El diplomático y negociador finlandés Martti Ahtisaari fue galardonado con el premio Nobel de la Paz en 2008 por sus logros en la resolución de los conflictos de Namibia, los Balcanes, Aceh y otras áreas en crisis.
A lo largo de los años, el expresidente de Finlandia, Martti Ahtisaari, contribuyó a la resolución de conflictos en África, Asia y Europa. Su incansable labor por la causa de la paz fue reconocida con la concesión del premio Nobel de la Paz en el año 2008.
Ahtisaari, que fuera presidente de Finlandia entre los años 1994 y 2000, obtuvo más protagonismo en la esfera internacional que ningún otro finlandés de nuestra historia reciente, rivalizando tan solo con la ex primera ministra Sanna Marin, que estuvo en el cargo de 2019 a 2023. Al dejar la presidencia de la nación, en el año 2000, fundó la ONG Crisis Management Initiative, de cuyo consejo fue presidente.
Gran reputación
Diplomáticos, periodistas y otros observadores, describieron a Ahtisaari como una persona directa, accesible y considerada. Fue muy apreciado en el ambiente multicultural de la ONU, por gente de muy diferentes nacionalidades y de distintos niveles en la jerarquía de la organización.
Pragmático, como todo buen mediador, empleaba el tradicional sentido común finlandés y se expresaba en un lenguaje claro. También sabía ser duro cuando era necesario y decir las verdades abiertamente, aunque ello significara herir en el ego a su interlocutor.
Para asegurarse de que no quedaba ningún aspecto sin considerar, solía emplear un método que consistía en dar a sus colaboradores un tema a debatir, escucharlos y seleccionar aquellos ingredientes que podían convertirse en una propuesta acertada.
De maestro a diplomático
Martti Oiva Kalevi Ahtisaari nació en 1937, en Viipuri, una ciudad del golfo de Finlandia que perteneció al país hasta 1940, año en que fue anexionada a la Unión Soviética. Después de hacer el servicio militar, a finales de los cincuenta, Ahtisaari se graduó de maestro de primaria y trabajó en algunas escuelas de Finlandia y Pakistán.
Entre 1965 y 1973, trabajó en el Departamento de Cooperación Internacional del Ministerio de Asuntos Exteriores de Finlandia. En 1973, fue nombrado embajador en Tanzania, también acreditado en Zambia, Somalia y Mozambique, ganando un gran prestigio como especialista en política africana en Tanzania.
Desde entonces, en palabras del Comité del Nobel de Noruega, fue «una figura destacada en los esfuerzos por resolver varios conflictos serios y de larga duración». En Tanzania se labró su reputación como especialista en política africana.
A solicitud de los dirigentes africanos, el secretario general de la ONU lo nombró comisionado para Namibia en 1977. Al año siguiente ya era representante especial del Secretario General en aquel país. Al anunciar el nombre del ganador del premio Nobel de la Paz del año 2008, el Comité Nobel observó que en 1989 y 1990, Ahtisaari había ejercido un papel significativo en el establecimiento de la independencia de Namibia.
El rol de Ahtisaari en el proceso de independencia de Namibia consistió en coordinar las opiniones, frecuentemente divergentes, de las Naciones Unidas, Sudáfrica, la Organización por la Independencia de Namibia SWAPO, Occidente y la Unión Soviética, mientras forjaba un acuerdo que fuera aceptable para todas las partes. Fueron muchos los años de labor, antes de que todas las piezas del rompecabezas encajaran en su lugar.
El desafío de Kosovo
En 1999, en circunstancias sumamente difíciles, Ahtisaari elaboró las propuestas para resolver el conflicto de Kosovo. Mientras tenía lugar el genocidio, los países de la OTAN trataban de ejercer presión sobre Yugoslavia con una campaña masiva de bombardeos. Cuando advirtieron que no era suficiente, solicitaron ayuda diplomática.
La tarea consistía en conseguir que los Estados Unidos, sus aliados de la OTAN, Rusia y Yugoslavia, aprobaran un acuerdo que combinara todas sus demandas mínimas de manera que nadie pudiera sentir que estaba cediendo excesivamente. Esta vez el desafío duró sólo ocho semanas, pero éstas fueron de trabajo febril.
En otoño de 2005, Ahtisaari volvió a centrar su atención en Kosovo, dirigiendo las negociaciones sobre el tema, excepcionalmente complejo, del futuro estatus del país.
La pacificación de Aceh
El Comité del Nobel destacó que, en el año 2005, Ahtisaari y Crisis Management Initiative (CMI) tuvieron un papel central en la solución del conflicto provocado por la reclamación de independencia de la provincia indonesia de Aceh. Se le pidió a la CMI que intermediara en las conversaciones entre el gobierno indonesio y el Movimiento Aceh Libre (GAM).
La primera rueda de negociaciones, de hecho la primera entrevista cara a cara entre las partes desde mayo de 2003, tuvo lugar en Helsinki en enero de 2005. Los encuentros subsiguientes se realizaron en febrero, abril y mayo.
El CMI elaboró posteriormente el borrador del Memorándum de Entendimiento, que constituyó la base para un quinto encuentro que se celebró en julio del mismo año. El 15 de agosto de 2005 se firmó el acuerdo, con la participación del CMI en su fase de realización.
Cada historia tiene varias lecturas
Ahtisaari también llevó a cabo contribuciones excepcionales en la resolución de conflictos en Irak, Irlanda del Norte, Asia Central y el Cuerno de África, aunque, naturalmente, no todas las soluciones que propuso para los problemas internacionales fueron del gusto de todos.
Sus detractores fueron especialmente críticos con sus propuestas para el futuro estatus de Kosovo. Insinuando esta cuestión, Yuri Deryabin, eminente diplomático ruso y antiguo embajador de Rusia en Finlandia, escribió en el periódico finlandés Kaleva que Ahtisaari no había ganado el premio Nobel por haber presidido las negociaciones sobre Kosovo.
Deryabin declaró que estaba convencido de que Ahtisaari había intentado sinceramente promover la causa de la paz en Kosovo, añadiendo que dudaba que los críticos se hubieran ni tan siquiera leído las propuestas de Ahtisaari para la zona. Ahtisaari había propuesto una independencia “condicional” para Kosovo, algo que habría garantizado amplios derechos a la minoría serbia.
El valor de la mediación
Entre las operaciones en Namibia y Kosovo, Ahtisaari ocupó los puestos de Secretario General Adjunto de las Naciones Unidas para Asuntos Administrativos, Secretario de Estado del Ministerio de Asuntos Exteriores de Finlandia y presidente del Grupo de Trabajo de la ONU sobre Bosnia-Herzegovina en la Conferencia Internacional de Paz sobre la ex-Yugoslavia.
Fue miembro del Consejo del East-West Institute, con sede en Nueva York, y de los consejos asesores de las fundaciones Open Society Institute y Soros, que operan en varios países. También fue presidente de la Fundación para la Infancia y Juventud Balcánicas, del Consejo de Acción Global de la Federación Internacional de la Juventud y miembro del Consejo de Interpeace.
Hasta el año 2003, formó parte del Directorio del Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA) y hasta 2004, fue presidente del Grupo Internacional de Crisis (ICG), con sede en Bruselas. A principios de octubre de 2008 recibió el Premio de la Paz de la UNESCO.
El premio Nobel de la paz de Martti Ahtisaari fue muy bien recibido en Finlandia, un país que invierte muchos recursos intelectuales y materiales en la causa por la paz. El Comité del Nobel de Noruega lo describió como un destacado mediador internacional, que con su incansable esfuerzo y sus buenos resultados, demostró el valor que tiene la mediación en la resolución de los conflictos internacionales.
Martti Ahtisaari falleció el 16 de octubre de 2023, a los 86 años.
Por Joseph Brady y Peter Marten, actualizado en octubre de 2023