¡Dadles educación artística y ellos salvarán el Ártico!

Estimular a los niños para que sean conscientes del cambio climático y sus peligros es el objetivo clave de Green Actions (Iniciativas Verdes), un proyecto finlandés en el que se han implicado escuelas y universidades de todos los países que conforman la región ártica.

“Si no velamos por el medio ambiente y no implicamos a los niños en su cuidado, a estos no les quedará ningún futuro que heredar”, afirma David Yoken.

Yoken es profesor titular de la Academia de Artes de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Turku, en el suroeste de Finlandia. La universidad está al frente del proyecto Green Actions, puesto en marcha por Yoken, cuyo objetivo es el de utilizar la educación artística para alentar a los niños a ser conscientes del cambio climático y los desafíos que este plantea.

Como compositor y músico, y gracias a su experiencia en aunar elementos interdisciplinarios y artísticos en la Academia, el objetivo de David Yoken es aprovechar el talento de sus propios alumnos para beneficiar a los alumnos más jóvenes de las escuelas de Finlandia y otros países. De acuerdo con el papel de Finlandia como presidenta del Consejo Ártico hasta 2019, Green Actions está integrando a educadores y estudiantes de toda la región nórdica y ártica, incluida la comunidad de la Laponia finlandesa de Ivalo, el norte de Noruega, Suecia, Dinamarca, Islandia, Groenlandia y Alaska.

La iniciativa se demuestra con el arte

Entrar en el arte: en este juego educativo, los niños tratan de salvar a un oso polar interpretado por Evgeny Kostyukov , de la Academia de Artes de Turku.Foto: Antti Hartikainen/Universidad de Ciencias Aplicadas de Turku

“Una de las cosas que hice al comienzo de mis 25 años en la Academia, fue buscar respaldo financiero externo para los proyectos”, nos cuenta David Yoken, que también forma parte del consejo de la Fundación Fulbright de Finlandia. “Empecé a trabajar a través de Nordplus, el programa de aprendizaje del Consejo Nórdico de Ministros. En 2007, tal vez en 2008, caí en la cuenta de que iba a tener que trabajar todos los días con aquellos jóvenes músicos y bailarines finlandeses, tan extraordinarios y dotados de talento, y eso me motivó a reunir los fondos para Moving In Moving On [MIMO], un proyecto para jóvenes en riesgo”.

Los resultados del proyecto MIMO —que fue financiado por el Central Baltic Programme (Programa Báltico Central) de la UE y concluyó en 2013— confirmaron que los métodos basados ​​en el arte, en combinación con los métodos de trabajo profesionales de la asistencia sociosanitaria y el trabajo juvenil, podían aumentar el bienestar de los jóvenes. La preocupación permanente de David Yoken es que los participantes en proyectos como el de MIMO puedan, una vez completado el proyecto, seguir usando las herramientas que adquirieron en el programa, y que el colectivo destinatario también continúe beneficiándose.

En abril de 2017, una de las primeras manifestaciones de Green Actions consistió en la programación de varios talleres de tres días para los alumnos de segundo grado de la Escuela Primaria Pääskyvuori de Turku, que había sido designada como laboratorio para el desarrollo pedagógico creativo. Los talleres ad hoc, tutoreados por estudiantes de danza y artes visuales de la Academia de Artes, incluyeron juegos —por ejemplo un oso polar haciendo equilibrios sobre una placa de hielo que va encogiendo— , actividades como la creación de cómics, y una orquesta de basura cuyos instrumentos estaban fabricados a partir de objetos desechados.

“Fue una experiencia realmente alucinante, presenciar cómo a través del arte los alumnos de la Escuela Pääskyvuori despertaban a la realidad del cambio climático”, nos cuenta Emma Keitilä, estudiante de educación en danza. “Ciertamente, los talleres relacionados con el arte sirvieron para darle a los alumnos nuevas ideas para detener el calentamiento global y salvar a los osos polares”.

Arte con corazón

Esta alumna de la Escuela Primaria Pääskyvuori está absorta en la creación de un libro de ideas, una de las actividades de Green Actions para su clase..Foto: Antti Hartikainen/Universidad de Ciencias Aplicadas de Turku

Otro ejemplo de las iniciativas de Green Actions es la participación de la Escuela Secundaria de Ivalo, en la Laponia finlandesa, donde Ulla Keskitalo, profesora de inglés y sueco, Katri Kittilä, profesora de música y Rodney Francett, profesor de arte, han planificado y llevado a cabo con sus alumnos diferentes actividades del proyecto Green Actions.

Para Green Actions, es significativa la idea de que haya estudiantes mayores tutoreando a otros más jóvenes, y en el caso de la escuela de Ivalo los estudiantes de secundaria de 16 años de artes y música trabajaron con 53 alumnos de primaria, que tenían aproximadamente cuatro años menos.

“Se dividió a los alumnos en dos grupos: uno de música y otro de arte”, nos explica Ulla Keskitalo. “A los de música se les dieron algunas palabras en inglés relacionadas con la naturaleza, para que hicieran sus propias letras y músicas con la ayuda de los estudiantes mayores. Se usaron diferentes instrumentos. Los comentarios que oí fueron muy positivos, el grupo funcionó bien y los participantes se divirtieron”.

“El grupo de artes, bastante grande, se dividió en grupos más pequeños que luego hicieron piezas de arte con materiales naturales, como pequeñas ramas de sauce, hierbas y piñas”.

Entre los objetivos de Green Actions está el de incorporar y utilizar los saberes locales  allá donde tengan lugar los proyectos. “El saber y el periodismo indígena y el conocimiento local y tradicional son un eje fundamental en Green Actions”, afirma David Yoken.

“He invitado a Inga Hansen, colega y periodista de Groenlandia, para que enseñe en las jornadas de seminarios y talleres de Green Actions en la Academia de Artes, a finales de febrero de 2018. Inga está llevando a cabo sus estudios de investigación de posgrado, concretamente el programa de postgrado en Ciencias Aplicadas en Periodismo Indígena en la Universidad Sami de Kautokeino, Noruega, que está asociada a Green Actions”.

Por Tim Bird, octubre de 2017