Los residuos nucleares descansarán en paz

En Finlandia, se está construyendo un cementerio de residuos nucleares a una profundidad de 420 metros bajo tierra.

En Finlandia, se está trabajando en el primer cementerio para residuos nucleares de gran actividad. Ya se ha excavado un túnel de acceso al cementerio de 420 m de profundidad.

Si X, entonces Y. Ese es el punto de vista finlandés en lo que se refiere a la eliminación de residuos nucleares. X son los residuos creados por las plantas de energía nuclear e Y son las barreras para impedir que las partículas radioactivas de las barras de combustible nuclear gastadas lleguen a la biosfera.

Cuarenta y un países tienen plantas de energía nuclear, pero Finlandia es el primer país del mundo que crea un lugar de almacenamiento definitivo. Lo llaman Onkalo, que significa cueva en finés. También hay planes en los Estados Unidos y en Suecia, que coopera con Finlandia en este asunto.

Ya a principios de la década de 1980, los operadores de plantas de energía nuclear de Finlandia se dieron cuenta de que los residuos nucleares tenían que almacenarse en algún sitio. El país tiene instalaciones nucleares en dos localidades: Olkiluoto en la costa occidental y Loviisa en la costa meridional.

«Fuimos pragmáticos e incluso entonces sabíamos que si producíamos residuos radiactivos, también seríamos responsables de eliminarlos de forma segura», dice Timo Äikäs, vicepresidente de Posiva Ltd, que es el responsable del proyecto finlandés para la creación de un cementerio de residuos desde 1995.

Entrada al túnel de acceso perforado en el lecho de roca que alcanza una profundidad de más de 420 metros.

Entrada al túnel de acceso perforado en el lecho de roca que alcanza una profundidad de más de 420 metros.Foto: Posiva

Hasta 1996, el combustible gastado de las centrales nucleares finlandesas se transportaba a Rusia para su reproceso. En 1994, el parlamento finlandés decidió prohibir la importación y exportación de residuos radiactivos y su reproceso en el extranjero. La solución consistió en transportar los residuos radiactivos de las instalaciones de TVO en Olkiluoto y en Fortum a un almacén temporal en Loviisa, a 400 kilómetros de distancia. Después de dejarlos enfriar durante 50 años, se enterrarán para siempre en el lecho de granito.

En el futuro, el combustible gastado por las dos empresas de energía se enviará a Onkalo, situado en la península de Olkiluoto, en el idílico golfo de Bothnia, en la localidad de Eurajoki, que está a favor del uso de energía nuclear.

El lugar adecuado

Posiva Ltd, una subsidiaria de las dos empresas de energía, comenzó la construcción de Onkalo en 2004. Sin embargo, ya había comenzado a buscar un lugar adecuado en 1983, para lo que realizó investigaciones geológicas, hidrológicas y geoquímicas en toda Finlandia.

«La única opción que tenemos en Finlandia es el lecho de roca cristalina», dice Äikäs. «Tras una larga búsqueda que duró hasta el año 2000, se verificó que los lugares que hemos examinado son muy similares científica y técnicamente. Todos ellos cumplen las condiciones que debe reunir un almacenamiento seguro».

«En la península de Olkiluoto ya existía la infraestructura y una planta de energía nuclear. También sabíamos que la mayoría del combustible gastado se acumulaba allí, así que la distancia de transporte sería corta. Loviisa, en cambio, produce muchos menos residuos radiactivos».

Diversas barreras de seguridad

El combustible gastado se coloca dentro de un panel de hierro fundido con grafito (derecha) que a su vez se introduce en un bidón de cobre (izquierda).

El combustible gastado se coloca dentro de un panel de hierro fundido con grafito (derecha) que a su vez se introduce en un bidón de cobre (izquierda).Foto: Posiva

La eliminación de los residuos se basa en un sistema de soluciones técnicas con varias barreras: Los bidones de cobre puro contienen panales de hierro fundido con grafito. Los bidones están rodeados con un protector de bentonita resistente al agua y con una barrera natural de granito estable, que no reacciona a las oscilaciones de temperatura.

Allí, la radiactividad quedará controlada durante al menos 100.000 años, rodeada de arcilla de bentonita dentro de un pozo perforado en granito a una profundidad de 420 metros.

¿Podrían soportar estas barreras una nueva era glacial? La humanidad aún no ha logrado construir algo que dure para siempre. Sin embargo, el lecho de roca fenoscándico es una de las formaciones geológicas más antiguas de Europa.

«Déjeme calcular la antigüedad de este lecho de roca», dice el geólogo de Posiva, Kimmo Kemppainen, cuando se le preguntó sobre la seguridad del granito de Finlandia. «Ha durado casi 1,8 millones de años. Es un período bastante largo, durante el que varias fases de deformación no han producido grandes cambios.»

Listo para 2020

Cuatro de las barreras que impiden la dispersión de los residuos nucleares (haga clic para ampliar): 1. Sellado del túnel, 2. Bentonita, 3. Bidón para almacenar residuos, 4. Lecho de roca.

Cuatro de las barreras que impiden la dispersión de los residuos nucleares: 1. Sellado del túnel, 2. Bentonita, 3. Bidón para almacenar residuos, 4. Lecho de roca.Foto: Posiva

¿Qué es lo siguiente? De momento, el túnel de acceso a Onkalo ya está terminado y ya se usa como laboratorio subterráneo. Pronto estarán terminados los dos pozos de ventilación y el pozo de acceso para empleados. El permiso de obra para el cementerio en sí se fijó para 2012.

Lo siguiente en la lista son la planta de encapsulación y el primero de los túneles del cementerio donde se almacenarán los bidones. Si todo va cómo Posiva espera, se solicitará una licencia de explotación al gobierno en 2018 y el cementerio se inaugurará en 2020.

El coste total estimado de la instalación es de tres mil millones de euros. Se podrán enterrar residuos nucleares por lo menos durante 100 años antes de sellarse para siempre. El tiempo dirá si Onkalo seguirá siendo la única instalación de este tipo; Fennovoima se ha unido a TVO y Fortum como operador de plantas de energía nuclear y, en los próximos seis años, debe llegar a un acuerdo con Posiva o presentar planes para crear su propio cementerio de residuos.

Por Rebecca Libermann, diciembre de 2011