Afortunadamente, los productores cinematográficos finlandeses hacen cada vez más por mejorar sus credenciales en cuanto a sostenibilidad. La primera película finlandesa con huella de carbono cero se titula La espera (en finés Odotus), y está basada en la obra del prestigioso escritor finlandés Juhani Aho (1861-1921).
Rodado en 2020 y con su estreno previsto en 2021, el filme traslada temas intemporales como el amor y la búsqueda de la felicidad y la pasión, a la época contemporánea. La actriz Inka Kallén y el director Aku Louhimies escribieron el guion conjuntamente, y Kallén protagoniza además la cinta. En el momento de aparecer este artículo, aún no está confirmada la fecha exacta del estreno.
En plena pandemia
La espera transcurre en el idílico y recóndito archipiélago del suroeste de Finlandia. El rodaje se realizó a finales del verano de 2020 en Seili (Själö en sueco, también lengua oficial de Finlandia), una isla con una larga historia.
Seili fue un lazareto de leprosos en los siglos XVII y XVIII, para más tarde convertirse en asilo para enfermos mentales. En la actualidad, el edificio del antiguo manicomio funciona con energía solar y es la sede del Instituto de Investigación del Archipiélago del Centro de Investigación Medioambiental de la Universidad de Turku.
El plan de producción de La espera tuvo en cuenta las medidas y restricciones impuestas en Finlandia a causa de la Covid-19. Una coincidencia, ya que en el argumento de la película hay una pandemia, y sus personajes defienden un modo de vida respetuoso con el medio ambiente.
«En cierto modo, resultaba fácil estar seguros en una isla tan retirada, por lo que la localización era perfecta», afirma Kaarina Gould, coproductora de la película con Louhimies y Andrei Alén. «Además todo el equipo se sentía muy comprometido y motivado en cuanto a las opciones de neutralidad de carbono».
Comer verduras, reutilizar la ropa, compensar el carbono
La huella de carbono de la película se calculó a partir de los numerosos productos, servicios y actividades que eran necesarios para su realización, como el transporte, la alimentación y la electricidad. Con el fin de monitorear y llevar la cuanta correcta de su huella de carbono, todos los miembros del equipo habían leído Ekosetti, la guía de producción sostenible que la Universidad Aalto ha creado para la industria audiovisual finlandesa.
«Fue divertido e interesante, porque eso unió al equipo», dice Gould. «Una vez que te pones a compensar tus emisiones, ya no hay vuelta atrás».
El equipo de producción recurrió a un socio local que ofrecía en su cáterin comida vegetariana. Registraron todos los datos de la comida y minimizaron los residuos. El personal de vestuario de La espera trabajó con Relove, una tienda de ropa de segunda mano de Helsinki, pionera en moda circular.
«Nuestros valores y los del proyecto estaban en perfecta consonancia, así que resultó fácil y divertido», nos explica Iines Alavuo, directora de marketing de Relove. «Cuando la gente antepone el propósito a los beneficios, es que hay algo realmente especial: ¡la magia simplemente sucede!».
Los productores de la película adquirieron compensaciones de carbono a través de una organización finlandesa especializada en este tipo de iniciativas. El cálculo del total se basó en el consumo de alimentos, transporte y otros bienes y servicios durante todo el proceso de rodaje. Las compensaciones no llegaron a los 700 euros.
Neutrales y nórdicos
Los países nórdicos llevan mucho tiempo queriendo ser un ejemplo en cuanto a política climática internacional y dando uso a innovaciones verdes en los hogares, las empresas y el gobierno. Finlandia declaró que para 2035 se convertirá en un país con cero emisiones de carbono y que su objetivo es que, en poco tiempo, sus emisiones de carbono lleguen a ser negativas. Dinamarca, Islandia, Noruega y Suecia se han comprometido a ser neutros en carbono en un plazo de dos o tres décadas.
Tal vez no tengamos que esperar tanto para que todas las películas que se produzcan en Finlandia sean “cero emisiones netas de carbono”. Invertir en proyectos para la reducción de carbono, como la reforestación o los parques eólicos, sería lógicamente el siguiente paso para la industria cinematográfica mundial. «Esperamos que en el futuro la compensación de emisiones no sea la novedad, sino la norma», dice Gould.
Por Carina Chela, febrero de 2021