contenidos televisivos, radiofónicos, en streaming, pódcast y online en idiomas como el finés, el sueco, el sami (las lenguas oficiales de Finlandia), el inglés, el ruso y el ucraniano.
Helsingin Sanomat es el periódico más grande de Finlandia, pero también hay numerosos periódicos locales, grandes y pequeños, en ciudades y regiones de todo el país. Los populares tabloides Ilta-Sanomat e Iltalehti compiten entre sí por la atención de los lectores. MTV3 y Nelonen son las principales cadenas comerciales de televisión, mientras que Radio Nova y Radio Suomipop son dos de las emisoras comerciales de más audiencia. El mayor periódico en lengua sueca es el Hufvudstadsbladet, propiedad de una organización sin ánimo de lucro.
Una prensa libre es parte de la democracia
Para producir contenidos de calidad son necesarios periodistas independientes y altamente formados, que puedan informar sobre lo que sucede, en lugar de limitarse a repetir lo que dicen quienes están en el poder. Los periodistas tienen que sentirse seguros cuando desafían a los políticos, a los líderes empresariales, e incluso a sus propios jefes. Pero este poder conlleva una responsabilidad: los periodistas deben ser transparentes y seguir los principios de un periodismo justo y ético.
Por su parte, los ciudadanos necesitan que los medios de comunicación sean libres e independientes para enterarse de lo que realmente ocurre en el mundo, algo que es fundamental para el buen funcionamiento de la democracia.
“En una democracia, los ciudadanos deben tener capacidad para tomar decisiones con conocimiento de causa”, afirma Mervi Pantti. “En Finlandia la educación en materia de medios de comunicación es buena. En las escuelas se enseña cómo funcionan los medios de comunicación y cómo se producen las noticias, se estudia quiénes son los propietarios de los medios, qué efecto tiene la publicidad y cómo se utiliza la propaganda. Una ciudadanía informada es la columna vertebral de la democracia”.
Libertad de expresión para toda la sociedad
En Finlandia, la tradición de libertad de expresión –consagrada en su Constitución– se remonta a más de un siglo y, especialmente en estas últimas décadas, la libertad de prensa está creciendo con mucha fuerza. En su versión actual, la Constitución afirma que “toda persona está en posesión de la libertad de expresión”, y especifica que ésta contempla “el derecho a expresar, difundir y recibir información”.
La misma sección de la Constitución garantiza asimismo la disponibilidad de la información: “Todos los ciudadanos tienen el derecho de acceder a los documentos y grabaciones públicas”. De este modo se construye la transparencia desde las fuentes, hasta los medios de comunicación.
“Aquí los periodistas lo tenemos bastante bien”, afirma Yrsa Grüne-Luoma, presidenta de la delegación de RSF en Finlandia. “Puedes hacer preguntas críticas, de esas que los dirigentes no quieren oír. RSF no solo defiende la libertad de prensa, sino también la libertad de expresión de toda la sociedad”.
Las tres personas que hemos entrevistado para este artículo se muestran preocupadas por la creciente concentración de los medios de comunicación comerciales y su búsqueda del beneficio por encima de la información.
Un derecho como la libertad de prensa ha de ser cuidado y protegido. Mientras, a lo largo y ancho del mundo, los líderes empresariales y políticos siguen intentando influir en la prensa.
“En la última década, en el mundo ha habido una tendencia creciente hacia el autoritarismo y los regímenes populistas”, dice Mervi Pantti. “El riesgo para la prensa libre es cada vez mayor, y las cosas pueden cambiar muy rápidamente”.
En una declaración sobre el Índice Mundial de Libertad de Prensa 2021, el secretario general de RSF, Christophe Deloire, manifestó que “el periodismo es la mejor vacuna contra la desinformación”, y “proporciona los instrumentos más eficaces para garantizar que el debate público se base en un abanico diverso de hechos comprobados”.
Por David J. Cord, mayo de 2022