Finlandia se sitúa por séptimo año consecutivo en el primer puesto de la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa (2016).
Publicada anualmente por la organización Reporteros Sin Fronteras, con sede en París, la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa cataloga a 180 países basándose en criterios de independencia y pluralismo de los medios de comunicación, en la transparencia del flujo de información, en los marcos jurídicos y la seguridad y la libertad de los periodistas.
Las clasificaciones de 2016 vuelven a colocar a Finlandia en el primer lugar. La decisión de la UNESCO de celebrar este 3 de mayo el Día Mundial de la Libertad de Prensa en Helsinki también refleja la reputación de la prensa libre de Finlandia.
“Estamos orgullosos de haber obtenido una calificación tan alta en un índice tan influyente y que es amplio objeto de respeto por parte de las organizaciones internacionales”, afirma Ilkka Nousiainen, Presidente de la sección finlandesa de Reporteros Sin Fronteras, fundada en 2013 por periodistas finlandeses interesados por la libertad de prensa en su país y en todo el mundo.
Ilkka Nousiainen está convencido de que esta máxima calificación obtenida por Finlandia se debe en gran parte a los altos niveles de libertad de que disfrutan los periodistas en su trabajo cotidiano. “Nuestros periodistas pueden escribir libremente, sin que los dueños de los medios o el gobierno interfieran”, dice. “También disponemos de leyes muy eficaces e instituciones que ayudan a garantizar la libertad de prensa”.
Una organización clave es el Consejo de Finlandia para los Medios de Comunicación (CMM), dirigido conjuntamente por los editores de medios y la Unión Nacional de Periodistas para defender la libertad de expresión, garantizando al mismo tiempo las buenas prácticas periodísticas y atendiendo a las reclamaciones mediante la autorregulación.
La Presidenta del CMM, Elina Grundström, hace hincapié en que desde hace mucho tiempo la legislación finlandesa apoya la libertad de prensa mediante la promoción de la transparencia. “La Ley de Transparencia de Actividades Gubernamentales significa que cualquier documento oficial está de manera predeterminada a disposición del público, a excepción de unos pocos designados justificadamente como secretos”, dice.
Ilkka Nousiainen está de acuerdo en que los periodistas finlandeses valoran esta apertura -la cual se hace extensible incluso a los registros de pago de impuestos de los ciudadanos particulares-, así como la relativa accesibilidad de los políticos finlandeses y los datos empresariales. Para él, los medios convencionales son debidamente objetivos, críticos y diversos, aunque YLE -el ente de radiodifusión pública- y el principal diario nacional, Helsingin Sanomat, parezcan tener a veces un papel dominante en la formación de la opinión pública.
Lectores entusiastas con buen ojo para la calidad
Elina Grundström también valora la pluralidad de los medios de comunicación de Finlandia: “Dudo que ningún otro país tan pequeño y con una lengua hablada por tan pocos pueda tener un mercado de medios tan diverso y de tan alta calidad”, afirma.
Las cifras recogidas por Media Audit Finland muestran que el 93% de los adultos finlandeses leen regularmente periódicos impresos o digitales. El mercado de los medios impresos es muy diverso para un país con tan sólo 5,5 millones de habitantes, siendo más de 200 los periódicos nacionales o regionales publicados como mínimo semanalmente, y más de 4 000 las revistas editadas por diferentes grupos de interés.
“Encuestas recientes demuestran que los finlandeses están empezando a considerar de nuevo los periódicos tradicionales por su calidad de análisis y su equilibrio, una reacción sana a la agitación y la falta de fiabilidad reinantes en las redes sociales”, señala Ilkka Nousiainen.
Amenazas a la libertad de expresión
Al igual que sus colegas de otros países, durante estos últimos tiempos los periodistas finlandeses vienen siendo objeto frecuente de campañas de odio en la red. Ilkka Nousiainen y Elina Grundström condenan esta tendencia y confían en que ello no hará que los periodistas finlandeses sean demasiado cautos al escribir sobre aquellos temas que habitualmente provocan susceptibilidad, como la inmigración, la crisis de los refugiados, el feminismo, las dietas alimenticias, la caza y las leyes referentes a las armas de fuego. Por el contrario, están convencidos de que la autocensura de los medios de comunicación finlandeses sobre cuestiones políticas ha dejado de ser un problema desde los tiempos de la Guerra Fría, cuando los periodistas solían tener cuidado de no criticar a la Unión Soviética.
Según Elina Grundström, la amenaza más grave a la diversidad y calidad de los medios finlandeses son los recortes que las empresas de radiotelevisión y publicación están llevando a cabo. “Los finlandeses tienden a dar por sentada la libertad de prensa, sin darse cuenta de que ésta ha sido y es producto de los larguísimos esfuerzos de los periodistas. Es preocupante ver lo que está sucediendo con la libertad de prensa en algunas partes de Europa del Este y en otros lugares”, añade.
La Clasificación de 2016 muestra un aumento alarmante de las violaciones de la libertad de prensa en todo el mundo, debido a la intolerancia religiosa, los problemas de seguridad en las zonas de conflicto y las tendencias cada vez más autoritarias de muchos gobiernos y oligarcas propietarios de medios de comunicación. El evento de la UNESCO en Helsinki tiene como objetivo promover la libertad de información en todo el mundo como un derecho humano fundamental, proteger a la prensa de la censura y la vigilancia excesivas y garantizar la seguridad de los periodistas que trabajan en los medios de información, ya sean estos tradicionales u online.
En Finlandia, todo el año 2016 será dedicado a las celebraciones por el 250 aniversario de la primera ley de libertad de información en el mundo (obtenida en la Dieta Sueco-Finlandesa por el clérigo y político finlandés Anders Chydenius). El tema del año es: «Derecho a saber, derecho a expresarse».
Apoyo a los periodistas que trabajan en países con menos libertad
Para ayudar a los nuevos periodistas de investigación y demás trabajadores de los medios en aquellos países donde la libertad de prensa no está asegurada, la Fundación Finlandesa para los Medios de comunicación y el Desarrollo (Vikes) utiliza fondos de la Unión de Periodistas de Finlandia, del Ministerio de Asuntos Exteriores y de la UE para llevar a cabo proyectos en los que la experiencia y los conocimientos de los periodistas finlandeses son utilizados en la formación y la creación de redes. Muchos profesionales de Somalia, Nigeria, Tanzania, Birmania, Nepal, Nicaragua, Palestina, Europa del Este y Asia Central ya se han beneficiado de estas ayudas.
Por Fran Weaver, abril de 2016