A veces parece que la Navidad ha perdido su significado tradicional y se ha convertido en una época de consumo excesivo. Las organizaciones medioambientales finlandesas ofrecen un buen abanico de sugerencias para disfrutar de estas fechas de forma sostenible pero sin perder ni un ápice de diversión.
«Es bueno que intentemos pasar una Navidad ecológica, pero eso no significa que no puedas desmelenarte un poco y disfrutar de las fiestas, porque los hábitos de consumo de los otros 364 días tienen un impacto mucho mayor que el día de Navidad», dice Jussi Nikula, director del programa de huella ecológica de WWF en Finlandia.
La Navidad es época de dar. Pero las organizaciones verdes finlandesas animan cada vez más a la gente a hacer regalos no materiales en sustitución de todos esos regalos que nos llenan las casas de artículos que no queremos. «Si piensas en lo que de verdad hace feliz a la gente, la mejor forma de celebración es hacer algo juntos, quizás ir al teatro o a una exposición», continúa Nikula. Las personas mayores que viven solas disfrutarán especialmente de esos momentos compartidos.
Organizaciones humanitarias como FinnChurchAid, WWF y World Vision Finland desarrollan actividades muy populares que permiten hacer regalos a personas necesitadas en países en vías de desarrollo en nombre de amigos o familiares que ya poseen demasiadas cosas materiales, regalos que pueden cambiar vidas e incluso salvarlas.
Controlar la cantidad de comida
Nikula destaca que los tres aspectos principales de la huella ecológica que cada uno de nosotros deja durante el año son el transporte, la alimentación y la vivienda. Y al planificar una Navidad verde debemos pensar en estos tres aspectos.
«Cuando planificamos la comida de Navidad la tendencia siempre es a exagerar el consumo», explica Nikula. «Lo más importante es no comprar demasiada comida y no desperdiciarla, así que se impone el uso de congeladores y de imaginación para utilizar lo que haya sobrado.»
El plato principal de la comida navideña en Finlandia es un gran jamón. «En realidad, un jamón más pequeño sería mejor para la mayoría de las familias porque dejaría más sitio para otros platos tradicionales finlandeses como la ensalada de remolacha, y los guisos hechos con tubérculos de temporada cultivados localmente, que protegen el medioambiente», sigue Nikula.
El pescado también ocupa un lugar importante en las mesas navideñas de Finlandia. Entrantes basados en los tradicionales arenques salados y otras especies capturadas de forma sostenible, son preferibles a la sobreexplotación a la que se somete, por ejemplo, al salmón salvaje. El capítulo finlandés de WWF publica una guía detallada de los peces capturados de forma sostenible.
El postre más común de la Navidad en Finlandia es el porridge de arroz, una especie de arroz con leche, con ciruelas. Nikula sugiere regresar a las tradiciones más antiguas, cuando el porridge se hacía con la cebada local.
Opciones para una Navidad verde
«La Navidad es también una época en la que mucha gente aprovecha para visitar familiares o tomarse unas vacaciones, y la decisión sobre la forma de viajar puede ser un inconveniente si lo que queremos es disfrutar de una Navidad más ecológica», continúa Nikula. «Volar a Tailandia para Navidad tiene un impacto sobre el clima mucho mayor que cualquier otra cosa que hagas en casa.»
Es sorprendente la cantidad de abetos de Navidad que se importan a Finlandia desde plantaciones especializadas de Dinamarca o Estonia, teniendo en cuenta que es como enviar arena al Sahara. WWF recomienda comprar árboles plantados localmente y en especial usar la punta de aquellos abetos que se corten con otros fines comerciales.
La luces y las velas de Navidad son ampliamente utilizadas en Finlandia para iluminar la oscuridad invernal. Pero no es necesario que su jardín se asemeje a Las Vegas. Se puede crear una atmósfera mucho más agradable con unas pocas velas estratégicamente colocadas en las tradicionales linternas de hielo finlandesas, hechas a partir de bolas de nieve o cubos de agua.
«Cuando compre las luces de Navidad, busque opciones duraderas y de bajo consumo», recomienda Nikula. «Y si utiliza las denominadas velas de té, es muy importante reciclar los envases de aluminio, porque el aluminio deja una huella ambiental muy grande.»
Las organizaciones medioambientales recomiendan enviar felicitaciones de Navidad electrónicas para ahorrar en sobres, tarjetas y transporte, aunque WWF vende tarjetas navideñas con motivos propios de la vida animal para obtener fondos para desarrollar sus proyectos de conservación de la naturaleza.
«Hacer más verde la Navidad puede ser bastante sencillo», afirma Nikula. «Regálale a tus seres queridos experiencias compartidas en vez de cosas materiales, evita el desperdicio de comida y piensa cómo viajar durante tus vacaciones.»
Por Fran Weaver, diciembre de 2013