Mientras que las bandas finlandesas de metal tienen un enorme número de seguidores en el extranjero, el punk rock también ha logrado llevarse justa y merecida parte de culto internacional durante estas últimas décadas. Ya que el grupo punk PKN (Pertti Kurikan Nimipäivät) va a representar a Finlandia en el Festival de Eurovisión, hagamos un recorrido por la sorprendente y colorida historia del punk finlandés.
La lengua es la característica que más diferencia al punk finlandés del resto. La mayoría de los grupos han cantado siempre en finés, un idioma cuyo ritmo se adecúa perfectamente al estilo a menudo agresivo del punk. La música suele ser extremadamente melódica, también, algo más que en los demás escenarios punk de Europa.
La cruda inmediatez de gran parte del punk hecho en Finlandia ha facilitado la popularidad de ciertos grupos locales, especialmente bandas de hardcore, en escenarios similares aunque lejanos, como América del Sur.
El punk finlandés nació allá por 1977 y su primera edad de oro duró hasta aproximadamente 1984. Ahora que se acerca rápidamente a la madurez, vuelve a experimentar un nuevo éxito algo inesperado.
Protesta y pánico moral
Los Sex Pistols tuvieron su impacto en las primeras etapas del punk en Finlandia, al igual que en muchos otros países. Se suponía que la banda británica iba a tocar en Helsinki el 18 de enero de 1978, pero la aparición de un artículo incendiario en Helsingin Sanomat, el periódico de mayor tirada del país, unida a la visión del punk como música degenerada, animó a varias organizaciones juveniles y otros grupos a alzar voces de protesta. El Ministro del Interior en persona le denegó a la banda el permiso de trabajo, por lo que hubo que cancelar la actuación.
Este pánico moral proporcionó un enemigo común a los punks en Finlandia, así como una gran publicidad, aunque para entonces las semillas del movimiento ya había sido plantadas.
El primer disco de punk apareció en 1977: I Really Hate Ya, de Briard, la banda formada por Pete Malmi y Andy McCoy. Este último llegó a hacerse famoso por ser el compositor principal y heroico guitarrista de los Hanoi Rocks.
La lista de bandas que lograron grabar en un estudio a lo largo de los siguientes años incluye al “padrino del punk finlandés”, Pelle Miljoona, a los gamberros Eppu Normaali, Sehr Schnell, Sensuuri y también a los Widows, uno de los escasos grupos en lengua inglesa de la primera ola del punk nacional.
Este período dio lugar a una gran variedad de estilos y desde su primer momento fue el más heterogéneo musicalmente hablando, con letras de tendencia romántica y poética, que ya eran post-punk cuando el punk no había hecho sino empezar. Ypö-Viis, pioneros del “hágalo usted mismo” autoeditando sus propios discos, combinaban la inteligencia pop de los Buzzcocks con un sonido mucho más áspero. De manera similar, el grupo Sensuuri supo darle a su música ese hábil toque melódico.
Un grupo punk en cada ciudad de Finlandia
La mejor banda de la primera ola fue probablemente Ratsia, en cuyos comienzos resonaban con claridad las influencias del punk londinense, pero que acabó haciéndose cada vez más épica cuando los años 80 empezaron a despuntar en el horizonte. Al final acabaron sonando como una banda de punks dándose un paseo por la mítica Thunder Road, como si de un sueño de Springsteen se tratara.
Desde primera hora, la escena punk fue increíblemente rica y vibrante, y prácticamente no había ciudad de provincias que no tuviera una o dos bandas de punk. Un fenómeno así no volvería a verse en Finlandia hasta la primera década del siglo XXI, con el rap, que también se convirtió en un género en idioma finlandés principalmente.
Para los 80, el punk ya estaba dando un giro hacia el hardcore, una bestia en general más agresiva y menos melódica. Las bandas de hardcore finlandesas eran intensas y extremas y muchas de ellas siguen disfrutando aún hoy en día de popularidad mundial. Terveet Kädet, de Tornio (Laponia) sigue en activo y ha influido en innumerables bandas, como la brasileña Sepultura. Rattus, que también continúa en activo, grabando y tocando, logró fabricarse una rúbrica sonora totalmente única, ligeramente metálica. Kohu-63 tuvo una prometedora carrera internacional, interrumpida cuando uno de sus miembros fue a parar a la cárcel. Kaaos es una de las bandas más legendarias de la escena hardcore de los 80.
Aún treinta años después, la discográfica Svart Records, con sede en la ciudad de Turku (en el suroeste de Finlandia), sigue haciendo dinero con el relanzamiento de clásicos del género en vinilo, vendiéndolos al público internacional.
Eurovisión y más allá
Una verdad comúnmente aceptada acerca del punk rock posterior a 1985 es que este estaba ya un poco pasado, y la década de los 90 se considera en general como una época bastante penosa. Tal vez este sería el momento adecuado de revisar esta opinión.
El resurgimiento del punk finlandés comenzó alrededor de 2005, abarcando muchos estilos. El estilo pegadizo en las composiciones vino de la mano de los numerosos proyectos capitaneados por el compulsivo compositor Teemu Bergman (y sus grupos Pää Kii, Heartburns y Kytänsoittajat), así como las bandas Lähtevät Kaukojunat y The Splits, que graban para un sello discográfico estadounidense. También el hardcore sigue fuerte, con bandas como Perikato y Maailmanloppu.
Los representantes finlandeses que acudirán Eurovisión de este año, PKN, llevan años dando a conocer el mensaje del punk. También hay héroes underground como Seksihullut, Kivesveto Go Go, Nyrkkitappelu, The Achtungs, Maakuntaradio, Valehtelijat y muchos otros.
El punk finlandés sigue teniendo una salud de hierro, y parece que tiene cuerda para rato.
Por Arttu Tolonen, abril de 2015