Las Åland son un grupo de islas situadas en el extremo suroeste de Finlandia. Su especial acuerdo de autonomía es de interés no sólo para los habitantes de la zona, sino también para muchas otras naciones. El archipiélago ha atraído y sigue atrayendo la atención internacional por ser el ejemplo de cómo la situación de una minoría puede ser protegida con éxito.
Las palabras “guerra” y “conflicto armado” suelen traen a la mente la guerra clásica entre países, pero en el mundo de hoy tales enfrentamientos son cada vez más una excepción que una regla. Por eso, muchos de los conflictos armados que actualmente tienen lugar en todo el mundo son más bien luchas internas en países con algún tipo de conflicto de minorías. Dichos conflictos no pueden resolverse creando ad infinitum estados nuevos, pequeños e independientes. En su búsqueda de alternativas a la construcción de una nueva nación, los países vuelven sus ojos hacia Åland, cuya autonomía es considerada un ejemplo de compromiso entre la independencia y la integración total.
El ejemplo de autonomía de Åland como posible solución a conflictos es motivo de estudio para un gran número de políticos, periodistas e investigadores. La lista de regiones y minorías que han situado a Åland en el foco de interés es larga: Israel-Palestina; Nagorno-Karabaj (región del Cáucaso Sur), Irlanda del Norte; Georgia; Kosovo; Sri Lanka; Aceh (Indonesia), Cachemira (entre la India y Pakistán), Zanzíbar, y Timor Oriental. Unas han sometido a estudio el modelo de Åland en su intento por evitar una crisis, mientras que otras tratan de dar con la solución a algún conflicto que ya ha estallado.
Hay que hacer que la constitución funcione
Entonces, ¿cómo puede realmente servir Åland de ejemplo? Redactar una constitución funcional es cosa difícil, pero no imposible. Hay muchos expertos en derecho internacional y constitucional capaces de elaborar regulaciones para proteger los derechos de las minorías, pero a menudo el verdadero problema es lograr que dichas regulaciones funcionen en la práctica.
No cabe duda de que el sistema vigente de autonomía de Åland no sólo está basado en una buena constitución, sino también en una realidad viable. Durante las numerosas visitas de los representantes de diversas minorías, ha sido importante sentarse a recordar cómo una minoría que inicialmente se negaba a aceptar cualquier forma de autogobierno, ha sabido a posteriori crear una sociedad cuyo buen funcionamiento se debe precisamente a la ayuda de esa misma autonomía. En 1917, cuando Finlandia se independizó de Rusia, los habitantes del archipiélago de Åland expresaron su interés por que las islas le fueran devueltas a Suecia, cosa que ocasionó cierta tensión en la zona. En 1921, el Consejo de la Sociedad de Naciones puso en marcha garantías para la autonomía de Åland, y asimismo se creó una convención sobre la desmilitarización y neutralización de Åland.
La sociedad de Åland goza de relaciones amistosas con sus dos patrias, la antigua y la nueva. Además, constituye un ejemplo excelente de cómo una autonomía puede prolongarse en el tiempo. No es necesario resolver inmediatamente cada problema: el autogobierno puede ampliarse en el momento apropiado.
La gente de Åland es consciente de que no hay una sola solución que pueda aplicarse universalmente a otros problemas, por lo que prefieren hablar de su hogar como un ejemplo, y no como un modelo. No tienen ambición alguna de imponer su solución a nadie, ni tienen el poder de hacerlo. De hecho, esta ausencia de poder puede ser una bendición, al igual que el hecho de que nadie pueda sospechar que Åland persiga intereses propios en estas cuestiones.
Unas condiciones previas favorables siempre ayudan
Las condiciones previas para la autonomía en Åland han sido y siguen siendo favorables. Sus límites geográficos están bien definidos e impera la homogeneidad lingüística. Finlandia es un país democrático basado en el estado de derecho, y la controversia sobre la afiliación de Åland nunca ha implicado violencia, dos circunstancias que hoy por hoy no se dan en muchas de las áreas de conflicto.
Dicho esto, nunca fue un hecho manifiesto que Åland se convertiría en ejemplo de éxito, ya que el pronóstico no suele ser el mejor cuando una autonomía se impone en contra de la voluntad de sus gentes, como sucedió en el caso de Åland. Sin embargo, su ejemplo demuestra que aunque todas las partes estén inicialmente insatisfechas con una solución, esta puede resultar un éxito a largo plazo.
Rasgos de autonomía
Numerosos estudios sobre el estatus político de Åland han demostrado que los temas que despiertan interés son amplios. He aquí algunos ejemplos:
1. Autonomía garantizada por la Constitución finlandesa: La Ley de autonomía de Åland dispone una división del poder político entre Åland y el resto de Finlandia. Las leyes que afectan al estatus de Åland se aprueban siguiendo el procedimiento establecido para la promulgación de la legislación constitucional, sujetas a la adopción por parte del Parlamento de Åland (Lagtinget), lo que significa que la autonomía de la isla goza de una protección jurídica muy fuerte. En la práctica, esto significa que Åland puede vetar cualquier cambio en la división de poder entre Åland y el Gobierno central de Finlandia.
2. Origen del Gobierno autónomo de Åland: El hecho de que la cuestión de las islas Åland se haya resuelto mediante una resolución internacional despierta mucho interés. La decisión de la Sociedad de Naciones resultó en un compromiso que tomó en consideración no sólo a los dos países involucrados, sino también los intereses de la población local y, sobre todo, la necesidad de proteger su idioma.
3. Garantías internacionales: Como resultado de la participación de la Sociedad de Naciones en el establecimiento del autogobierno, Åland se aseguró garantías internacionales para su idioma y costumbres locales. En consecuencia, la protección de la lengua sueca constituye una cuestión nacional e internacional.
4. Normas lingüísticas: Åland es la única región de Finlandia con una única lengua oficial, el sueco, mientras que el resto del país es bilingüe (finés y sueco). Los reglamentos relativos a la lengua que se utiliza en la administración y la educación atraen mucho interés
5. División del poder: El hecho de que los poderes legislativos estén divididos, y no delegados, entre el Gobierno central y Åland, es de gran interés. Se ha estudiado mucho la cuestión sobre cuáles son las facultades legislativas que pueden asignarse a los órganos autónomos, y qué áreas son de tal naturaleza que las hace aplicables a todo el país.
6. Ciudadanía regional: La ciudadanía regional, que es condición previa para la posesión de la tierra y la transacción de negocios, está reservada exclusivamente a las personas que residen permanentemente en Åland. Además, la ciudadanía regional es el requisito previo para el derecho al voto en las elecciones parlamentarias locales.
7. La ley y el orden: El hecho de que la mayoría de los miembros de la policía sean naturales de Åland ha creado cierto grado de interés en lugares donde es importante que la policía goce de la confianza de la población local.
8. Delegación de Åland: El papel de la delegación de Åland como intermediaria entre el Gobierno central y el de Åland sigue siendo motivo de interés.
9. Símbolos: La bandera de Åland es frecuente motivo de interés, al igual que el pasaporte de Åland, en el cual aparecen las palabras «Suomi», «Finland» («Finlandia» en finés y sueco, respectivamente) y «Åland», todas ellas impresas en el mismo tamaño de fuente.
10. Influencia sobre los acuerdos internacionales: Aunque la política exterior sea del dominio del Gobierno central, Åland no carece de influencia en esta área. En virtud de la Ley de Autonomía se requiere el consentimiento del Parlamento de Åland para llevar a cabo acuerdos internacionales que afecten a los poderes inherentes de la provincia. Sirva de ejemplo que esta disposición significó que en 1995 el Parlamento de Åland tuviera que tomar posición junto con Finlandia con respecto a la adhesión a la UE.
11. Participación en la cooperación nórdica: La cooperación nórdica es una forma notable de cooperación transfronteriza. Da derecho a las regiones autónomas nórdicas a participar en mayor o menor medida en los mismos términos que los Estados soberanos.
12. Pragmatismo: El pueblo de Åland siempre ha tenido los pies en la tierra y se ha mostrado poco interesado en la especulación teórica. Por un lado, nunca se han molestado en discutir si deben ser considerados una minoría, asunto que suele ser fuente de animados debates y desacuerdos en otros lugares. Por el contrario, el pueblo de Åland se ha centrado en aquellas regulaciones que resultan tangibles y aseguran sus intereses.
Åland como ejemplo internacional
Åland ha tenido y seguirá teniendo recursos para dar respuesta al interés que su estatus político genera en todo el mundo. Y todo indica que esta útil transparencia seguirá formando parte del carácter de la provincia.
Los isleños son conscientes de que la credibilidad del ejemplo de Åland reside en el hecho de que sus diputados —tanto de la mayoría como de la minoría de la población local— se hayan declarado satisfechos con la solución. El Gobierno central también está interesado en proporcionar información sobre la solución de Åland en aquellas situaciones en las que pueda ser relevante. Con este fin, el Gobierno de Åland y el Estado de Finlandia han designado conjuntamente un grupo de contacto, bajo los auspicios del Ministerio de Asuntos Exteriores.
Aún más sobre Åland
Åland disfruta en Finlandia de un estatus especial como zona desmilitarizada, neutral y autónoma. El fundamento se remonta al Tratado de París, que puso fin a la guerra de Crimea en 1856. Su carácter desmilitarizado y neutral fue confirmado y ampliado en tratados posteriores, especialmente en la Convención multilateral de Åland, celebrada en 1921 por iniciativa de la Sociedad de Naciones.
El estatuto autónomo de Åland también se basa en una decisión tomada en 1921 por el Consejo de la Sociedad de Naciones, mediante la cual se resolvió la disputa entre Finlandia y Suecia sobre las islas y cuyo objeto fue garantizar la preservación de la lengua y cultura locales. Åland tiene su propio representante en el Consejo Nórdico, al igual que las demás regiones autónomas nórdicas, las Islas Feroe y Groenlandia.
El archipiélago de Åland consta de más de 6500 islas e islotes, de los cuales 6400 tienen más de 3000 metros cuadrados, menos de la mitad de un campo de fútbol estándar. La población actual, 65 000 habitantes, reside en tan sólo 65 islas, y más del 40 por ciento vive en Mariehamn, su capital y única ciudad propiamente dicha.
Tal vez la mayor atracción de Åland sea su naturaleza. El clima es más benigno que en otras partes de Finlandia, la población de aves es excepcionalmente variada y posee una flora muy peculiar.
El carácter especial de estas islas ha servido de inspiración a pintores, escritores y músicos a través de los siglos, y hoy en día atrae a mucha gente interesada en la navegación, la construcción de barcos tradicionales, la pesca, el ciclismo, los eventos culturales estivales y los yacimientos históricos.
Fuente: Portraying Finland: Facts and Insights (Un retrato de Finlandia: Datos e Información; Editorial Otava)
Por Susanne Eriksson, asesora jurídica principal, Parlamento de Åland, actualizado en junio de 2017