Kayleigh Karinen ha ganado el campeonato del mundo, no en una, sino en dos ocasiones. Teniendo en cuenta que ella es estadounidense y que el cheerleading es oriundo de allí, cabría esperar que hubiera ganado sus medallas de oro bajo la bandera de los Estados Unidos. Pero no. Aunque ha competido en los Estados Unidos durante la mayor parte de su carrera, su mejor título lo ha logrado como miembro del equipo nacional finlandés.
«Estoy muy orgullosa de mis raíces finlandesas», afirma Karinen, de 24 años. «Me siento muy afortunada de poder competir y ganar como finlandesa».
Sus tatarabuelos emigraron de Finlandia a América en 1902, en busca de una vida mejor y más próspera. Otros miembros de la familia ya se habían mudado allí entre 1880 y 1890. A principios del siglo XX, durante la época de la independencia de Finlandia, cerca de 400 000 finlandeses emigraron a América escapando de la pobreza y el malestar político.
El contacto directo entre la familia de Karinen y Finlandia fue disminuyendo paulatinamente, pero ella decidió recuperar el vínculo viviendo aquí durante un tiempo.
«Había pasado temporadas en la casa de verano de mi abuelo en Michigan, así que las casas de madera, los lagos y la naturaleza no me resultaban del todo extraños».
Ahora ha conocido a familiares en Vaasa, en la costa oeste de Finlandia, y ha visitado la antigua casa de sus tatarabuelos, en el cercano municipio de Jalasjärvi.
«Mi padre y mi hermano tampoco habían estado en Finlandia. Vinieron a visitarme y fuimos juntos a Jalasjärvi y Vaasa», explica. «Fue una experiencia muy emotiva.»
Sisu en el corazón
Kayleigh llegó a Finlandia gracias a un programa de intercambio de cinco meses, en enero de 2017. Ya había vivido, estudiado y sido cheerleader en Chile y España.
«Nunca había estado en Finlandia, pero soñaba con ello», dice. «Las raíces y los parentescos son importantes en mi familia».
Al principio, casi la única palabra que conocía en finlandés era sisu, que significa “agallas” y “perseverancia”. Ahora habla el finés con fluidez y sisu es su palabra de motivación: incluso la lleva tatuada en un dedo.
«Sisu es como se hacen las cosas aquí: siendo luchadores, determinados y venciendo las dificultades. Siento que he llegado hasta aquí gracias a él», dice. «Ahora el sentido de la palabra se ha extendido a otros países».
Kayleigh prolongó a un año completo su programa de intercambio y luego solicitó matricularse en un programa de máster en la Universidad de Helsinki. Ha estado estudiando una licenciatura en Diversidad Linguística y Humanidades Digitales y tiene previsto graduarse en noviembre de 2021.
Planes para quedarse en Finlandia
«Quiero quedarme en Finlandia para siempre», dice Karinen. «Me admira que que aquí todo sea abierto y progresista. Eso me da la oportunidad de crecer, no solo como cheerleader, sino en todo lo que me propongo».
Actualmente es entrenadora y coordinadora de Funky Team, uno de los clubes de cheerleading más grandes de Finlandia. También enseña tumbling (acrobacias) en un gimnasio de Helsinki. Las cheerleader realizan acrobacias como saltos mortales y flic flac con pirueta, desde la posición de pie o corriendo. El equipo nacional sigue siendo una parte importante en su vida.
«El equipo, el ambiente del cheerleading y las familias que he conocido, han sido de gran ayuda», dice.
«Y sin el cheerleading no habría podido quedarme aquí, o viajar por el mundo como me gusta».
Entrenamiento al estilo finlandés: más inteligente
A Finlandia se la conoce bien en el mundo del cheerleading. Estados Unidos ostentó el título máximo hasta 2018, año en que Finlandia ganó el Campeonato del Mundo. Finlandia volvió a ganar en 2019. En 2020 el campeonato se canceló debido a la Covid-19.
Karinen conoce una de las principales razones por las que Finlandia logró el liderazgo.
«El lema del equipo nacional es entrenar de manera más inteligente, no más dura», dice. «Eso significa que tenemos suficientes días de descanso, que dormimos lo suficiente y, por supuesto, que comemos con criterio. Aquí entienden la importancia de los días de descanso en todos los niveles del cheerleading. En algunos países practicar un deporte pueden llegar a ser agotador, con demasiados entrenamientos y competiciones».
«Entrenar de forma más inteligente y segura se traduce en que los atletas pueden tener una carrera más larga. Calientas y enfrías bien en cada entrenamiento, y mantienes un equilibrio integral en tu vida. No tienes tantas lesiones y no te quemas».
Los miembros del equipo nacional entrenan juntos solamente siete fines de semana al año. Además, los grupos de acrobacia −grupos más pequeños dentro del equipo− practican por separado en sus ciudades de origen, dos o tres veces por semana.
Ganar el Campeonato del Mundo había sido el sueño del equipo de cheerleading finlandés durante mucho tiempo. Karinen se siente afortunada de haber contribuido a hacerlo realidad.
«Soñaba con ganar desde muy joven, pero nunca pensé que en la pechera de mi uniforme pondría Suomi-Finland», dice. «Escuchar el himno nacional desde el podio produce una sensación indescriptible.»
Kayleigh Karinen
- Norteamericana, 24 años, de Michigan, EE. UU.
- También ha vivido en España, Chile y Finlandia.
- Ha competido con varios equipos de cheerleading, como ICE All Stars, Oklahoma State University, UPAC All Stars Chile y HAC Elite (Helsinki). Miembro del equipo femenino nacional de Finlandia desde 2018.
- Habla inglés, español y finés.
- Viaja por el mundo todo lo que puede, unas veces como cheerleader y en ocasiones simplemente con una mochila y botas de senderismo.
Por Riitta Alakoski, ThisisFINLAND Magazine 2021