Desde 2018, y durante cinco años seguidos, el Informe Mundial de la Felicidad ha señalado a Finlandia como el país más feliz del planeta.
En su edición 2022 destaca que Finlandia ha obtenido “una puntuación significativamente superior a la de los demás países en los diez primeros puestos”. Respecto a los demás países nórdicos, Dinamarca ha quedado la segunda, Islandia la tercera, Suecia la séptima y Noruega la octava. En los diez primeros puestos también figuran Suiza (4), Países Bajos (5), Luxemburgo (6), Israel (9) y Nueva Zelanda (10).
Editado por la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible de la ONU, el informe, llevado a cabo por décimo año, “utiliza datos de encuestas globales de más de 150 países de todo el mundo para informar sobre cómo evalúan su vida las personas”, y se publica coincidiendo con el 20 de marzo, a tiempo para celebrar el Día Internacional de la Felicidad.
El Informe Mundial sobre la Felicidad (los enlaces de este artículo están en inglés) compara las respuestas a una de las más de 100 preguntas de la Encuesta Mundial de Gallup. La pregunta es la siguiente: “En una escala de cero a diez, ¿dónde situaría su vida (siendo cero la peor vida posible y diez la mejor)?”.
En otras palabras, la felicidad a la que se refiere el informe es la satisfacción general con la vida. No se trata de ganar un peluche en la tómbola o de partirse de risa viendo un espectáculo de humor. La intención del informe, que además tiene en cuenta los datos de varios años, es llegar a algo más profundo.
Las claves de la felicidad
En concreto se calculan tres años de datos: la edición de 2022 utiliza las respuestas recogidas entre 2019 y 2021 para calcular la clasificación. Para tratar de explicar cómo funciona la felicidad y qué factores sociales contribuyen a ella, el informe también estudia otras cuestiones que se relacionan y van más allá de la pregunta de Gallup.
Los creadores del informe afirman que pueden “identificar los factores clave determinantes para el bienestar”, y que dicha información “puede servir a los países a la hora de elaborar políticas destinadas a lograr que las sociedades sean más felices”.
Al igual que los demás países nórdicos, Finlandia se ha esforzado en crear una sociedad que posea una infraestructura para la felicidad. Los sistemas sociales de Finlandia y del resto de los países nórdicos respaldan la gobernanza democrática y los derechos humanos, así como la educación y la sanidad que sean gratuitas, o cuyas tasas sean casi simbólicas.
“La verdadera medida del progreso es la felicidad de la gente”, dice el informe. “La felicidad puede medirse”, continúa, y añade, “sabemos mucho sobre sus causas”.
La gente de Finlandia y de otros países sabe que la satisfacción y el contento no aparecen sin más. Hay que construir y mantener la cultura y las instituciones sociales que constituyen la base y el marco en los que individuos y comunidades construyen su felicidad. Aunque Finlandia tiene un sistema multipartidista que da cabida a plataformas numerosas y diversas, podría describirse la felicidad como uno de los objetivos políticos generales.
La felicidad depende de los valores
En términos de valores, la felicidad finlandesa y la nórdica están relacionadas con la confianza y la libertad. En Finlandia la gente tiende a confiar en los demás, en los funcionarios públicos y en su gobierno, lo cual no significa que obedezcan a la autoridad de manera irreflexiva: aunque haya desacuerdos y discrepancias, los debates se desarrollan en un entorno de franqueza y transparencia.
El éxito reiterado de Finlandia en el Informe Mundial sobre la Felicidad se debe a factores que también aparecen en otros informes, índices y comparaciones internacionales. En el momento de redactar este artículo, según diversas organizaciones y encuestas, Finlandia es el país más estable y menos corrupto del mundo, y es el primero en buena gobernanza y en libertad política y civil. Ocupa el segundo lugar en libertad de prensa, el segundo en igualdad de género, el tercero en derechos de la infancia y el cuarto en educación. Encabeza el Índice de Desarrollo Sostenible y el Índice de Conciliación de la vida laboral y familiar, y ocupa el tercer lugar en el Índice de Justicia Social de la UE. Finlandia es también el país de la UE donde los ciudadanos expresan más confianza en los demás.
En una de las secciones del Informe Mundial sobre la Felicidad 2022, los investigadores han examinado los datos de otra encuesta mundial sobre el equilibrio y la armonía, deteniéndose a estudiar su relación con la felicidad. En dicho sondeo, el 90,4 % de los encuestados finlandeses consideraban que sus vidas se hallaban “en equilibrio”, un resultado importante solo igualado por Malta.
Luces y tinieblas
Es difícil ocuparse de la felicidad cuando en el mundo hay tanta infelicidad y admitir que ambas van a seguir existiendo. El Covid-19 no entiende de fronteras nacionales, como tampoco lo hacen el cambio climático y la guerra, que no deja de existir.
No obstante, y aunque sea una vez al año, el Informe Mundial sobre la Felicidad y el Día Internacional de la Felicidad suponen una buena oportunidad para hablar sobre el origen de la satisfacción y la felicidad.
Los mismos valores y estructuras que permiten que las personas experimenten satisfacción en sus vidas, constituyen asimismo la base para encontrar soluciones a los retos a los que se enfrenta la humanidad, como las pandemias, la violencia y las poblaciones desplazadas. La buena gobernanza, la libertad de prensa, la confianza, la igualdad y la educación representan la base para sostener el progreso, a pesar de las dificultades, y también para alcanzar de paso algún tipo de felicidad.
Por la Redacción de ThisisFINLAND, marzo de 2022