La tecnología polar finlandesa está muy bien considerada en todo el mundo. A medida que aumentan las actividades en el ártico y se abre al tráfico la ruta del Mar del Norte, se endurecen las normativas medioambientales y aumentan las necesidades de rompehielos de alta calidad y de buques de carga capaces de navegar entre bloques de hielo.
Cada invierno, cuando el Mar Báltico se congela, el comercio exterior de Finlandia depende de las posibilidades de navegación. Los rompehielos se vuelven imprescindibles para mantener abiertos los puertos y los pasillos marítimos y solo los barcos reforzados contra el hielo pueden desplazarse entre sus bloques.
Y para enfrentar el desafío del hielo, durante los últimos 50 años Finlandia ha desarrollado una tecnología de primer nivel mundial.
Partiendo el hielo
Aker Arctic Technology (AARC) es una empresa finlandesa de ingeniería especializada en tecnología del hielo que ha desempeñado un papel fundamental en el desarrollo de barcos avanzados para navegar y solucionar incidentes en el Océano Ártico. Entre sus áreas de experiencia se incluyen la evaluación de la sobrecarga de hielo, el diseño y desarrollo de cascos y estructuras de embarcaciones, el diseño de sistemas de propulsión y la oferta de conocimientos de acondicionamiento para el invierno.
Entre los proyectos recientes y actuales de AARC figuran el diseño de un rompehielos para la Guardia Costera del Canadá; una embarcación de investigación para el Instituto de Investigación Polar de China; un nuevo rompehielos polar de 25 megavatios para Rosmorport, una empresa del gobierno ruso que desarrolla infraestructuras para el transporte marítimo, para la escolta de barcos en la ruta del Mar del Norte, los estuarios fluviales y las aguas poco profundas del Océano Ártico; y un rompehielos de investigación europea dedicado a la investigación polar multidisciplinaria.
Además, AARC está diseñando la nueva generación de rompehielos finlandeses para la Agencia de Transportes de Finlandia.
La necesidad de barcos fiables en el ártico
«Todas las actividades que se realizan en el ártico son muy delicadas por la fragilidad del medioambiente», explica Mikko Niini, el director gerente de AARC. «Las condiciones de trabajo pueden ser muy duras, con hielo constante, temperaturas por debajo de los 30 grados centígrados y lejos de cualquier infraestructura.
Tenemos una gran experiencia en el desarrollo de rompehielos polares y un alto nivel de ingeniería en todo lo relativo a embarcaciones que deben navegar en zonas con hielo, así que nuestros clientes confían en que nuestros diseños puedan utilizarse cualesquiera que sean las condiciones.»
Un canal de pruebas helado contribuye a que AARC siga en primera fila en su campo. Antes de contruir los barcos, la empresa prueba el funcionamiento de sus modelos en el hielo. Además, mantiene la base de datos más extensa del mundo sobre el comportamiento en hielo.
Entre los compradores de rompehielos figuran gobiernos, navieras que necesitan embarcaciones de carga fiables, y empresas del sector del gas y el petroleo con planes de perforación.
«Durante los últimos años hemos trabajado codo con codo con Yamal LNG, colaborando en sus planes de exportación de gas natural líquido desde la península de Yamal», afirma Niini. «La cooperación entre AARC y Yamal LNG incluye el desarrollo y el diseño de un carguero para transportar el gas natural líquido a sus clientes, la planificación y el diseño del Puerto de Sabetta, y el diseño de los rompehielos que permitan asegurar la eficiencia de las operaciones durante todo el año.»
Conceptos innovadores para la navegación sostenible
Hay que seguir estrictamente las nuevas normativas medioambientales, como el Índice de Eficiencia Medioambiental, el Código Polar y la IMO sobre emisiones de sulfuro. Ello obliga a las empresas como AARC a adaptar sus diseños a dicha legislación y buscar formas de mejorar constantemente la eficiencia de los procesos.
«Nuestro concepto de doble acción, según la cual un barco se mueve hacia adelante en aguas abiertas y a popa en el hielo, fue una gran revolución en el ártico hace muchos años», comenta Niini. «Estos barcos pueden trabajar de forma más independiente y rentable en hielo, y usan mucho menos combustible comparado con los barcos convencionales.
«Otros de nuestros conceptos innovadores son el rompehielos oblicuo y el rompehielos trimarán. Ambos pueden crear en el hielo un canal el doble de ancho que el de un rompehielos tradicional, a pesar de que son mucho más pequeños y necesitan menos potencia y combustible, lo que se traduce en una reducción de las emisiones. Además, una función esencial de los rompehielos diseñados por Aker Arctic es estar preparados para las posibles fugas de petróleo en zonas en las hay plataformas petrolíferas o tráfico de petroleros.»
Por Catarina Stewen, diciembre de 2013