El papel de Helsinki como anfitriona de la cita entre el presidente de los EE UU Donald Trump y su homólogo, el presidente Vladimir Putin, continúa la tradición finlandesa de defender el diálogo en las relaciones internacionales.
En Helsinki ya se habían celebrado encuentros entre líderes de ambos países con anterioridad, en 1990 fue el turno de los presidentes Bush y Gorbachov, mientras que en 1997 fueron los presidentes Clinton y Yeltsin los que acudieron.
El presidente de Finlandia, Sauli Niinistö, que describió las conversaciones como una grata oportunidad para reducir las tensiones internacionales, dio a ambos líderes la bienvenida a su llegada a la reunión, que se celebró en el Palacio Presidencial de la capital finlandesa. Asimismo, declaró su intención de plantear las preocupaciones de Finlandia y de la UE a propósito de las tensiones en la región del mar Báltico y los problemas medioambientales en el Ártico.
Pocas semanas antes de la fecha de la reunión que ahora se ha celebrado, Niinistö recibió de las autoridades de ambos países la solicitud preliminar para celebrar un encuentro en Helsinki. Aunque el margen de tiempo era escaso, Finlandia logró poner en marcha los preparativos echando mano de su proverbial talkoohenki, una palabra que en finés define el espíritu de equipo y la voluntad colectiva de contribución.
«Una de las razones de que el encuentro se haya celebrado en Helsinki es la reputación de buena organizadora de la que goza Finlandia, un país donde todo funciona», explica Meira Pappi, experta en marca país del Ministerio de Asuntos Exteriores [que también edita ThisisFINLAND]. «La gente sabe que somos capaces de organizar un evento de este nivel en poquísimo tiempo».
Los representantes de los medios de comunicación que han estado en el centro de prensa pudieron constatar la misma eficiencia. «Hemos querido estar al nivel de nuestra clasificación de país más feliz del mundo, y que además fuera una experiencia divertida para todos», añade Meira Pappi. El centro de prensa se estableció en Finlandia-talo, uno de los edificios más emblemáticos de Helsinki. «Los periodistas pudieron ver la final del Mundial de Fútbol en el centro de prensa, visitar la sauna instalada en el parque que hay tras el edificio y disfrutar de los manjares finlandeses».
Ciudadanos activistas
Mientras tanto, en plena ola de calor, las calles de Helsinki se convirtieron en el escenario de 16 manifestaciones en las que los ciudadanos aprovecharon la ocasión para expresar los sentimientos que despertaban en ellos estos visitantes de tan alto nivel. Las manifestaciones tuvieron lugar el domingo 15 de julio, y también el lunes 16, día del encuentro. Las más concurridas fueron las organizadas por Helsinki Calling, una coalición de ciudadanos preocupados provenientes de todo el espectro político.
«Hemos formado una amplia red entre intelectuales, periodistas, sociedad civil y otros, y nos hemos unido con el fin de hablar sobre las cuestiones que tanto Trump como Putin han decidido no tocar», nos cuenta Nely Keinänen, profesora de la Universidad de Helsinki y activista de Helsinki Calling.
Entre dichas cuestiones están los derechos humanos, la libertad de expresión y el medio ambiente. «Para mí, el punto de inflexión fue la elección del presidente Trump, al que llevaba tiempo observando con una mezcla de fascinación y furia», nos dice Keinänen. «No estoy de acuerdo con nada de lo que dice o hace. Cuando nos enteramos de que venía pensé que esta era una oportunidad para hacerme oír».
Viima Lampinen, que preside Seta —la organización finlandesa de defensa de los derechos LGBTI—y que también ha sido portavoz durante la manifestación de Helsinki Calling, ha querido dejar claro que en el foco de atención estaban los dos dirigentes: «Necesitábamos mostrar nuestra solidaridad con todas aquellas personas que salen dañadas por las políticas que estos dos líderes representan. El encuentro ha atraído a más de 1400 representantes de los medios de comunicación de todo el mundo, y queríamos que nuestras protestas tuvieran una amplia cobertura mediática».
Hablando de diálogo
Elisa Saikkonen formaba parte de la multitud de helsinkienses reunida a lo largo de la avenida Mannerhemintie para presenciar, aunque fuera fugazmente, el paso de las comitivas presidenciales. «Creo que hay muchas probabilidades de que el encuentro resulte un éxito», afirmó. «No espero que tomen grandes decisiones, pero para el mundo es bueno que países diferentes se reúnan y hablen con calma».
Los presidentes de Rusia y EE UU conversaron entre ellos, y también con Sauli Niinistö. Al final de la jornada, el presidente finlandés habló con los informadores, que aún estaban tratando de averiguar lo que Trump y Putin habían declarado en su conferencia de prensa.
«El principal mensaje tras la reunión de Helsinki es que los dos líderes se muestran dispuestos a continuar sus conversaciones sobre varias cuestiones espinosas», ha dicho Niinistö. «Y si esto es así, bueno, entonces me parece positivo. Eso es lo que todos hemos estado señalando: pese a todo, se necesita el diálogo.
«Ahora ya tenemos diálogo. Espero que continúe, y espero que también encuentren respuesta a las difíciles cuestiones que se han presentado hoy».
Un ejercicio de diplomacia
«Lo relevante en esta ocasión es que la situación de Finlandia en los asuntos globales y regionales ha cambiado bastante», nos explica Suvi Kansikas, investigadora del Centro de Estudios Europeos de la Universidad de Helsinki cuando hablamos con ella, pocos días antes de que los presidentes de Rusia y EE UU lleguen a Helsinki. «Finlandia forma parte de la UE desde 1995 y, por lo tanto, ya no puede ser descrita como neutral, aunque militarmente no esté alineada. Ya ha dejado de ser una mediadora entre el Este y el Oeste. El mundo también ha cambiado desde la última cumbre de 1997, y puede que nuestro presidente no tenga la oportunidad de tratar las cuestiones que interesan a Finlandia como, por ejemplo, las que afectan a las regiones Ártica y Báltica.
La investigadora ve el encuentro como un ejercicio normal de diplomacia y, aunque no deja de lado la posibilidad de que se produzcan algunas declaraciones, tampoco espera que en Helsinki se tomen grandes decisiones.
«Desde una perspectiva europea, creo que es bueno que la reunión haya tenido lugar en la UE, ya que Europa podrá ser incluida en la agenda de temas», dice, y añade que la estabilidad política de Finlandia hizo que Helsinki fuera la ciudad más indicada para ser la anfitriona del encuentro. «Finlandia sigue teniendo un buen conocimiento de Rusia y los finlandeses viajan allí a menudo, por lo que la presión para mantener el diálogo con Rusia es constante. Aún así, habría que fijarse mucho para poder descubrir el mismo tipo de dicotomía Este-Oeste que subyacía en la política finlandesa durante la Guerra Fría».
Por Tim Bird, julio de 2018