La Universidad Aalto, la ciudad de Helsinki y más de cuarenta empresas finlandesas, entre otros socios, se han unido en un proyecto cuyo objetivo es cambiar las actitudes con respecto a la energía solar, así como su financiación y legislación.
Unos cuantos paneles instalados en cabañas de verano para atrapar el sol de medianoche: ese solía ser el alcance de la energía solar en Finlandia. En otras palabras, era algo que aquí, tradicionalmente, no se tomaba muy en serio. Demasiado cara y con una temporada muy corta, según decían los escépticos.
Ahora este panorama ha sufrido un cambio dramático. Desde 2008, el precio de los paneles solares ha caído en picado, hasta abaratarse en un 80%, al tiempo que su eficiencia ha ido en aumento. Los nuevos modelos de panel funcionan incluso en días oscuros y lluviosos. Alemania y Dinamarca ya han demostrado que la energía solar – junto con la eólica – puede ser un elemento importante, también en la Europa del norte. En 2014, Alemania generó más del 6% de su electricidad a partir de energía solar.
Por si fuera poco, Finlandia esconde varios ases en la manga, ya que la eficiencia de los paneles solares aumenta a baja temperatura y entornos limpios y sin polvo. Entretanto, la innovación solar más puntera se halla en proceso de aplicación en docenas de empresas de exportación e instituciones como la Universidad Aalto, la Universidad de Lappeenranta y el Centro Técnico de Investigaciones VTT.
En el Proyecto FinSolar participan unos cincuenta socios – seis ciudades entre ellos -, como la cadena S-Ryhmä – el gigante minorista – y la constructora Ruukki. Esta empresa conjunta, que terminará a finales de 2015, está planificando las medidas que se aplicarán a nivel nacional a finales de la década, siendo sus principales objetivos el aumento de puestos de trabajo, las exportaciones y la autosuficiencia.
“Nuestra meta es darle un verdadero impulso al desarrollo de los negocios en este sector”, nos cuenta Raimo Lovio, catedrático y director a cargo del proyecto. “Necesitamos un esfuerzo nacional coordinado en el que se impliquen todos los ámbitos de la sociedad: empresas, autoridades, responsables políticos y ciudadanos”
Para 2020, el país se ha comprometido a lograr la meta del 20% de energía renovable de la UE. Los investigadores finlandeses se están dedicando al desarrollo de biocombustibles a partir de subproductos de la industria forestal. La energía eólica se está expandiendo, pero Finlandia aún no se halla al mismo nivel de sus vecinos nórdicos, en ese aspecto.
Concentrarse en el sol de verano
“En el futuro, Finlandia tendrá que echar mano de toda la gama de energías renovables”, dice Karoliina Auvinen, de la Escuela de Negocios de la Universidad Aalto y jefa del proyecto FinSolar. “Desde 2014 está claro que el nivel de precios de la energía solar la hace rentable para Finlandia, aunque bajo ciertas imposiciones climáticas. Por ejemplo, la energía solar es posible de marzo a octubre, época en que se produce mejor la energía eólica, a la llegada del invierno”.
Mientras hacemos un recorrido por el Garaje de la Energía de la Universidad Aalto, Karoliina Auvinen señala que aquí es posible generar la misma cantidad de energía solar que en Alemania.
“Disfrutamos de la misma cantidad de sol anual, sólo que en Finlandia se concentra en el verano. Y los paneles fotovoltaicos son más eficientes cuando están fríos, así que, cuando los días son soleados y fríos, la producción que se obtiene es inmejorable”.
Aunque se tiende a pensar que la energía solar ha de ser por fuerza menos viable en el norte, resulta que no es así. Sin ir más lejos, en Oulu – una ciudad situada en la costa norte del país – hay más días de luz que en la Finlandia central y meridional, por lo que su rendimiento solar es mejor. A medida que el sector se expande, los competidores luchan por tomar la delantera en esta especie de carrera para instalar paneles.
En estos momentos se está construyendo en Oulu la mayor planta solar del país, con 420 kilovatios de capacidad, y cuyas obras se espera concluyan en junio de 2015. La nueva planta va a superar a la actual número uno, que cubre una enorme extensión de tejados en el barrio Suvilahti y fue puesta en funcionamiento en marzo de 2015 por Helen, la compañía eléctrica de Helsinki. Su capacidad de 340 kilovatios es suficiente para abastecer a 137 viviendas, lo que ha supuesto una subida del total nacional a diez megavatios, un resultado modesto en comparación con la vecina Suecia, que solo el año pasado instaló más de 36 megavatios.
Helen está invitando a sus clientes a “apadrinar” paneles individuales – un sistema que tuvo gran éxito en Suvilahti -, con el fin de construir en el barrio de Kivikko otra área, la cual dejará eclipsada a su predecesora doblando su capacidad.
Ya viene el sol
Los líderes de FinSolar están presionando para que se lleve a cabo una reforma legislativa que ayude al país a ponerse al día, ya que Finlandia es de los pocos estados de la UE que no ofrece subsidios para que los hogares privados puedan invertir en energía solar, al tiempo que el IVA sobre los paneles es muy superior a la media en otros países.
En invierno de 2015, el entonces primer ministro Alexander Stubb recibió una petición con 22.000 firmas, la cual incluía exigencias como rebajas en los impuestos para los propietarios de viviendas. Esta petición fue respaldada por diecinueve organizaciones, entre las que se incluía el Instituto Finlandés de Medio Ambiente (que responde en finés a las siglas SYKE).
Según Hanna-Liisa Kangas, investigadora del SYKE, “el precio de los paneles solares se ha reducido drásticamente en Finlandia, por lo que con costes muy modestos y cambios de política se le puede dar un buen impulso inicial al mercado de la energía solar”.
Pero los signos de cambio van dejándose ver. En marzo de 2015, el Parlamento amplió una exención tributaria para alentar a las empresas y los municipios a que instalen plantas solares de hasta 900 kilovatios.
Alrededor de cincuenta empresas finlandesas – como Valoe, Green Energy Finland, Naps, Nocart y Savosolar – tienen exportaciones en el sector solar. Lovio, una de ellas, ve un enorme potencial para las exportaciones, ya que para 2050 la energía proveniente del sol se convertirá en la mayor fuente mundial de electricidad.
“A nivel internacional, este tipo de sistemas de energía tan descentralizados forman un sector en rápido crecimiento, con mucho potencial para el saber hacer finlandés”.
Por Wif Stenger, junio de 2015