Cuando se trata de aprovechar al máximo los materiales y minimizar los residuos, Finlandia cuenta con gran experiencia en el uso de tecnologías innovadoras en sectores cruciales.
El concepto de una “economía circular”, donde todos los materiales se utilizan y se reciclan en su totalidad, es cada vez más apreciado como un objetivo vital en un mundo que se enfrenta a problemas críticos como el cambio climático y la escasez de recursos naturales.
La Unión Europea está terminando una ambiciosa Estrategia de Economía Circular y mientras, el gobierno finlandés ha dado prioridad a las inversiones que promueven la economía circular entre sus nuevos proyectos.
“Desarrollar una economía circular implica mucho más que reciclar los residuos. Implica cambios radicales que abarcan desde la elección de las materias primas, el diseño de productos y nuevos conceptos de servicio hasta un mayor uso de los subproductos de la industria como materias primas para otros negocios”, explica Mari Pantsar, Directora de Sostenibilidad Ecológica en el Fondo de Innovación Finlandés Sitra.
Eficiencia energética y material en la industria
“La industria de la pasta y el papel es un ejemplo de una industria importante en la que prácticamente todos los materiales y subproductos generados durante el procesamiento de la madera ya se están utilizando en otros productos o para generar energía renovable”, dice Pantsar. Las empresas finlandesas están descubriendo rápidamente nuevas aplicaciones para los biomateriales innovadores derivados de la madera, permitiendo la utilización mejorada de la biomasa procedente de los bosques de Finlandia gestionados de manera sostenible, donde crece más madera de la que se cosecha cada año.
Normalmente, la mejora del uso de las materias primas va de la mano del ahorro energético. Finlandia, al ser un país con un clima frío y sin reservas de combustibles fósiles propios, reconoció hace tiempo la necesidad de aprovechar al máximo la eficiencia energética en la industria y en los edificios. Esta experiencia exportable es ahora más importante que nunca, si tenemos en cuenta la necesidad de reducir emisiones y luchar contra el calentamiento global.
Además de crear una bioeconomía sostenible neutra en carbono mediante un mejor uso de la biomasa forestal, Finlandia está contribuyendo activamente con su concepto de economía circular en otras áreas clave.
Pantsar explica cómo la maquinaria y los equipos electrónicos deberían diseñarse para hacer posible que se pudieran recuperar para ser reutilizados, tanto ellos como todos sus componentes. “Ponsse, fabricantes finlandeses de máquinas forestales, ha sido pionera con su concepto de la modularidad del producto integrando piezas multifunción en máquinas que pueden arreglar fácilmente y volver a utilizarlas, utilizando también su red de ventas internacional”, añade.
Lo que circula, vuelve
Los hogares también pueden contribuir a eliminar los residuos y hacer circular las mercancías y materiales por la economía eligiendo con más frecuencia servicios de leasing, compartiendo programas y utilizando mercancías de segunda mano. En lo que se refiere al reciclaje convencional, las familias finlandesas lideran desde hace tiempo el camino cuando se trata de envases de bebidas y papel. Las mejoras en la recogida, clasificación y procesado se centrarán a continuación en otros materiales reutilizables incluidos plásticos, metales y textiles.
Mientras los productores y distribuidores alimentarios de Finlandia buscan reducciones radicales en residuos alimentarios, la empresa energética finlandesa St1 es pionera en la producción de biocombustible a partir de residuos de la industria alimentaria.
Pantsar explica que en la agricultura, el reciclaje de los nutrientes necesarios para cosechar cultivos es otro objetivo crucial para Finlandia, puesto que los nutrientes excedentes en la escorrentía de las tierras agrícolas agravan los problemas ecológicos del Mar Báltico. “En lugar de fertilizantes químicos importados, se anima a los agricultores a que utilicen residuos orgánicos reciclados en sus campos, o a incluir cultivos con altos contenidos de nutrientes en los ciclos de cultivo”, declara.
Los expertos de Sitra están ayudando a crear una ambiciosa hoja de ruta con el objetivo de conseguir que las mercancías y materiales circulen sin problemas dentro de la economía finlandesa. Así, se han identificado potenciales ahorros que alcanzan miles de millones de euros al año en sectores clave.
“Nuestros planes dan gran importancia a la estrecha colaboración entre la industria, los investigadores, las agencias gubernamentales, los legisladores y las autoridades locales”, dice Pantsar. “Mediante el trabajo de I+D se pueden crear nuevos modelos de negocios y diseños de productos modulares que tienen en cuenta la necesidad de un fácil mantenimiento, la reutilización múltiple y el reciclaje ya desde el principio”.
Ropa nueva de ropa viejaLa ropa usada puede convertirse ahora en nuevas prendas, gracias a un innovador proceso ideado por el Centro de Investigación Técnica VTT y Ethica como parte del proyecto de Economía Circular Finlandesa de Textiles. En la primera fase de este revolucionario programa de demostración de reciclaje, el Centro de Reutilización del Área Metropolitana de Helsinki separa las prendas de algodón que contienen fibras reutilizables, incluso aunque el tejido esté tan estropeado que no se puedan poner a la venta como ropa de segunda mano. El tejido de algodón compactado por los especialistas de reciclaje de Suez se disuelve entonces en álcali para formar una solución de celulosa. A continuación, se forman nuevas fibras centrifugando esta solución en las instalaciones de troquelado de una fábrica de viscosa que ya no está operativa. A partir de ahí, la firma finlandesa Pure Waste fabrica nuevos tejidos y los convierte en prendas diseñadas para la cadena de moda Seppälä. Las primeras prendas nuevas creadas mediante el programa saldrán a la venta durante 2016 en las tiendas de Seppälä. También se podrán comprar a través de internet y se entregarán en embalajes reutilizables RePack, eliminando otra capa de residuos y permitiendo que los consumidores devuelvan la ropa antigua, completando así el ciclo. |
Por Fran Weaver, febrero de 2016