Hot en día la industria de la confección parece cosa de magia, porque con solo entrar en cualquier tienda, uno puede elegir entre miles de prendas diferentes en una enorme variedad de estilos. Sin embargo, y por eso mismo, la insostenibilidad es la principal característica de este negocio.
Algunos de los materiales más habituales, como el poliéster, son derivados del petróleo. Las microfibras de plástico de las telas sintéticas van a parar a los océanos y pasan a formar parte de la cadena alimenticia. Por otro lado, la producción de fibras naturales como el algodón exige una enorme cantidad de agua.
La misma naturaleza cambiante de la moda anima a la gente a deshacerse de la ropa vieja, que acaba abarrotando los basureros, y a sustituirla por otras prendas, por lo siguiente que esté de moda. Se trata de un problema de dimensiones monumentales, pero del que por suerte la gente ya va siendo consciente.
Un traje de noche hecho de abedul
“Hoy en día la sostenibilidad se está convirtiendo en algo muy importante para el consumidor”, afirma Anna-Kaisa Auvinen, directora general de Finnish Textile and Fashion (Textiles y moda de Finlandia), una organización del ramo textil y de la confección.
“En Finlandia disponemos de grandes innovaciones en cuanto a fibras, innovaciones que van a ayudar a que la industria a sea más respetuosa con el medio ambiente. Vemos que cada vez emergen más empresas en Finlandia cuyo valor fundamental es la responsabilidad social corporativa”.
Varias organizaciones finlandesas llevan años dándole vueltas a la cuestión de las materias primas sostenibles en la fabricación de textiles. Una de ellas es VTT, el Centro de Investigación Tecnológica de Finlandia, dependiente de la Universidad Aalto. Pirjo Kääriäinen, catedrática de Innovación en fibras orientada al diseño en la Universidad Aalto, calcula que en estos momentos hay siete u ocho proyectos diferentes en curso, algunos de los cuales ya han salido del laboratorio y están siendo puestos en práctica.
En la Universidad Aalto, la catedrática Pirjo Kääriäinen y el científico Michael Hummel nos muestran cómo ellos y sus estudiantes han logrado transformar la madera en fibra y tela, sin producir residuos ni utilizar productos químicos. (Vídeo en inglés).Video: Ioncell/Aalto University
Kääriäinen participa en Ioncell, un proyecto que ha desarrollado un método para crear fibras textiles de alta calidad a partir de madera o materiales reciclados.
La mejor publicidad que podían imaginar para su producto les llegó de la mano de Jenni Haukio, la primera dama de Finlandia, cuando esta eligió un vestido confeccionado con fibra de Ioncell para la gala anual del Día de la Independencia.
Una fuente inagotable de materias primas
“Los métodos tradicionales de fabricación de fibras a partir de la celulosa, como por ejemplo el rayón, requieren de productos químicos pesados”, explica Pirjo Kääriäinen. “Todo el proceso de producción de Ioncell es seguro e inocuo. Incluso puede mantener los colores: si se reciclan camisetas rojas, al final del proceso se pueden obtener fibras rojas, sin necesidad de volver a recurrir a los tintes”.
Otra de las compañías que trabajan en este campo es Infinited Fiber, cuyos orígenes se remontan a los años 80 del siglo pasado, cuando varias empresas finlandesas y el VTT sometieron a estudio la producción de viscosa.
“El momento crucial llegó más o menos en 2010, cuando descubrimos cómo usar el papel destinado a reciclaje como materia prima”, cuenta Petri Alava, director ejecutivo de Infinited Fiber. “Ahora podemos utilizar una enorme variedad de materias primas, como papel, cartón, o deshechos textiles. La disponibilidad es un tema de gran importancia para la industria, pero ya tenemos una parte de la infraestructura establecida y lista para materiales como el cartón, por ejemplo”.
Infinited Fiber se escindió de VTT en 2015 y ahora tiene una planta piloto en funcionamiento. Su sistema de procesamiento separa la fibra, la convierte en líquido, y transforma el líquido en una nueva fibra similar al algodón. El algodón representa la materia principal para el mercado textil convencional, e Infinited Fiber tiene planeado conceder licencias de su tecnología a los grandes productores mundiales. Su mezclilla para tejanos ya reúne el 100% de los requisitos comerciales de calidad.
“Nos anima mucho ver el gran interés que hemos despertado en el mercado textil”, dice Alava. “La generación más joven exige que la ropa sea ecológicamente sostenible, y ese es el mayor reto para las marcas de moda”.
Hay que hilar fino para ganar
Spinnova tiene su sede en Jyväskylä, una ciudad del centro de Finlandia situada en el corazón forestal del país. Utilizan pulpa de madera como materia prima, pero su proceso de hilatura es otro.
“Utilizamos productos químicos totalmente inocuos”, afirma Janne Poranen, director ejecutivo de la compañía. “Para crear los filamentos textiles usamos un proceso mecánico de hilado de las fibras naturales a través de pequeños atomizadores”.
El único subproducto de la tecnología de Spinnova es el agua que se evapora durante el secado y se reutiliza en el proceso de hilado. Este sistema de circuito cerrado llamó la atención de Marimekko, el icono de la moda finlandesa, y eso significó el comienzo de una estrecha colaboración. En estos momentos, las dos empresas están planeando poner a la venta su producto en un futuro próximo.
“Nuestra planta piloto está aún en fase de arranque, pero no tardaremos en ampliarla”, afirma Poranen. “Esperamos que dentro de dos o tres años haya grandes volúmenes de producción”.
La meta común de los innovadores finlandeses como Spinnova, Ioncell e Infinited Fiber es colosal: encontrar un proceso sostenible, con materiales sostenibles, para hacer frente a las necesidades textiles del mundo. Los métodos que emplean pueden ser diferentes, pero nadie dijo que hubiera una sola manera de caminar por la pasarela.
Por David J. Cord, marzo de 2019