Una vez dentro del luminoso hall de entrada de Oodi, la Biblioteca Central de Helsinki, el visitante tiene muchas opciones.
«Pida prestados juegos al aire libre» sugiere un letrero en la pared. ¿O qué tal hojear revistas y libros, jugar a videojuegos o juegos de mesa, pasar el rato con los niños en el área de juegos, experimentar con algunas manualidades, grabar música en uno de los estudios o encontrar un rincón tranquilo donde trabajar o simplemente relajarse?
Kuutio, un cubo de paredes de cristal de 90 metros cuadrados, también resulta impresionante con sus muros digitales inteligentes. Se puede reservar para reuniones o para la exhibición de arte multimedia. El edificio también acoge la sala de cine del Instituto Nacional Audiovisual, el Kino Regina.
La clave es el enfoque inclusivo
En toda Finlandia, hay 280 bibliotecas públicas principales y más de 430 sucursales. Ofrecer igualdad de oportunidades para las actividades de lectura y para aprender cosas nuevas y mantener activa a la ciudadanía es una misión nacional, con una larga historia. La clave es el enfoque inclusivo.
«El sólido papel de la Biblioteca Nacional de Finlandia se basa en la Ley de Bibliotecas, promulgada en 1928. Las bibliotecas no son comerciales y están abiertas a todos. Incluso puedes entrar solo para guarecerte del frío, si quieres», dice Ulla Leinikka, especialista en información en Oodi.
La biblioteca Oodi ha recibido varios premios internacionales de arquitectura. En 2019, fue declarada Biblioteca Pública del Año por la Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y Bibliotecas (IFLA).
Por Minna Takkunen, ThisisFINLAND Magazine