Todo cuenta: Los municipios finlandeses toman medidas contra el cambio climático

Preocupados por el cambio climático, muchos finlandeses han decidido poner manos a la obra. En su afán por lograr el nivel cero de emisiones, varios pueblos y ciudades de Finlandia han adoptado con éxito diferentes tipos de estrategias. Incluso las medidas que parecen de menor magnitud, pueden tener efectos acumulativos importantes.

Helsinki, la capital de Finlandia, se ha comprometido con la ONU a informar de manera voluntaria sobre su implementación de las metas de desarrollo sostenible. Ya hay varias soluciones amigables con el planeta que están poniéndose en práctica por todo el país.

Lahti, una ciudad de 120 000 habitantes, que está a poco más de 100 km al norte de Helsinki, ha ganado recientemente el European Green Capital Award 2021 (Premio Capital Verde Europea), que concede la Comisión Europea. El galardón pone a Lahti como modelo a seguir en cuanto a sostenibilidad urbana en el continente. En 2018, la ciudad sacó a la luz una estrategia llamada Bold Green City, pero en opinión de Saara Vauramo, que lleva adelante el proyecto Lahti Green Capital junto con Milla Bruneau, el compromiso de Lahti con el medio ambiente va mucho más allá y refleja una combinación de factores.

Canjear carbono es un asunto personal

Es fácil adivinar de dónde proviene el nombre de la ciudad de Lahti, que ha sido galardonada con el Green Capital Award 2021 (Premio Capital Verde Europea). En finés, “lahti” significa “bahía”. Y el nombre del lago que ven en la foto es igual de claro: Vesijärvi (lago de agua).Foto: Lassi Häkkinen/Ciudad de Lahti

«En primer lugar, está nuestra relación con la naturaleza», nos explica Saara Vauramo. «El noventa y nueve por ciento de los habitantes de Lahti viven a menos de 300 metros de la naturaleza».

«Además, tras la caída de la industria y los puestos de trabajo en los 90, la necesidad de desarrollar la economía local se hizo patente. Empezamos a cooperar con las universidades y a invertir en investigación, en todo lo relacionado con las soluciones medioambientales. Así que tenemos gente con perspectiva e ideas y pensamos a lo grande».

Lahti dejó de utilizar carbón en abril de 2019, y está invirtiendo 180 millones de euros en una planta de bioenergía con el objetivo de convertirse en una ciudad neutra en emisiones de carbono para 2025 y, de paso, ser la primera ciudad importante de Finlandia en lograrlo. El experimento de Lahti con CitiCAP, el primer sistema personal de canje de carbono, también llamó la atención del jurado del Green Capital Award.

«El fundamento de CitiCAP es que puedes canjear tus emisiones de carbono por prestaciones locales, como billetes de autobús o entradas de cine», explica Vauramo. «Lo vamos a poner a prueba durante un año y luego invitaremos a otras ciudades a que lo usen. Es una herramienta excepcional».

Con la “i”: Ciudad con nombre de dos letras y cero residuos

Los niños de Ii aprenden sobre reciclaje, sostenibilidad y también cómo medir las emisiones de carbono. El cartel dice, “ahorra el agua”.Foto: Municipio de Ii

La ciudad de Ii, en el noreste de Finlandia, tiene el nombre más corto del país: tan solo dos “íes” que se pronuncian como una “i” larga. Su población también es reducida, ya que solo cuenta con 9889 habitantes. Aunque eso carece de importancia, ya que Ii alberga la más grande de las ambiciones: quiere convertirse en el primer pueblo cero residuos del mundo. Gracias a las inversiones en energía solar, eólica y geotérmica, Ii va camino de reducir en un 80% sus emisiones de carbono para 2020, adelantándose 30 años —como si de un paseo se tratara— a la meta de la UE.

«Darnos cuenta de que otros países estaban interesados en nosotros nos ha llenado de orgullo», dice Johanna Konttila, que además de vivir en Ii está haciendo su tesis de maestría sobre el cambio climático. «Aunque a veces resulta difícil explicar cómo hago para vivir de una manera sostenible. No me paro a pensar sobre el reciclaje, sino que lo hago de manera automática». Además, no le parece nada especial ir a recoger a su hija de dos años de la guardería en bicicleta o, en invierno, en un patín de hielo.

Según el alcalde de Ii, Ari Alatossava, el éxito de una acción climática comienza con la educación desde temprana edad. Todas las escuelas y guarderías de Ii participan en el programa de ahorro energético Euronet 50/50, en el que los niños aprenden a medir sus propias emisiones. «Estamos educando a una generación concienciada con la sostenibilidad», afirma Alatossava, cuya casa se calienta gracias a un sistema de calefacción geotérmica. «El modo de vida de Ii puede aplicarse a cualquier ciudad».

Aunque Finlandia solo sea un país, cada acción, cada ejemplo, por insignificantes que parezcan, tienen un efecto acumulativo si se los multiplica internacionalmente.

«Eso marca la diferencia, aunque solo seamos “la pequeña Ii”», dice Johanna Konttila.

Europa verde

Los tejados de varios edificios del campus de la Universidad Tecnológica Lappeenranta-Lahti están cubiertos de paneles solares.Foto: LUT

Tanto Lahti como Ii forman parte de Fisu (Finnish Sustainable Communities; Municipios Finlandeses Sostenibles), una red de municipios que trabajan por lograr el nivel cero en emisiones y residuos para 2050. Otros municipios comprometidos con Fisu son Forssa, Hyvinkää, Joensuu, Jyväskylä, Kuopio, Lappeenranta, Riihimäki, Turku y Vaasa.

La ciudad de Lappeenranta, en el suroeste, estuvo entre las finalistas de este año para el premio Green Leaf, otorgado por la Comisión Europea a municipios con población entre los 20 000 y los 1000 000 habitantes. El premio Green Leaf 2020 les será otorgado conjuntamente a Limerick, de Irlanda, y Mechelen, de Bélgica.

«Estoy muy orgulloso de que nuestra ciudad lograse llegar hasta la final», afirma Calvin Otewa, un joven de 17 años que es miembro del Consejo de Jóvenes de Lappeenranta. Para Otewa es importante saber que su ciudad está intentando combatir el cambio climático y encontrar soluciones.

La Universidad Tecnológica Lappeenranta-Lahti (LUT) lleva mucho tiempo desempeñando un papel importante en el desarrollo ecológico de la ciudad. El Campus Verde de la LUT, un pionero en cuanto a investigación en energías renovables, se centra en la búsqueda de soluciones contra el cambio climático, llevando a la práctica sus propias innovaciones.

«Lappeenranta está en buen camino, pero aún queda mucho por mejorar», afirma Calvin Otewa. «Por ejemplo, la ciudad debería invertir en autobuses que usen biocombustible». Él se desplaza diariamente en bicicleta y en transporte público.

Por Carina Chela, octubre de 2019