Durante más de un siglo, los finlandeses han ido creando su propio estilo de música de tango. El popular grupo Tango-orkesteri Unto ofrece una mezcla fluida de música clásica y contemporánea, folk e intelectual.
El primer tango finlandés se interpretó el 7 de febrero de 1913 en el teatro Apollo en la calle de la Esplanadi de Helsinki, en un edificio que actualmente alberga el Ministerio de Justicia. El tango se ha convertido en una importante tradición finlandesa.
Cien años más tarde, el grupo Tango-orkesteri Unto constituye la personificación más elegante de esta tradición. El grupo está formado por seis profesionales experimentados de diferentes géneros musicales, todos con una lista de reconocimientos tan larga como la calle de la Esplanadi. En el año 2013, la orquesta celebrará su 15º aniversario.
El registro romántico de la expresión
«¿De verdad llevamos ya 15 años? ¡Vaya!», exclama sorprendido el vocalista Pirjo Aittomäki mientras se toma un café en el bar del Helsinki Music Centre. «Me acuerdo del primer concierto, en la Expo 98 de Lisboa. Tras el concierto, un chico portugués se acercó y me dijo que era la música más romántica que había escuchado nunca»
Desde entonces, el sexteto cautiva auditorios por toda Europa. La discográfica británica ARC Music ha publicado dos álbumes de la orquesta y grabará un tercero este verano. Ahora Unto ampliará el territorio y tocará sus primeros conciertos en América.
El Nuevo Mundo le es familiar al afable pianista y arreglista Timo Alakotila, profesor en la Academia Sibelius. Estuvo de gira en los Estados Unidos con la orquesta de folk JPP y Troka, junto a Mauno Järvelä y a Johanna Juhola, el violinista y la acordeonista de Unto respectivamente. Solo un par de semanas antes del debut de Unto, Troka apareció nervioso en el legendario programa radiofónico de Garrison Keillor en Minnesota llamado A Prairie Home Companion.
Mientras tanto, Aittomäki se fue de gira por todo el mundo con el grupo de pop coral Adiemus y protagonizó musicales como Los Miserables. Con todo este bagaje, la vocalista sabe cómo cantar una canción a voz en grito cuando es necesario o cómo convertirla en un momento íntimo, suspendido en el tiempo.
Este amplio registro expresivo desempeña un papel fundamental en la profundidad del material de Unto e incluye clásicos desde la época dorada del tango finlandés hasta originales que traen de vuelta con fuerza esta tradición al siglo XXI.
Canciones eternas
Durante la época dorada del tango finlandés, desde 1940 hasta los años sesenta, despuntaron los compositores Toivo Kärki y Unto Mononen, quien puso nombre a esta orquesta.
«Desde el principio, hemos compuesto tangos tradicionales pero haciendo que sonaran modernos», dice Alakotila. «Una buena canción se puede interpretar a través de diferentes estilos y generaciones. Tanto Mononen como Kärki han escrito melodías eternas que están a la altura de los clásicos tangos argentinos, ¡eso por lo menos! Realmente puedes sentir la pasión y la melancolía».
Su manera de tocar es elegante, madura y acústica, lejos del refinado estilo popular y comercial del Seinäjoki Tango Festival y de los cruceros por el Báltico.
Las canciones de la orquesta también son más literarias, pues a menudo presentan poemas modernistas finlandeses en forma de canción.
«Sin embargo, no me parece que tengan pretensiones artísticas», dice Aittomäki, «porque los poemas son muy sencillos. Pero tienen algo más. No quiero decir que sean más profundos, pero la poesía utiliza palabras distintas a las típicas letras de las canciones pop».
Se permite bailar
Unto ofrece el sonido de seis músicos virtuosos en el punto álgido de su trayectoria profesional, lo mejor del panorama musical finlandés y de diferentes géneros.
Entonces, ¿por qué se mueven al compás del ritmo? ¿acaso hay algún ingrediente secreto? Probablemente tenga que ver con la ausencia de algo: la batería.
«Eso nos hace muy flexibles en cuanto al ritmo», dice Aittomäki. «Tocamos de una manera más apasionada que el tradicional tango finlandés, que es muy recto, un poco más rígido».
Más que la batería, Unto confía en los ritmos sincopados del bajista Hannu Rantanen (de la orquesta Värttinä) y del guitarrista y bandolinista Petri Hakala, veterano de incontables grupos de folk finlandeses, irlandeses y americanos.
«La gente casi nunca baila en nuestros conciertos aunque, por supuesto, ¡no está prohibido!», dice Alakotila. «Eso es más de material en directo».
Sin embargo, aunque esta música invita a reflexionar y a soñar, no es extraño sorprenderse a uno mismo balanceándose y moviendo los pies al ritmo de las notas.
Por Wif Stenger, febrero de 2013