La moderna ciudad de Lahti, Capital Verde Europea 2021, lleva ya tiempo ganándose la atención pública por ser pionera en soluciones medioambientales innovadoras, además de un destino en potencia para turis-tas y organizadores de congresos.
Teniendo en cuenta las numerosas restricciones para viajar durante este año, a causa de la pandemia del virus Covid-19, no se trata de un logro insignificante. En lo que respecta a la cobertura mediática, el mundo entero se ha reunido en Lahti, 100 kilómetros al norte de Helsinki. (Nota: Los enlaces de este artículo están en inglés).
Dos ciudades verdes
También en 2021, la ciudad de Lappeenranta, situada en el este de Finlandia y más pequeña que Lahti, ha obtenido un galardón similar: la European Green Leaf (más información abajo, en el recuadro). Tanto el premio Capital Verde Europea como el Green Leaf son otorgados por la Comisión Europea.
Aunque durante todo un año las distinciones serán un excelente escaparate cívico para ambas ciudades y sus habitantes, e indican la valoración positiva de sus resultados medioambientales, la idea es fomentar que sus efectos sean duraderos y compartir soluciones medioambientales urbanas.
Lahti es la duodécima ciudad a la que se le concede el estatus de Capital Verde Europea, un premio del que han disfrutado con anterioridad ciudades como Bristol, Hamburgo, Lisboa y Copenhague. Las ciudades con una población de al menos 100 000 habitantes –Lahti tiene 120 000– pueden acceder a la candidatura de este premio, concedido por Comisión Europea teniendo en cuenta varias cuestiones medioambientales, como la calidad del aire, la innovación ecológica, la biodiversidad y el transporte.
Un mundo nuevo
Sobra recordar, queridos lectores, que 2021 ha sido, por no decir otra cosa, un año inusual para quienes se dedican a organizar eventos.
“Nos hemos amoldado bien”, afirma Milla Bruneau, directora ejecutiva del proyecto Green Lahti. “Cuando llegó la pandemia adoptamos un enfoque muy realista, y nos hicimos conscientes de que todo iba a requerir planteamientos diferentes. No hemos tenido que cancelar muchos de nuestros eventos, sino que simplemente hemos encontrado nuevas formas de celebrarlos”.
“Por supuesto, eso significa que muchas de las cosas hemos tenido que hacerlas por internet. El nuevo mundo necesita de nuevas formas, lo que, en realidad, nos ayuda a llegar a un público más amplio. En lugar de celebrar un seminario a puerta cerrada para 150 o 200 personas, ahora tenemos la posibilidad de llegar a miles de personas digitalmente”.
Un entorno sano
Lahti se encuentra a orillas del lago Vesijärvi (un nombre atinado e imaginativo, que en español sería “lago de agua”, mientras que lahti significa “bahía”). Una de las principales credenciales medioambientales de la ciudad es, precisamente, la impresionante transformación del lago a partir de los años 70 y 80, ya que gracias a los esfuerzos conjuntos para hacer más sostenibles las empresas y el turismo de la región, este pasó de ser una de las vías navegables más contaminadas del norte de Europa, a ser una de las más limpias.
Ahora el Vesijärvi está repleto de peces y supone el principal suministro de agua para la cervecera Hartwall, así como para Teerenpeli, una empresa de destilería y microcervecería. Como señala Bruneau, en el futuro un entorno natural saludable y una sostenibilidad ejemplar encabezarán la lista de exigencias, tanto para los turistas como para las industrias que estén considerando nuevas ubicaciones. Lahti ya se ha anotado puntos adicionales con el anuncio de su objetivo de alcanzar la neutralidad de carbono para 2025, una década antes que Finlandia, cuyo objetivo es alcanzarlo en 2035, y 25 años antes que la UE, que espera hacerlo para 2050.
“Hemos identificado varias iniciativas primordiales, que son las más importantes para nuestro legado”, nos explica Bruneau. “Una de ellas es un centro de desarrollo para la industria de la construcción neutra en carbono, liderado por la ciudad de Lahti, para el que esperamos conseguir fondos gubernamentales”.
“Otra iniciativa es la movilidad urbana y el desarrollo del Ecosistema de Electromovilidad Verde, esto es, asegurarnos de que el transporte público sea de primera categoría y de que el centro de la ciudad cuente con una infraestructura adecuada para las bicicletas, el transporte público y los coches privados. Nuestra flota de autobuses eléctricos es muy grande, y la duplicaremos para el año que viene. Veo muchas oportunidades”.
Armonía neutra en carbono
Prácticamente la totalidad de los residuos domésticos de Lahti se clasifican y reciclan, y las eBikes y eScooters urbanos complementarán el sistema de transporte en los próximos meses. Incluso la apreciada Orquesta Sinfónica de Lahti se ha comprometido con la neutralidad de carbono, identificando las áreas en las que pueden llevar a cabo una reducción de las emisiones: transporte, consumo de energía, tecnología limpia en los sistemas de luz y sonido, o merchandising producido de forma sostenible.
La llegada de turistas internacionales a Lahti se vio reducida durante la pandemia, a excepción de las numerosas visitas de los medios de comunicación, pero el aumento de visitantes venidos de otras partes de Finlandia para pasar sus vacaciones lo compensó en cierta medida.
En el momento de escribir este artículo, otoño de 2021, lo que más lamenta Milla Bruneau es haber tenido que limitar la interacción que estaba prevista con los ciudadanos de Lahti. “La Covid nos ha impedido reunirnos con ellos en los actos más locales y pequeños, y eso me entristece un poco. Por eso estamos intentando centrarnos en ello durante lo que queda del año. En cualquier caso, estamos orgullosos de haber demostrado que somos una ciudad con soluciones de las que todo el mundo puede aprender”.
Lappeenranta, paso a paso hacia la neutralidad del carbono
Lahti no es el único municipio de Finlandia al que le han sido reconocidos sus esfuerzos medioambientales progresistas. Cerca de la frontera rusa, en el sureste de Finlandia, Lappeenranta ha sido la ganadora de 2021 del premio europeo Green Leaf, que se concede a las ciudades de menos de 100 000 habitantes. Este año Lappeenranta (72 000 habitantes) comparte el honor del galardón con Gabrovo (Bulgaria).
Al concederle el premio, la Comisión Europea elogió el “compromiso manifiesto de Lappeenranta con el desarrollo del trabajo climático” en el marco de sus esfuerzos por lograr la neutralidad en emisiones de carbono para 2030, adelantándose por cinco años al objetivo nacional de Finlandia de 2035.
El programa Green Leaf de Lappeenranta cuenta con la participación de la población local, con la organización de caminatas y recorridos en bicicleta por la naturaleza, eventos para promover la energía solar y otras fuentes de energía renovables, talleres participativos de elaboración de presupuestos en los que los ciudadanos colaboran decidiendo cómo ha de utilizarse el dinero para mejorar el medio ambiente, actos para fomentar la economía circular, eventos de sensibilización sobre la vida silvestre, y la organización de la mayor limpieza comunitaria jamás vista en el mundo.
Durante la puesta en marcha de sus respectivos programas, tanto Lahti como Lappeenranta han respetado las restricciones por la Covid-19. Y, al igual que Lahti, el deseo de Lappeenranta es dejar un legado medioambiental que vaya más allá de este año en que ha sido premiada.
Por Tim Bird, septiembre de 2021