En la obra Quay 6 del artista finlandés Jaakko Niemelä hay algo que resulta premonitorio.
La instalación, hecha de andamios, recibe a los visitantes de la Bienal de Helsinki nada más desembarcar del ferry que los trae desde el centro de la ciudad hasta la isla de Vallisaari. Vista desde el mar, con el agua chorreando por sus costados, la estructura de madera resulta impresionante e inquietante a partes iguales.
Quay 6 es una de las obras de la primera edición del festival de arte Bienal de Helsinki, subtitulada El mismo mar. Niemelä llevaba mucho tiempo interesándose por el impacto del cambio climático en el archipiélago, y Quay 6 es la impactante representación visual de un futuro que, por desgracia, es demasiado posible: su estructura tiene seis metros de altura, aproximadamente el nivel que alcanzaría el mar en todo el mundo si se derritiera la capa hielo del norte de Groenlandia.
Un color que no es natural
“Cuando me enteré de que uno de los temas de la bienal era el mar que compartimos, me encantó. Soy hijo de marinero, así que el mar es muy importante para mí”, comenta Niemelä. Quay 6 se desplomaría con solo quitar una de las partes de su estructura, lo cual no es solo un guiño a la interdependencia -uno de los temas del festival-, sino también una advertencia.
“Por eso decidí pintar la parte superior de color rojo”, nos explica Niemelä. “El rojo no es un color natural. No debería estar presente”.
Aplazada por espacio de un año a causa de la pandemia de Covid-19, la primera Bienal de Helsinki finalmente ha podido ser inaugurada en junio de 2021 y permanecerá abierta hasta el 26 de septiembre. (ThisisFINLAND lleva informando sobre ella desde el principio).
Obras al aire libre
La historia de la isla de Vallisaari como asentamiento militar se remonta al siglo XVIII, pero no fue abierta al público hasta 2016. La bienal expone obras de 41 artistas, de Finlandia y de todo el mundo, de las cuales el 75% han sido encargadas para la ocasión, y representan temas como la interconexión y la interdependencia, relacionándolos además con el pasado de Vallisaari.
Las obras encargadas para ser expuestas al aire libre integran y se integran en el entorno natural de la isla. Entre otras, hay una instalación sonora inmersiva bajo los tilos centenarios, obra de Janet Cardiff y George Bures Miller; una colorida pintura, obra de Katharina Grosse, recorre las paredes de madera de una antigua escuela y la vegetación que la rodea; la estructura del faro de Tadashi Kawamata, realizada con materiales de desecho encontrados en Vallisaari y visible desde la fortaleza de la cercana isla de Suomenlinna, uno de los lugares turísticos más emblemáticos de la capital finlandesa.
Las voces de las antepasadas
En la instalación “Guhte gullá / Here to hear”, de la artista sami Outi Pieski, “los jóvenes bailan para librarse de la angustia que les produce la destrucción del mundo, e invocan la ayuda de las olvidadas deidades sami de la tierra”.Video: Helsinki Bienal de Helsinki
En el festival se presentan también numerosas obras de arte en el interior de edificios históricos, y también en los antiguos almacenes de pólvora de Vallisaari. Una de ellas es la instalación de la artista sami Outi Pieski. El territorio del pueblo indígena sami está dividido en cuatro, atravesado por las fronteras de Finlandia, Suecia, Noruega y Rusia. Su obra Guhte gullá / Here to hear (Aquí, para oír) proyecta imágenes de vídeo sobre las paredes de una cámara subterránea. En él, Birit y Katja Haarla bailan una mezcla de música electrónica y yoik sami.
“Los jóvenes bailan para librarse de la angustia que les produce la destrucción del mundo, e invocan la ayuda de las olvidadas deidades sami de la tierra, Uksáhkká, Juoksáhkká y Sáráhkká”, explica el catalogo de la exposición. El propósito de la instalación es el de concienciar a los visitantes: “Mujeres de diferentes generaciones escuchan las voces de sus antepasadas a través de la danza y el duodji, la artesanía tradicional sami”.
Climas hechos de camuflaje
El interior del antiguo asentamiento militar de Vallisaari es la localización elegida para El carbono como molécula política, del artista turco afincado en Helsinki Baran Caginli, un mapamundi confeccionado con retazos de tela de los camuflajes utilizados por los ejércitos de todo el mundo. “Los ejércitos diseñan patrones de camuflaje acordes a sus climas locales, así que he cubierto cada país con su propio patrón”, explica Caginli.
La obra de Caginli habla sobre los desastres medioambientales causados por la guerra, y la industria armamentística como instrumento del capitalismo. “Esta es una antigua isla militar”, dice Caginli. “La parte alta de la isla sigue cerrada al público. Con mi trabajo estoy tratando de poner de manifiesto hasta qué punto llega el papel que los militares desempeñan en la destrucción del medio ambiente”. Sin ir más lejos, en 1937 una serie de explosiones en los depósitos de munición de Vallisaari acabaron con la vida de 12 personas. Esta es una de las razones por las que el uso de la tierra sigue estando restringido en ciertas zonas de la isla.
Debido a la pandemia, muchas de las obras de arte de la bienal también pueden verse online, como es el caso de Becoming, la videoinstalación de la escritora Laura Gustafsson y la artista Terike Haapoja. A través de tres pantallas colocadas una al lado de la otra, hablan con activistas, pensadores, artistas, cuidadores y niños de Finlandia y Estados Unidos sobre “maneras nuevas y más sanas de interactuar con otras personas y formas de vida”.
Nuevas visiones
Según Pirkko Siitari, comisaria de la exposición, el hecho de posponer la bienal de 2020 hasta 20201 no ha hecho sino reforzar aún más la relevancia de su tema principal. “Ahora, más que nunca, estamos entendiendo lo problemática que es nuestra relación con la naturaleza”, afirma. “Ha quedado más claro que nunca que todo está interconectado”.
La mayor parte de las obras de la bienal sólo se expondrán hasta su clausura, en otoño de 2021, aunque las esculturas de Alicja Kwade y Laura Könönen serán trasladadas respectivamente a los barrios de Kalasatama y Jätkäsaari de Helsinki, para su exposición permanente.
Tras los confinamientos a causa de la Covid-19, la bienal ofrece a los visitantes una excelente oportunidad para salir y reflexionar sobre lo que realmente significa estar unidos, al tiempo que interactúan con el arte contemporáneo en el impresionante archipiélago de Helsinki. Si no puedes venir a Helsinki, ya sea por motivos geográficos o por las restricciones a causa de la pandemia, tal vez los artistas presentes en la bienal y sus obras de arte aún puedan inspirarte online.
Por Tabatha Leggett, julio de 2021