Emigrantes expertos exploran la silvicultura finlandesa

Estudiantes y trabajadores vienen a Joensuu en busca de experiencia de primera mano en la industria forestal. Algunos terminan por quedarse en Finlandia.

Cada año la ciudad de Joensuu, en el este de Finlandia, acoge a nuevos estudiantes y trabajadores procedentes del extranjero, deseosos de conocer en primera persona la industria forestal. Algunos de ellos han terminado quedándose más tiempo del que habían pensado.

Cuando decidió dejar su Alemania natal para trabajar en Joensuu, la cartógrafa forestal Katja Gunia tenía claro su plan: quedarse un año en Finlandia, para luego seguir adelante. Eso fue en 2004. Una década más tarde, aún sigue aquí.

“Aquí descubrí el estilo de vida finlandés, tan cercano a la naturaleza, y me encontré con un ambiente de trabajo agradable”, recuerda Gunia, madre de dos niños pequeños. “¡Me encantó! En cuanto mis empleadores me ofrecieron renovar el contrato, acepté”.

Gran entusiasta de la naturaleza, le gusta especialmente la relación que los finlandeses mantienen con sus bosques. “Son inseparables”, afirma. “Los finlandeses están acostumbrados a disfrutar dando un paseo por ellos tras la jornada de trabajo, o simplemente yendo a recolectar bayas. El bosque forma parte de su vida cotidiana, pero al mismo tiempo es un lugar muy especial. Para mí, Joensuu es un paraíso”.

Capital forestal de Finlandia

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De izquierda a derecha: Katja Gunia (Alemania), Blanca Sanz (España), Alain Minguet (Bélgica), Jarno Hämäläinen (Finlandia) y Basanta Raj Gautam (Nepal) disfrutan compartiendo sus conocimientos forestales en Joensuu, en el este de Finlandia.Foto: Pauline Curtet

Finlandia es, con diferencia, el país más densamente poblado de bosques de Europa, con una superficie arbolada de más del 70% de su territorio.

Con 75.000 habitantes y rodeada de miles de hectáreas de bosques, la ciudad de Joensuu disfruta de una posición central en lo que a la industria forestal finlandesa se refiere, albergando decenas de empresas y centros de investigación cuyas actividades están relacionadas con la silvicultura y que dan empleo a miles de personas, entre ellas a muchos extranjeros.

“En cierto modo, aquí es donde hay que estar”, dice Blanca Sanz, una joven española que pasó un verano en Joensuu, durante su periodo de prácticas de ecología forestal. “Antes de llegar, había oído mucho acerca de la magnitud de los bosques finlandeses. Sin embargo, me quedé muy sorprendida cuando llegué aquí. ¡No podía creer lo vastos que eran! Nunca había visto nada igual en España”.

“Sorprendido”, es el término que emplea también Agustín Moisés Gbagir, estudiante de doctorado de Nigeria, para describir cómo se sintió a su llegada a Finlandia: “Hace cinco años que vine con una beca. Nada más salir del avión, pensé, Dios mío, qué lugar tan frío. Y eso que era agosto”. Ahora el solo recuerdo le hace reír.

Por suerte, Gbagir acabó por acostumbrarse a los inviernos nevados y sigue disfrutando de su trabajo en Joensuu: “Los bosques finlandeses son muy diferentes de los bosques que conocía. Por ejemplo, las especies de árboles y los animales no tienen nada que ver, lo cual me ha dado la oportunidad de aprender un montón de cosas nuevas y de probar nuevas tecnologías para, tal vez un día, poder llegar a aplicarlas en mi propio país”.

La valiosa experiencia forestal de Finlandia

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Trabajadores de la empresa forestal finlandesa UPM repueblan un área de bosque con los plantones que llevan en sus cestas.Foto: UPM

El nepalí Basanta Raj Gautam, director de sostenibilidad forestal, vive en Joensuu desde 2006 y desea también que su experiencia finlandesa sirva para ayudar a combatir la deforestación en su país de origen.

“Aquí los bosques están bien gestionados. Para la gente de aquí es más rentable cultivar árboles que cortarlos. Este es precisamente el modelo que debería aplicarse en Nepal”.

A Basanta, que tiene un hijo pequeño, le gusta vivir y trabajar en Finlandia, pero no tiene aún muy claros sus planes de futuro. “Me digo continuamente que no pienso pasar toda mi vida aquí. Me gustaría volver a Nepal, pero nunca termino de decidirme”.

Los amantes del bosque venidos a Joensuu desde otras tierras representan también un activo importante para las compañías finlandesas especializadas en el sector forestal. “Mi empresa está asociada a numerosas compañías internacionales, en Nepal o en Senegal, por ejemplo”, nos explica Jarno Hämäläinen, director de Arbonaut, una empresa de gestión forestal con base en Joensuu.

“Sin esa parte de nuestro personal venida del extranjero, no seríamos capaces de innovar. No puedo imaginar trabajar sin mis colegas de otras latitudes. ¿Dónde estaría entonces la gracia?”.

Por Pauline Curtet, octubre de 2014