El uso del Lenguaje Claro se está extendiendo a numerosos sectores. A diferencia de muchos otros países europeos, donde el concepto no está tan arraigado, en Finlandia y los demás países nórdicos, el Lenguaje Claro lleva fomentándose desde hace varias décadas.
El Lenguaje Claro y el lenguaje de lectura fácil son aquellos cuyo contenido, vocabulario y estructura son más sencillos que los de la lengua estándar. Leealaura Leskelä es Directora de Desarrollo del Centro Finlandés de Lenguaje Claro. “En Finlandia llevamos mucho tiempo utilizando el Lenguaje Claro”, dice. No obstante, le gustaría que hubiera un mayor reconocimiento oficial en la legislación nacional.
Desde el año 2000, el Centro Finlandés de Lenguaje Claro, adscrito a la Asociación Finlandesa de Discapacidad Intelectual y del Desarrollo, promueve la comunicación, la información y la cultura en finés claro. LL-Center, su homólogo en lengua sueca, se fundó en 2001. (El finés y el sueco son lenguas oficiales de Finlandia).
Sin embargo, la legislación finlandesa actual regula más la accesibilidad técnica que la cognitiva, sin abordar en qué medida deben las autoridades utilizar el Lenguaje Claro en sus documentos oficiales.
Una demanda creciente
Se calcula que en Finlandia hay entre 650 000 y 750 000 personas que necesitan el Lenguaje Claro en su vida cotidiana. Los grupos más importantes son las personas mayores, los discapacitados y los inmigrantes, para quienes el finés o el sueco es un idioma nuevo.
En Finlandia, los contenidos en Lenguaje Claro abarcan la literatura, las noticias digitales y televisadas de la Radiotelevisión Nacional Finlandesa (Yle) y los periódicos en “finés claro” (selkosuomi) y “sueco claro” (lätt svenska).
Muchas instituciones finlandesas también prestan servicios en Lenguaje Claro. Ejemplo de ello fue la labor informativa del Instituto Finlandés de Salud y Bienestar durante la pandemia de COVID-19. “En caso de crisis, las comunicaciones en Lenguaje Claro son extremadamente importantes”, señala Leskelä.
Aunque la disponibilidad del finés claro y del sueco claro está mejorando, hay diferencias entre ellos en cuanto a su acceso. Johanna von Rutenberg es especialista y jefa de equipo en el LL-Center. “Muchas autoridades y otras entidades responsables de la comunicación a nivel nacional se han dado cuenta de la importancia del Lenguaje Claro”, afirma. “Sin embargo, suele haber mucho más material en finés claro que en sueco claro. Aparte de la ficción, los contenidos publicados en Suecia rara vez funcionan aquí”.
Más investigación y servicios
El Lenguaje Claro se definió por primera vez en Finlandia en los años 90 y posteriormente se amplió con más detalle, con hasta 96 criterios que sirven de apoyo a la producción de contenidos. El Centro Finlandés de Lenguaje Claro también concede de forma gratuita el sello de Lenguaje Claro a los materiales que siguen determinados principios.
Los inmigrantes suelen recurrir a los servicios en inglés, ya que no se puede garantizar su disponibilidad en Lenguaje Claro. Momota Hosna Mithi, estudiante de Odontología, empezó a estudiar finés claro en 2021, porque encontraba demasiado difíciles los estudios en finés estándar, y ahora es capaz de desenvolverse con el idioma en sus interacciones cotidianas.
Mithi saca prestados de la biblioteca libros de lectura fácil y sigue las noticias y series de televisión en finés claro. Le gustaría que hubiera más servicios en Lenguaje Claro en los contextos oficiales. “Una mayor disponibilidad mejoraría las posibilidades de los extranjeros para aprender finés y trabajar en el país”, afirma.
El trabajo continúa
En 2022 Leealaura Leskelä presentó su tesis doctoral sobre el Lenguaje Claro hablado entre las personas con discapacidad y los profesionales que trabajan con ellas. Según Leskelä, su tesis es la primera del mundo sobre el Lenguaje Claro hablado.
A lo largo de su estudio, descubrió que simplificar el lenguaje hablado no es fácil, ni siquiera para los profesionales. “Y sin embargo vi que había muchos ejemplos de cómo aplicar con éxito el Lenguaje Claro hablado, de cómo utilizarlo para resolver grandes dificultades de comprensión e incluir a las personas con discapacidad en la conversación”, afirma. Aunque se dedicó a analizar conversaciones en las que participaban personas con discapacidad, muchas de sus observaciones pueden aplicarse a todas aquellas interacciones en las que se utilice el Lenguaje Claro.
La colaboración con Suecia a lo largo de los años ha sido activa, pero recientemente se ha decantado hacia la Europa continental, especialmente a Alemania, comenta Leskelä.
Dado que la necesidad del Lenguaje Claro es cada vez mayor, el Centro Finlandés de Lenguaje Claro se está dedicando a la elaboración de criterios para los profesionales del sector. “De momento no hay títulos oficiales para los profesionales del Lenguaje Claro, pero necesitamos una visión de consenso de lo que significa ser un experto en dicho campo», dice Leskelä.
Por Annika Rautakoura, octubre de 2024