Por Salla Korpela
Mayo de 2012
A favor de la educación: Este libro de lengua y literatura finlandesa lleva el nombre del famoso escritor Aleksis Kivi (1834–1872).Foto: Lehtikuva
Los reiterados éxitos de los escolares finlandeses en la evaluación PISA, que mide y compara los resultados del aprendizaje de los jóvenes de 15 años, han concitado la atención internacional.
Una de las principales fortalezas de la educación finlandesa es que garantiza iguales oportunidades de estudio para todos, independientemente de su situación socioeconómica. En lugar de fomentar las comparaciones y la competencia entre los alumnos, la escuela básica se dedica a apoyarlos y orientarlos como individuos.
Otro rasgo importante es la elevada calificación académica de los maestros: los docentes de todos los ciclos deben tener una licenciatura que incluya amplios estudios pedagógicos y competencia en las asignaturas que enseñan. La profesión del maestro es respetada y deseada.
Para fortalecer su estabilidad emocional y su seguridad, los más pequeños tienen durante los primeros seis años de la primaria en todas o en la mayoría de las asignaturas el mismo maestro, quien también vela por el espíritu del grupo y vigila que no se hostigue ni se excluya a nadie. La evaluación numérica de los resultados sólo comienza en el quinto grado. Las relaciones entre alumnos y maestros son fluidas y amistosas en todos los niveles. La motivación se basa en el aliento.
Después de la escuela básica todos los finlandeses tienen la posibilidad de orientarse hacia estudios generales y profesionales acordes con sus intereses e inclinaciones, y continuar formándose de diferentes maneras durante toda la vida. Más de una cuarta parte de la población tiene un título terciario.
En Finlandia la educación es gratuita desde el nivel preescolar hasta la universidad. El financiamiento de la educación con recursos fiscales garantiza su elevado nivel y la igualdad de oportunidades para todos.
La escuela finlandesa alienta a los alumnos a buscar información, pensar y trabajar independientemente.Foto: Ministerio de Educación y Cultura/Liisa Takala
Los jóvenes finlandeses en el podio de la evaluación PISA
Posición de Finlandia
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2009
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2006
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2003
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2000
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Lectura |
países de la OECD |
2 |
2 |
1 |
1 |
todos los participantes |
3 |
2 |
1 |
1 |
Matemáticas |
países de la OECD |
2 |
1 |
1 |
4 |
todos los participantes |
6 |
2 |
2 |
4 |
Ciencias |
países de la OECD |
1 |
1 |
1 |
3 |
todos los participantes |
2 |
1 |
1 |
3 |
Resolución de problemas |
países de la OECD |
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2 |
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todos los participantes |
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2 |
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Finlandia ha obtenido excelentes resultados en todas las evaluaciones PISA, que se organizan trienalmente desde el año 2000. El estudio evalúa las capacidades de los escolares de 15 años en matemáticas, ciencias y lectura. Debe destacarse que en Finlandia las diferencias entre los alumnos son pequeñas y que los resultados son uniformes en escuelas de todo tipo.
* J.V. Snellman (1806-1881), filósofo, intelectual, periodista y político que tuvo un importante rol en la construcción de la identidad nacional finlandesa.
En Finlandia la escolaridad empieza tarde, a los 7 años. Nuestro concepto de educación supone que los niños deben crecer y desarrollarse sin presiones.Foto: Amanda Soila
Actualmente ningún país puede progresar sin una población educada y capacitada. El ascenso de Finlandia al grupo de las sociedades más prósperas del mundo en la segunda mitad del siglo XX se apoyó en gran medida en el ideal de la cultura popular y en las inversiones en educación.
Ya en el siglo XIX se tomaron importantes decisiones que sentaron las bases de nuestro exitoso sistema educativo actual. Finlandia, un país pobre en recursos naturales, eligió la educación de todo el pueblo, con lo que evitó la desigualdad social entre una aristocracia instruida y un vulgo ignorante. El anhelo cultural de los ciudadanos se ve alentado por su fe en la educación como herramienta de progreso. Se supone que todos poseen una vasta cultura y conocen bien su sociedad.
La solución de los graves problemas globales sólo es posible mediante la educación
La solución de los retos que amenazan a la sociedad –el cambio climático, las fluctuaciones de la economía mundial, el envejecimiento demográfico, los riesgos tecnológicos, las pandemias y los grandes movimientos migratorios– implica un nuevo tipo de acciones de muchos diferentes actores y un cambio en nuestras rutinas. Actualmente la avalancha de información en Finlandia y en todo el mundo y la movilidad de la población plantean nuevos desafíos a la educación tradicional. Además un buen sistema educativo necesita un continuo desarrollo y actualización para mantener su calidad. Cuanto más instruido es un pueblo, mejor preparado está para enfrentar los intrincados retos del mundo contemporáneo.
La educación es la piedra angular de la democracia y de la sociedad moderna
– Detrás del sistema educativo finlandés se percibe un apotegma de la ética nacional: el ser humano es el recurso más importante de la sociedad, y tiene derecho a una educación de calidad, resume Jorma Kauppinen, director de educación general del Consejo Nacional de Educación.
La jornada de los escolares finlandeses es más corta que la media de la OCDE, pero se trabaja eficientemente. Foto: Ministry of Education and Culture/Liisa Takala
La educación absorbe del 11 al 12% de los presupuestos del estado y los ayuntamientos. Así se financian la enseñanza preescolar y básica, el bachillerato, la formación profesional, la educación superior, los estudios de postgrado y complementarios y se promueve la educación informal. De esta manera se construye el modelo de educación permanente que se ofrece a todos los habitantes del país.
– La creación del sistema de enseñanza básica estuvo vinculada a un fuerte despertar de la conciencia nacional: la nación necesitaba ciudadanos letrados y cultos, y una cultura escrita, explica Kauppinen.
En la mayoría de los ayuntamientos finlandeses había escuelas elementales ya a inicios del siglo XX. En 1921 fue promulgada la ley de enseñanza obligatoria, que establecía la escuela primaria obligatoria de seis años.
La gran revolución del sistema educativo se produjo en los años setenta cuando la escuela primaria y la preparatoria fueron reemplazadas por una escuela básica de 9 años, principalmente municipal. La enseñanza obligatoria también se extendió a nueve años. El objetivo de la reforma era garantizar una enseñanza básica igualitaria y gratuita para todos los niños independientemente de su lugar de residencia y de la situación socioeconómica de su familia.
El juego y la seguridad preparan para la escuela
Los finlandeses empiezan la escuela relativamente tarde, a los siete años. La idea rectora es que los niños deben crecer y desarrollarse sin presiones. En el aprendizaje se aprovechan sus etapas sensibles y se les alienta para que desarrollen su pensamiento propio y su creatividad. En los grados iniciales las familias reciben informes orales de la escuela.
En sus primeros años los niños gozan de la atención de sus padres y practican conductas grupales en los juegos, ejercicios y paseos de las guarderías. Los padres tienen aseguradas largas bajas maternales y parentales, y después pueden dejar al retoño en guarderías municipales o privadas, o en los hogares de cuidadoras que atienden pequeños grupos.
A los seis años los niños pueden hacer un ciclo preescolar, gratuito, en una escuela o en una guardería. En la práctica casi todos participan en él.
En caso necesario se analiza la madurez de los menores y se les recomienda comenzar la escuela un año antes o después.
La escuela del barrio y la cultura de la confianza crean una educación de calidad
En Finlandia hay unas 3.000 escuelas básicas, con aproximadamente 550.000 alumnos. La organización práctica de la enseñanza está a cargo de los ayuntamientos. Una de las observaciones más importantes de la evaluación PISA es que en Finlandia las diferencias de nivel entre las escuelas se cuentan entre las más pequeñas del mundo.
– Las causas son el principio de la escuela del barrio, la excelente formación de los maestros y la cultura de la confianza, resume Jorma Kauppinen.
El principio de la escuela del barrio significa que casi todos los niños y jóvenes asisten a la escuela más cercana a su domicilio. De esta manera no se produce entre las escuelas una diferenciación basada en la posición social de las familias. Como se puede confiar en el nivel de cualquier escuela, los padres en general están conformes con la del barrio, y no han surgido escuelas privadas de elite para competir con aquéllas. Hay algunos centros privados, que deben obtener licencia, pero éstos también reciben ayudas estatales, observan las pautas de los planes de estudios nacionales y están obligados a matricular a todos los alumnos de su distrito.
Los ayuntamientos financian el transporte de los alumnos que viven lejos de las escuelas.
Los maestros gozan de libertad académica
La formación de los maestros incluye pedagogía y profundos conocimientos de las asignaturas. Aunque los programas y los objetivos escolares se elaboran a nivel nacional, cada maestro tiene libertad de aplicar sus propios métodos en su aula.
– Se ha delegado mucho poder en los ayuntamientos, las escuelas y en última instancia en cada maestro, y todos los niveles de la educación funcionan en abierta interacción. La cultura de la confianza se origina en que los maestros son expertos que no sólo trabajan de acuerdo con los objetivos, sino que también conocen las necesidades y las capacidades de sus alumnos, señala Kauppinen.
Un buen trabajo escolar requiere buenos materiales de estudio. Aunque el área lingüística del finlandés es muy pequeña –y la de la minoría suecohablante aún menor–, se realizan importantes inversiones en libros de texto y otros materiales. Cada vez se emplean más recursos electrónicos y de internet.
Kauppinen identifica como futuros retos del sistema educativo al desarrollo de la cooperación entre la escuela y la familia, y a la interacción de la escuela con la sociedad que la rodea.
A los alumnos que lo necesitan se les ofrece apoyo y orientación en pequeños grupos.Foto: Amanda Soila
La formación académica de los maestros es garantía del nivel de la enseñanza
Todos los maestros primarios de plantilla tienen título universitario. En los primeros seis grados suelen enseñar todas las materias del programa. Poseen una licenciatura en ciencias de la educación con énfasis en pedagogía. En el ciclo superior y en el bachillerato cada asignatura es dictada por un licenciado en la especialidad respectiva, con estudios de pedagogía.
También los maestros de las guarderías y del preescolar poseen un título superior.
Los estudios pedagógicos son muy apreciados y populares, y los docentes gozan de un gran respeto social pese a sus sueldos relativamente bajos. A las pruebas de admisión de las facultades se presentan cinco aspirantes por cada plaza vacante.
Los niños de la primaria pasan los recreos jugando al aire libre en cualquier clima.Foto: Amanda Soila
Los finlandeses tienen acceso a educación gratuita desde el preescolar hasta los títulos superiores universitarios, durante toda la vida.
Los niños y jóvenes finlandeses cumplen la enseñanza obligatoria en la escuela básica. La obligatoriedad finaliza al completarse los 9 años de escuela básica o al cumplirse los 16 años de edad.
Después del primer ciclo la mitad (alrededor del 60% de las chicas y del 42% de los varones) continúa en el bachillerato. Éste dura entre 2 y 4 años y culmina con un examen nacional.
La otra mitad elige estudios de formación profesional. Aproximadamente un 5% de cada promoción no sigue estudiando. El objetivo es que después de la escuela básica todos aprueben al menos un título secundario, el bachillerato o una titulación básica profesional.
Después del bachillerato los jóvenes pueden ingresar en las universidades o en las escuelas superiores profesionales. En la selección de alumnos en general se consideran las notas del examen de bachillerato o del certificado de enseñanza secundaria, y para la mayoría de las carreras hay un examen de ingreso. También pueden acceder a la enseñanza superior los jóvenes que han completado una titulación profesional de tres años u otra equivalente. El principio es que nunca se atasque el sendero de la educación: también desde la formación profesional se puede avanzar hasta los estudios superiores.
Quienes han obtenido una titulación profesional o una experiencia laboral, pueden recibir formación de postgrado o complementaria o iniciar una nueva carrera. En muchas áreas se puede obtener un título trabajando con un contrato de aprendizaje. Las personas con práctica en una profesión pueden obtener un título por prueba de conocimientos.
El estado y los ayuntamientos apoyan ampliamente actividades como cursos de arte para jóvenes aficionados y diferentes tipos de estudios sobre temas de cultura general, pasatiempos o sociedad.
La jornada escolar nunca empieza antes de las 8.30 ni termina después de las 15.30.Foto: Ministerio de Educación y Cultura/Liisa Takala
Está comenzando un día en la escuela primaria superior de Meilahti, en el oeste de Helsinki. Los alumnos se apresuran de sus armarios a las aulas. Muchos al pasar saludan alegremente a la rectora Riitta Erkinjuntti, que tiene abierta la puerta de su despacho que da al vestíbulo.
– Los maestros y los alumnos son bienvenidos siempre que la puerta esté abierta, y casi siempre lo está, dice Erkinjuntti.
La atmósfera es relajada y tolerante, como suele serlo en las escuelas finlandesas. El trato entre maestros y alumnos es respetuoso pero coloquial. Los jóvenes tutean a los adultos, y la enseñanza es muy participativa.
– La enseñanza se basa en el estímulo, en la participación y la interacción. Se trabaja mucho, pero sin exigencias, amenazas ni presiones, dice Erkinjuntti.
Ella es la directora de una de las escuelas primarias superiores del barrio de Meilahti, en el oeste de Helsinki. La escuela tiene unos 350 alumnos de séptimo a noveno grado, de entre 13 y 16 años de edad. Además de los grados normales, tiene otros con énfasis en artes y música, un grupo bilingüe finlandés-chino, y una clase de inmersión lingüística, donde los alumnos finohablantes reciben parte de la instrucción en sueco y así aprenden naturalmente la segunda lengua nacional paralelamente a las materias. Para los inmigrantes hay una clase especial preparatoria y para jóvenes con pequeñas minusvalías mentales una clase de enseñanza por ejercitación. Las clases especializadas matriculan también alumnos de otros barrios.
– Para los alumnos es bueno compartir el entorno de aprendizaje con todo tipo de colegas, representantes de otras culturas y jóvenes con capacidades diferentes, afirma Erkinjuntti. La misma línea se observa en todas las escuelas del país.
La jornada escolar nunca empieza antes de las 8.30 ni termina después de las 15.30. El plan de estudios de los grados superiores contiene muchas horas de matemáticas y lengua, al menos dos idiomas extranjeros, ciencias y artes. Hay dos horas semanales de educación física.
Riitta Erkinjuntti, rectora de la escuela primaria de Meilahti.Foto: Amanda Soila
Apoyo a los niños con dificultades de aprendizaje
Una de las fortalezas de la escuela finlandesa, también según las evaluaciones internacionales, es su manera de apoyar a los alumnos con dificultades de aprendizaje u otras necesidades. De la escuela finlandesa nadie sale sin saber leer, hacer cuentas y manejar razonablemente otras destrezas básicas. El principio fundamental es que todos los niños y jóvenes tienen derecho a una enseñanza de calidad independientemente de sus circunstancias personales o sus limitaciones.
Los alumnos tienen derecho a ayudas especiales en cuanto se presenta la necesidad. Las formas tradicionales de ayuda son la enseñanza de apoyo en pequeños grupos, la orientación individual, y la enseñanza personalizada a alumnos que cursan en el grupo general. En la mayoría de las escuelas hay maestros especializados, y en casi todas hay asistentes que apoyan a quienes necesitan ayuda. Si se descubre que un niño tiene dificultades de aprendizaje serias y permanentes, se le elabora un plan de estudios individual. Los alumnos con dificultades menos graves estudian en las mismas escuelas y grupos que los otros, pero sus escuelas obtienen recursos especiales.
Los niños con discapacidades mentales, graves minusvalías físicas o sensoriales u otras enfermedades físicas o mentales estudian en grupos o escuelas especiales, y la enseñanza obligatoria de algunos de ellos dura once años.
La educación de los hijos de inmigrantes tiene diversos modos de apoyo. Quienes saben poco o nada de finlandés o sueco pueden hacer unos estudios preparatorios en pequeños grupos y tienen la posibilidad de estudiar finlandés de acuerdo con sus capacidades y necesidades. En las principales ciudades a los hijos de inmigrantes se les ofrecen clases de su lengua materna.
Las asignaturas artísticas desarrollan al individuo
Los alumnos –y también los maestros– de la escuela de Meilahti mantienen la motivación trabajando en cooperación con instituciones artísticas y deportivas y con la parroquia. Con ciertos proyectos de desarrollo se mantienen actualizados por ejemplo sobre las nuevas posibilidades de la informática. La escuela tiene buenos resultados y una vez fue sorteada para la evaluación PISA.
– Nuestro sistema educativo permite que las escuelas no compitan constantemente entre sí. Podemos concentrarnos en apoyar a nuestros alumnos a partir de sus propias capacidades individuales.
En este sentido las asignaturas artísticas son especialmente importantes.
– Las materias de expresión apoyan el crecimiento equilibrado de la personalidad. La posibilidad que tienen los alumnos talentosos de profundizar en estas disciplinas en una clase especial mejora su motivación, les propone nuevos retos.
La rectora Riitta Erkinjuntti considera que el éxito de la escuela finlandesa se basa en buena parte en los valores y los modelos humanos de la comunidad escolar. Los conocimientos y destrezas se asimilan más fácilmente cuando el joven se siente aceptado y valorado y percibe confianza. Ante casos de acoso y otros que entorpecen el bienestar del grupo la escuela interviene inmediatamente.
Entre los problemas principales Erkinjuntti señala las prisas de los padres y la necesidad que tienen los jóvenes de figuras adultas. Los niños deberían tener la posibilidad de vivir su infancia en paz, y la sociedad actual no siempre se lo permite. Desde pequeños se les exige independencia y resistencia. Otro reto es la avalancha de información.
– Vivimos en un mundo de información inagotable, también en la escuela. ¿Cómo limitaremos en el futuro nuestros objetos de concentración? ¿Qué será suficiente? se pregunta Erkinjuntti.
Se presta especial atención a la relación entre los alumnos y al bienestar estudiantil.Foto: Ministerio de Educación y Cultura/Liisa Takala
La escuela vela por el bienestar de sus alumnos
En todas las escuelas funciona una junta de atención del alumnado y un servicio de salud. La atención del alumno responde a la responsabilidad de la escuela por el bienestar social, físico y psíquico del alumno, y puede actuar por ejemplo si éste falta o llega tarde, se está marginando, consume estupefacientes o sufre una situación familiar inestable. En estos casos el personal de la escuela tiene el derecho y el deber de aclarar los problemas con los padres y de ser necesario de recurrir a los servicios sociales, de protección del menor o de salud.
La enfermería organiza periódicas revisiones médicas y odontológicas y si lo considera adecuado orienta a los alumnos a los servicios municipales. El servicio de salud escolar es gratuito.
Oona Niemelä (centro) ensayando una prueba de serigrafía con sus compañeros.Foto: Amanda Soila
La jornada escolar de Oona Niemelä
Oona Niemelä, 15, se levanta antes de las siete, desayuna con su familia y tiene una media hora de autobús hasta la escuela. Estudia en la escuela de Meilahti, en un noveno grado especializado en artes.
Eligió esa escuela expresamente por su especialización en artes, pues no es la escuela de su barrio.
– En la prueba de aptitud tuvimos que trabajar con lápiz y acuarelas. Estaba nerviosa pero por suerte pasé, dice contenta. En su opinión lo mejor de la escuela de Meilahti es su excelente atmósfera, que estimula a trabajar, y que nadie molesta a nadie.
Sus materias favoritas además de artes plásticas son los idiomas. La física y la religión le gustan menos.
– La tarea me lleva una hora y media por día, antes de los exámenes un poco más. En general no necesito ayuda de mis padres para hacer los deberes.
Su jornada escolar dura de 5 a 7 horas. Los recreos son de 15 minutos, salvo el de mediodía que es de media hora para almorzar. Los pasa conversando con sus amigos, si hace buen tiempo en el patio de la escuela.
Después de la escuela se dedica a sus aficiones: estudia piano en una academia y una vez a la semana practica equitación. Va a todas partes sola en transporte público, como el resto de los jóvenes de Helsinki.
Antes de acostarse hace las tareas de la escuela y de piano. Pasa mucho tiempo navegando en internet o chateando con sus amigos, hablando por teléfono y mirando televisión. Una chica activa se ve con sus amigos especialmente los fines de semana.
Hacia las 22 horas ya ha apagado la luz.
Después de la escuela básica planea seguir el bachillerato, en el instituto Sibelius, de orientación musical.
– No es que planee una carrera de artista, pero me gustaría profundizar mis estudios de música y de arte, sólo para mí, explica Oona.
Sistema educativo finlandés
Ministerio de Educación y Cultura
Los mismos objetivos en todo el país
El gobierno nacional decide la ponderación horaria de las asignaturas de la primaria y del bachillerato, así como los objetivos generales. Sobre esa base el Consejo Nacional de Educación dependiente del Ministerio de Educación y Cultura define los principios del plan de estudios nacional. Los proveedores de la enseñanza, en su mayoría municipios, elaboran sus propios planes y finalmente cada escuela los adecua a sus necesidades. De esta manera se procura que todos los alumnos del país reciban en las mismas asignaturas una enseñanza de la misma calidad y extensión. Por otro lado el sistema posee flexibilidad para admitir diferencias locales y regionales.
Los resultados del aprendizaje en la escuela primaria se monitorean en evaluaciones nacionales, en las que participa una muestra aleatoria del 5% de los alumnos. También los responsables de la organización práctica de la enseñanza deben evaluarla periódicamente.
El bachillerato culmina con un examen único de alcance nacional, que es corregido y evaluado por una comisión específica.
Foto: Amanda Soila
El almuerzo gratuito es parte del currículum
por Minna Kantén
Todos los niños y adolescentes que asisten a las guarderías, escuelas primarias, bachilleratos o centros de formación profesional reciben un almuerzo caliente y saludable, que incluye ensalada, leche y pan.
El almuerzo escolar es parte del currículum oficial. La idea es que una pausa para comer refresca las mentes y ayuda a los alumnos a abordar el resto del día. Al mismo tiempo es una lección de salud, nutrición y modales.
En algunas escuelas pioneras se enseñan hábitos gastronómicos verdes ofreciendo en el almuerzo platos vegetarianos y alimentos orgánicos.
Los favoritos del menú escolar son:
- Lasaña
- Cazuela de carne y macarrones
- Panqueques de espinaca
- Albóndigas
- Salsa boloñesa
- Varitas de pescado
- Cazuela de carne y puré
- Gachas de cebada
Foto: A. Soila