Las mejores ideas suelen ser las más simples. En 1955, Arvi Lehti, un granjero de Pertteli, un pueblo cercano a la ciudad de Salo, en el suroeste de Finlandia, compró una máquina de moldeo por inyección para fabricar objetos de plástico. También le interesaban las propiedades reflectantes de los prismas. Así empezó a fabricar reflectores de plástico transparente para remolques y vagones para caballos.
En 1963, se le ocurrió la idea de crear dos reflectores pequeños y pegarlos dorso contra dorso. Se podían sujetar a los abrigos mediante un hilo atado a un imperdible. Y así es como en un pueblecito finlandés nació el primer reflectante para peatones, que tantas vidas ha salvado.
De noche resulta difícil ver a los peatones. Según el Consejo Finlandés de Seguridad Vial, cuando un vehículo lleva las luces cortas, los peatones no resultan visibles hasta que están a 50 metros.
Gracias a un reflectante, la visibilidad aumenta a 350 metros, proporcionando a los conductores mucho más tiempo para reaccionar. En 2017, los finlandeses votaron por mayoría que los reflectantes para peatones eran la mejor invención de seguridad vial, considerándolos incluso más significativos que los cinturones de seguridad o los frenos antibloqueo.
Cristales de hielo y Mumin
El hijo de Arvi, Taisto Lehti, fue tomando poco a poco las riendas del negocio. Tenía poco más de 20 años cuando se convirtió en director, en 1972, tras la muerte de Arvi. Taisto incorporó una nueva tecnología de moldeado del plástico, recurrió a la ayuda de las autoridades de seguridad vial y se puso a trabajar con un joven diseñador, Kalervo Suomela, para crear una variedad de llamativos diseños.
Suomela se incorporó como desarrollador de productos en 1968. Aún se recuerda que en 1973, se metió en un banco de nieve con una lente amplificadora para observar los cristales de nieve. Aunque su supervisor llegó a pensar por un momento que se le había ido la cabeza, aquella experiencia dio lugar al icónico reflectante Snowflake (copo de nieve), uno de los modelos más vendidos incluso hoy en día.
“El copo de nieve, los corazones y los animales son diseños muy populares”, afirma Jutta Vainio, directora general de Safety Reflector Finland. “¡La gente adora los gatos! También hemos tenido reflectores para marcas, con personajes como Angry Birds, Hello Kitty y los Mumin. Pretendemos que los reflectores sean divertidos y atractivos para que la gente los lleve con gusto”. (Los Angry Birds y los personajes de la Familia Mumin también son creaciones finlandesas, naturalmente).
[Para efectos de transparencia: A mediados de la década de 2010, después de que ThisisFINLAND introdujera los emojis nacionales de Finlandia y estos se convirtieran en un fenómeno viral, el sitio web se asoció con Safety Reflector Finland para crear reflectantes para peatones con imágenes de los emojis finlandeses, los cuales fueron distribuidos sin fines comerciales].
Una empresa familiar y sostenible
Talmi, la empresa fundada por Taisto Lehti, se concentra ahora en el mercado de la automoción. Su negocio de reflectantes para peatones pasó a manos de Safety Reflector Finland, dirigida por Vainio y su hijo, Tommi Behm. La empresa Coreplast fabrica los reflectores en la ciudad de Laitila, en el suroeste de Finlandia, en una moderna fábrica que cuenta con un parque solar propio.
“La sostenibilidad es importante”, afirma Vainio. “Nuestros reflectantes son resistentes y duraderos, para que puedan ser utilizados durante décadas. No necesitan pilas y se pueden reciclar”.
Visibles en todo el mundo
En las regiones nórdicas y bálticas es habitual que los peatones, los ciclistas, e incluso las mascotas, lleven reflectantes. Según la legislación finlandesa, los peatones están obligados a llevarlos cuando está oscuro en el exterior, aunque no se sanciona a nadie en caso de no llevarlo.
“La mayor parte de nuestro comercio es internacional”, señala Behm. “Alemania, Austria y Suiza son mercados relevantes. En Estados Unidos, la seguridad vial es competencia de cada estado. Hemos mantenido conversaciones con Alaska, California y estados de Nueva Inglaterra”.
Los reflectantes se pueden comprar por internet o en tiendas, y a menudo son distribuidos por las escuelas, las organizaciones benéficas, las empresas y los organismos públicos, como medida de seguridad pública.
Salvar vidas
“Los reflectantes peatonales son el seguro más barato del mundo”, afirma Tommi Behm. “Aunque uno tiende a pensar que los reflectantes son más importantes en las zonas rurales, el mayor número de accidentes se producen en entornos urbanos, por ejemplo en los pasos de peatones. Los accidentes con peatones se han reducido casi en un 80% en Finlandia desde que se inventaron los reflectores para peatones”.
Aunque existen otras medidas de seguridad que también han contribuido a que los accidentes peatonales disminuyan, los expertos han comprobado hasta qué punto son útiles los reflectantes. Los especialistas finlandeses en accidentes de tráfico han determinado su importancia a la hora de salvar vidas.
Múltiples formas
Hoy en día ya hay muchos métodos diferentes para aumentar la visibilidad de los peatones, como los chalecos de alta visibilidad, los reflectantes blandos, las chaquetas con tejidos reflectantes, las luces LED y los brazaletes reflectantes, una banda elástica y flexible que puede enrollarse en la muñeca o en el brazo formando una pulsera. Sin embargo, Vainio y Behm siguen prefiriendo el original, el reflectante de plástico duro que se sujeta al abrigo.
“Yo suelo llevar dos a la altura de las rodillas, uno a cada lado”, nos cuenta Behm. “Al ir colgados de un hilo, cuando este se retuerce giran y oscilan, y eso es importante, porque el movimiento llama la atención de los conductores”.
Un invento genuinamente finlandés
Behm está a punto de tomar las riendas de la empresa familiar. A sus 28 años, tiene más o menos la misma edad que tenían Taisto Lehti y Kalervo Suomela cuando convirtieron aquel pequeño invento en una innovación radical que resultó ser un antes y un después en la seguridad vial.
“Disfruto con el negocio, pero me gusta aún más porque sé que estamos haciendo algo que realmente tiene valor para las personas y la sociedad”, afirma Behm.
Por David J. Cord, enero de 2024