A lo mejor eres uno de esos extranjeros a los que sus amigos felicitan diciéndoles lo rápido que progresan aprendiendo finés, o tal vez soltándoles en plan de broma —lo cual no ayuda mucho— que “si miles de niños pueden hablarlo, no puede ser tan difícil”. O a lo mejor resulta que eres un peso pesado del mundo editorial de la literatura en finés de Helsinki, o que estás intentando descifrar las letras de las canciones de alguno de los miles de grupos de heavy metal de Finlandia.
El 9 de abril es el día de los enamorados del finés, ya que en Finlandia se celebra el Día de la Lengua Finlandesa y se conmemora a Mikael Agricola, cuyo papel fue decisivo en la creación de las normas del finés como lengua escrita, en el siglo XVI.
Agricola nació aproximadamente en 1510 y murió en 1557. Procedía de la parroquia de Pernaja (Pernå en sueco), situada a unos 80 kilómetros al este de la actual Helsinki. Se desconoce cuál fue realmente su lengua materna. Llegó a ser un hombre culto, lingüista, teólogo y, mucho más tarde, obispo.
Vivió en Wittenberg, Alemania, de 1536 a 1539, y estudió, entre otros, bajo la dirección de Martín Lutero, un hecho que posteriormente tendría efectos de largo alcance en la vida religiosa y literaria de Finlandia.
Al igual que Lutero, que había traducido la Biblia a su propio idioma, sentando así las bases futuras del alemán formal, Agrícola tradujo el Antiguo Testamento al finés junto con Martin Teit y otros compañeros finlandeses que estudiaban en Wittenberg. Más tarde, ya establecido en la ciudad de Turku, en el suroeste de Finlandia, Agricola realizó la traducción finlandesa del Nuevo Testamento, y también tradujo y escribió otros textos religiosos. Una de sus publicaciones, la llamada Abckiria (Cartilla Abecedario), se considera la primera obra escrita en finés.
Así que la próxima vez que intentes decidir cuál de las (por lo menos…) 15 declinaciones de la lengua finlandesa es tu favorita, o la próxima vez que te detengas a admirar la arquitectura de alguna iglesia luterana en Finlandia, remóntate cinco siglos atrás y recuerda a Mikael Agricola, que dedicó su vida y su obra a preparar el terreno.
Por la Redacción de ThisisFINLAND