Cada año, normalmente el segundo domingo de mayo, hay algo que se repite. A las 4 de la mañana ya hay una cola de gente delante de la entrada. Tras una espera de más de seis meses, al fin pueden volver a nadar en la piscina al aire libre, de 50 metros, y celebrarlo con un baño en la sauna.
Los fieles usuarios del Estadio de Natación de Helsinki están ansiosos por ser los primeros en tirarse al agua.
Situada a un paso del centro de la ciudad, la piscina permanece abierta desde principios de mayo hasta mediados de septiembre. La piscina abre cada día, desde primera hora de la mañana hasta última hora de la tarde, excepto el día de San Juan y la víspera de este.
Una atracción para todas las épocas del año
En verano mucha gente acude al Estadio de Natación para disfrutar del placer de pasar el día en un lugar precioso, donde el agua cristalina, el verde césped y los frondosos árboles lo convierten en un refrescante refugio en pleno corazón de la ciudad. Por un módico precio, la entrada da acceso ilimitado a la piscina, el gimnasio, la sauna, las tumbonas y el tobogán.
Los visitantes acuden incluso cuando el tiempo es fresco o lluvioso: la piscina grande está climatizada, a 27 grados centígrados, y la piscina infantil está aún más calentita. Después de nadar, se puede ir cualquiera de las dos saunas, una moderadamente caliente y la otra a mayor temperatura.
Al Estadio de Natación, que está a tan solo dos kilómetros y medio de la estación central de ferrocarril de Helsinki, es muy fácil llegar a pie o en tranvía. También existe la opción de alquilar una bicicleta pública, comprando un bono diario, semanal o de temporada. Hay estacionamientos de bicis públicas por toda la ciudad, también cerca de la piscina.
Más que una simple piscina
El Estadio de Natación no es solo un lugar para practicar deportes acuáticos, sino mucho más. En sus instalaciones hay un campo de deporte, un gimnasio cubierto, una mesa de ping-pong, dos pistas de vóley playa, una cancha de baloncesto y un tobogán acuático, sin olvidar la cafetería y un kiosco de helados.
La principal atracción, por supuesto, es la piscina de 50 metros, con calles separadas para nadadores de diferentes niveles y una calle más amplia para hacer aqua jogging. En las instalaciones también hay una piscina infantil, una piscina para chapotear y otra de buceo, con trampolines a 1 y 3 m de altura y plataformas a 5, 7,5 y 10 m. Los chalecos para practicar aqua jogging y otros equipamientos están disponibles de forma gratuita.
En la piscina también se imparten clases de aeróbic acuático y natación para adultos y niños, y hay varios equipos de waterpolo que entrenan en ella. En primavera y otoño, las escuelas de Helsinki imparten las clases de educación física en el Estadio de Natación y de vez en cuando se celebran competiciones de triatlón y representaciones teatrales.
Por los altavoces suele sonar la radio, a veces interrumpida por anuncios de megafonía en cuatro idiomas: finés y sueco –ambas son lenguas oficiales de Finlandia– , e inglés y ruso.
Helsinki supports sports
La entrada al Estadio de Natación solo vale unos pocos euros, mucho menos que la de una piscina privada o un parque acuático. Para conocer las tarifas vigentes, visite el sitio web del Estadio de Natación (enlace en inglés). Los niños y jóvenes de 7 a 17 años, los estudiantes, los desempleados, los jubilados y las personas con discapacidad tienen un descuento, y para los menores de siete años la entrada es gratuita.
El precio de la entrada solo cubre una mínima parte de los costes de funcionamiento de las instalaciones. El resto corre a cuenta del Municipio de Helsinki, al tratarse de una forma de promover un estilo de vida saludable. Otras organizaciones deportivas municipales, como las piscinas cubiertas y los gimnasios, se financian del mismo modo, al igual que el programa de bicicletas públicas.
Otras ciudades finlandesas como Espoo, Turku, Tampere y Porvoo, también tienen piscinas al aire libre, pero la piscina olímpica de la ciudad de Lahti, a 100 kilómetros al norte de Helsinki, puede presumir de tener la ubicación más extraña, ya que se encuentra al pie de un trampolín de salto de esquí (enlace en inglés).
Durante los meses de junio llega la época de las noches blancas en Helsinki, cuando el sol se pone sin que el cielo llegue a oscurecerse del todo. A finales de verano, a mediados de septiembre, el crepúsculo llega antes, poniendo punto final a la temporada de las piscinas al aire libre. El último viernes de la temporada suele celebrarse con un baño a la luz de la luna, y la piscina se mantiene abierta casi hasta medianoche, iluminada con farolillos y con música en directo. Los visitantes se despiden de su oasis veraniego hasta el año siguiente y se trasladan a las piscinas cubiertas.
Una joya del funcionalismo arquitectónico finlandésHelsinki alberga muchas piscinas, incluidas las cuatro que hay al aire libre dentro del área metropolitana. La más popular e icónica es la del Estadio de Natación de Helsinki. Fue diseñado por el arquitecto Jorma Järvi con motivo de los Juegos Olímpicos de 1940, los cuales fueron cancelados a causa de la Segunda Guerra Mundial, durante la cual la piscina fue utilizada para almacenar tubérculos y arenques. La obra del recinto terminó en 1947, y en 1952 Helsinki fue la anfitriona de los Juegos Olímpicos de Verano. Para las Olimpiadas se construyeron unas gradas especiales, conocidas como “gradas de sol”, en las que aún hoy día los visitantes con ganas de broncearse pueden extender sus toallas. Los creadores del complejo deportivo pusieron mucha atención a los detalles. El estilo funcionalista de la época es visible en los dispositivos de iluminación, las escaleras y los altavoces. Las puertas de los amplios vestuarios están decoradas con fotos históricas. Junto al Estadio de Natación se levanta otro destacado ejemplo del funcionalismo, el Estadio Olímpico de Helsinki, cuya renovación acabó en 2020. Alberga una cafetería, el nuevo Museo del Deporte y una magnífica torre desde la que se divisa toda la ciudad. |
Por Anna Ruohonen, agosto de 2021