Época de tradiciones

Por mucho que se adapte a los nuevos tiempos, la Navidad siempre será sinónimo de viejas tradiciones.

Por mucho que se adapte a los nuevos tiempos, la Navidad siempre será sinónimo de viejas tradiciones. Echémosle una mirada a los momentos clave de las Pascuas finlandesas, de principios de diciembre al día después del Gran Día.

Tras el Primer Domingo de Adviento, se comienzan a decorar los espacios públicos y empieza la temporada de festejos pre-navideños. Luego llega el Día de la Independencia, una celebración sumamente importante para los finlandeses, que coincide con el día de San Nicolás, el 6 de diciembre.

La siguiente fecha señalada antes de la Navidad, es el 13 de diciembre, día de Santa Lucía. Se celebra con una hermosa procesión cantada en honor de la santa, representada por una bella muchacha vestida de blanco y tocada con una corona de velas. La tradición nos llegó de Suecia, donde originalmente se asoció a la Navidad, al caer a mediados de diciembre.

Originalmente, Lucía fue una doncella siciliana que se enfrentó a su padre, negándose a contraer matrimonio con el hombre que éste había elegido para ella, y fue condenada a morir en el martirio. Las coronas de luz que las muchachas llevan en la procesión son el símbolo de su muerte.

La Nochebuena

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Según una tradición que nos viene del s.XIII, cada 24 de diciembre se proclama en Turku la «Paz Navideña». Foto: Esko Keski-Oja/Ciudad de Turku

En los Países Nórdicos, la celebración navideña más importante es la Nochebuena. Las tradiciones finlandesas incluyen la sauna de Navidad y la preparación de la cena. El momento cumbre de la velada llega cuando Papá Noel llama a la puerta y pregunta, «¿hay niños buenos en esta casa?». Pero, claro… sólo puede haber niños buenos, así que ninguno se queda sin regalo.

Como la Nochebuena es la fiesta más importante de la Navidad, cada 24 de diciembre a mediodía se proclama la «Paz Navideña» en Turku, la ciudad más antigua del país. La tradición data del s.XIII.

Las viejas campanas de la Catedral de Turku (s.XIV) llenan con sus tañidos los hogares que siguen cada año fielmente la retransmisión televisada de la ceremonia. Son la señal para que de comienzo la Nochebuena.

Navidad y días posteriores

El de Navidad es un día de descanso para relajarse, por ejemplo leyendo los libros que Papá Noel ha traído como regalo y dando cuenta de las deliciosas sobras de la cena de Nochebuena. Tradicionalmente, los finlandeses esperan hasta el día 2, San Esteban, para visitar a familiares y amigos. Y si el tiempo lo permite, también se puede acudir a celebraciones al aire libre, organizadas habitualmente por algunos círculos culturales.

Según la leyenda, San Esteban era uno de los mozos de cuadra del rey Herodes, y en Finlandia, como en otros lugares, pasó a ser el santo patrón de caballos y jinetes. El día de San Esteban los equinos son incluidos en las celebraciones. En el pasado, tiraban de los trineos que la gente utilizaba para desplazarse en sus visitas a amigos y familiares, y actualmente aún se puede disfrutar de un paseo en trineo en algunos de los eventos al aire libre que se celebran ese día.

La tradición navideña del árbol llegó a Finlandia en 1829, generalizándose a finales del s. XIX. Foto: Miemo Penttinen/Plugi

No te olvides del árbol

El árbol de Navidad se lleva a las casas el 24 de diciembre, a más tardar. En la copa se coloca una estrella y las ramas se adornan con golosinas, gnomos, estrellas y manzanas, haciendo éstas últimas referencia a Adán y Eva. La pequeña nobleza rural y la burguesía acomodada de las ciudades empezaron a adoptar la tradición del árbol hacia 1820. La primera noticia data de la Navidad de 1829, año en que el Barón Klinckowström hizo decorar los salones de su casa de Helsinki con ocho de ellos para agasajar a susu invitados.

La costumbre terminó por hacerse general allá por 1970, primero en el suroeste y luego en el resto de Finlandia. A principios del s.XX, el árbol de Navidad pasó a ser la decoración habitual de casi todos los hogares finlandeses.

Ya en 1894, se erige un árbol de Navidad en la plaza principal de Tampere y en Helsinki la costumbre de erigir el árbol de la Plaza del Senado data de 1930.

Desde 1954, Helsinki dona cada año un árbol a Bruselas, al igual que los ejemplares enviados desde Oslo (Noruega) adornan desde hace tiempo la plaza de Trafalgar Square, en Londres.

Por Sinikka Salokorpi