El museo de arte Amos Rex ha sido elegido por la BBC como uno de los espacios arquitectónicos más innovadores de Europa en 2018. Se halla situado en el Lasipalatsi (Palacio de Cristal), un icónico edificio funcionalista de altos ventanales que fue construido en 1936.
El Lasipalatsi alberga también oficinas, comercios, restaurantes y el también remodelado cine Bio Rex. El museo Amos Rex no hará sino impulsar que el edificio ascienda a nuevos niveles.
O en realidad, que ascienda y descienda, ya que algo ha sucedido bajo la superficie.
Diseñado por el estudio JKMM Architects de Helsinki, sus 2170 metros cuadrados de espacio expositivo se hallan bajo tierra. Al tratarse de un edificio protegido, era imposible levantar uno nuevo detrás del Lasipalatsi, en la plaza que lleva su mismo nombre y que hasta principios del siglo XXI había servido de terminal de autobuses.
Un distrito para el arte
Ahora, en su lugar, varios domos de dimensiones variadas adornan la plaza, y el público es libre de subirse y andar sobre ellos. Cada domo acaba en un apéndice en forma de cono truncado que culmina en una claraboya, lo cual permite que entre la luz del día en las salas que hay bajo el nivel del suelo.
Los arquitectos han conservado la torre del reloj, en el centro de la plaza. En su vida anterior era una chimenea, pero ahora sirve de conexión, agrupando el espacio que la rodea, y además alberga parte del sistema de ventilación del Amos Rex.
Sin salirse de su presupuesto y listo para su inauguración el 30 de agosto de 2018, este proyecto de 50 millones de euros, que ha sido financiado de manera privada, une sus esfuerzos a la creación de un nuevo distrito de museos para Helsinki. El Amos Rex se halla en la principal arteria de la capital, la Avenida Mannerheim, justamente en el lado opuesto de la nave gris plateada del museo Kiasma, vanguardia del arte contemporáneo de Finlandia. También en las proximidades se encuentra el neoclásico Ateneum, el principal museo de bellas artes del país.
Nuevas instalaciones palaciegas
Kai Kartio, presidente ejecutivo y director del Amos Rex, dice que los museos adyacentes no solo no competirán entre sí, sino que colaborarán para acentuar su proximidad geográfica como forma de atraer a los visitantes. Según sus previsiones, el Amos Rex recibirá 200 000 visitas durante su primer e intenso año.
El Helsinki Art Museum (HAM) y el Taidehalli Helsinki están también situados a unos pocos cientos de metros del Lasipalatsi, y el primero se encuentra en el Tennispalatsi (Palacio del Tenis), un edificio funcionalista de los años 30, ya renovado.
Desde 1965, el Amos Rex —anteriormente Museo de Arte Amos Anderson— ocupó la que fuera casa de Amos Anderson (1878-1961), editor de un diario en lengua sueca, coleccionista de arte y miembro del Parlamento de Finlandia. Famoso por su colección de arte finlandés de los siglos XIX y XX, en museo había dejado de ser viable en unas instalaciones cuya estructura tenía ya 105 años.
«Es un edificio antiguo y encantador, pero nada práctico», afirma Kartio. «Era ya imposible continuar en él».
En el mismísimo centro
A principios del primer decenio del presente siglo, cuando comenzó la búsqueda de un nuevo hogar, el vecino Lasipalatsi —propiedad del municipio— se convirtió en una opción clara, debido a su disponibilidad, su localización céntrica y el atractivo de ser uno de los tesoros de la ciudad.
Construido expresamente en 1940 para las Olimpiadas de Verano de Helsinki (que no se celebraron hasta 1952, a causa de la Segunda Guerra Mundial), la idea era que el Lasipalatsi —un edificio bajo que se extendía a lo largo de una manzana—fuese demolido al cabo de unos años para ser sustituido por un edificio de mayor altura. En consecuencia, se le dio carta blanca a tres jóvenes arquitectos para que diseñaran la estructura como estimasen oportuno, siguiendo el popular estilo funcionalista de la época.
La demolición fue aplazándose muchos años y el Lasipalatsi pasó por momentos difíciles durante los 80, hasta acabar siendo edificio protegido y serle concedido el estatus de obra maestra modernista por parte de la fundación conservacionista Docomomo International. A pesar de su atractivo estético, el Lasipalatsi se había convertido en una carga financiera para la ciudad de Helsinki, que estaba ansiosa por colaborar con la acaudalada fundación del museo de arte. La ciudad se a quedado con parte del espacio destinado a locales comerciales, que alberga restaurantes y tiendas, mientras que el Amos Rex controla ahora la mayor parte del edificio.
«Nos gustó porque está en el mismísimo centro», dice Kartio. «Queríamos que fuera lo más accesible que se pudiera, lo más fácil de visitar que se pudiera, que todo el mundo sepa dónde está».
Listo y en marcha
En un momento dado, el cine Bio Rex dejó de funcionar durante unos cuantos años, pero el proyecto Amos Rex le ha devuelto su esplendor original, volviendo a tapizar las 590 butacas de la sala de estilo art déco. Para llegar a la entrada principal del museo los visitantes tienen que atravesar el vestíbulo del teatro. Las películas que se exhiben —en su mayoría de cine independiente o de autor— están programadas en su mayor parte durante los fines de semana. El teatro puede albergar festivales de cine y seminarios, y la sala está a disposición del público para ser alquilada.
Los trabajos de excavación bajo la plaza comenzaron en 2015, con el fin de crear la nave en forma de domo que le da al Amos Rex flexibilidad para exhibir distintas formas de arte experimental e interactivo, según nos explica Kartio. La luz natural que entra por las claraboyas que hay en la parte superior de cada domo hace que el espacio se mimetice con las líneas modernistas del Lasipalatsi.
En el museo Amos Rex se presentarán exposiciones rotativas de arte contemporáneo y experimental, así como de modernismo clásico y del siglo XX. Y de vez en cuando el Amos Rex expondrá también arte antiguo, dice Kartio.
Por Michael Hunt, agosto de 2018
Reconfigurar la realidadLa gran exposición inaugural del museo Amos Rex ha sido ideada y llevada a cabo por el teamLab de Tokio, un colectivo artístico de 500 personas, no solo artistas, sino también programadores, animadores, matemáticos, arquitectos, diseñadores gráficos y escritores. Dicen que su objetivo es “reconfigurar la realidad” mediante la investigación de la conducta humana en la era de la información. Los visitantes interactúan con el arte de teamLab, o pueden participar creándolo en el momento. Se trata de una primera exposición ambiciosa, un desafío desde el punto de vista técnico que pondrá el listón alto para las nuevas exposiciones del Amos Rex. –Redacción de ThisisFINLAND |