Tejiendo cuentos
¿Qué?: Un club de lectura que es también un club de punto
¿Por qué? La ciencia nos dice que las manualidades son buenas para el cerebro, ya que estimulan varias de sus regiones. Contrariamente a lo que muchos podrían suponer, nuestro pensamiento no solo tiene lugar en el cerebro: también existe algo llamado cognición incorporada. Trabajar con las manos puede hacer que estemos más vigilantes… o más relajados. En cualquier caso, hacer cosas y escuchar historias son dos actividades que combinan a la perfección.
La traducción literal de Novellikoukku es «gancho para cuentos breves»: es un club donde la gente se reúne para hacer ganchillo, punto u otras manualidades mientras escucha narraciones breves leídas en voz alta. Se trata de un acto social en un ambiente relajado, un gran ejemplo de lo que muchos finlandeses consideran acogedor. Además, puedes participar, aunque no hagas ninguna manualidad. Lo mismo ocurre con otras sesiones de cuentacuentos que ofrecen las bibliotecas para niños y adultos.
Música para todos los oídos

Muchas bibliotecas finlandesas disponen de estudios insonorizados para la grabación de podcasts, música o locuciones, los cuales se pueden utilizar gratuitamente sólo con presentar el carné de la biblioteca.Foto: Maija Astikainen
¿Qué?: Estudios de música y grabación
¿Por qué? ¿Tu banda no está aún lista para ir a grabar en los estudios Abbey Road? No te preocupes; en Finlandia puedes empezar a grabar… gratis. Las bibliotecas finlandesas cuentan con estudios de música que puedes utilizar para tocar, grabar y mezclar tu música; algunas incluso organizan talleres de mezcla y masterización musical. La mayoría de los estudios cuentan con instrumentos acústicos y eléctricos, como guitarras, batería y piano. ¿Quién necesita un garaje cuando hay locales de ensayo públicos en las bibliotecas?
Si prefieres limitarte a disfrutar escuchando los viejos y magníficos álbumes de los Beatles, muchas bibliotecas ofrecen aparatos para escuchar y digitalizar discos de vinilo, casetes y cintas VHS.
¡Creadores, bienvenidos!
¿Qué?: Impresoras 3D
¿Por qué? La impresión 3D es una forma útil de crear algo que necesitas, como un detalle para una casa de muñecas, un prototipo o cualquier pieza de plástico que requieras. Además, también es una forma divertida y sutil de aprender nuevas habilidades digitales, como el modelado 3D.
Muchas bibliotecas finlandesas tienen talleres o espacios de creación con impresoras 3D de uso gratuito. Todo lo que tienes que hacer es traer tu propio diseño en una unidad USB (los modelos se pueden descargar gratuitamente de Internet) y esperar a que la máquina lo imprima en plástico PLA no tóxico y biodegradable. El personal de la biblioteca está a tu disposición para ayudarte con la impresión, al igual que con otras tareas digitales.
Los talleres de las bibliotecas suelen incluir también máquinas de coser, cortadoras de vinilo, cortadoras láser y laminadoras.
Del ajedrez a Space Invaders
¿Qué?: Juegos y salas de juego
¿Por qué? Finlandia cuenta con una de las aficiones a los juegos más importantes y dinámicas de toda Europa. No en vano, para los finlandeses jugar a juegos es un asunto muy serio, incluso en las bibliotecas. Las bibliotecas finlandesas ofrecen un amplio abanico de juegos, desde los tradicionales de mesa hasta juegos digitales y videoconsolas, además de espacios para jugar.
Si visitas el vestíbulo de la biblioteca Oodi de Helsinki cualquier día de la semana, verás a gente de todas las edades jugando al ajedrez. Y si te apetece jugar, pero no tienes con quién, puedes unirte a uno de los clubes de juego que organizan varias bibliotecas.
Los juegos también pueden prestarse y llevarse a casa con el carné de la biblioteca, igual que los libros. Y no solo están disponibles los juegos más recientes o actuales, sino también juegos retro de los años 70.
Leer entre colas

Los perros de lectura ayudan en silencio a los pequeños aprendices de lector. Su única tarea es escucharlos.Foto: Maarit Hohteri
¿Qué?: Perros de lectura
¿Por qué? Los perros de biblioteca, o perros de lectura, tienen una importante labor: estar presentes. Escuchan cuando la gente, sobre todo los niños, les leen. No juzgan a los lectores lentos, ni comentan o corrigen los errores. Según los estudios, leerle a un perro alivia el estrés y mejora la fluidez y la comprensión lectora. Esto es especialmente útil para las personas que tienen problemas con la lectura.
Los perros de biblioteca se eligen y adiestran cuidadosamente para su cometido, y las actividades se basan en el trabajo voluntario de sus dueños. Los primeros perros de lectura entraron en las bibliotecas en 2011, y hoy en día también hay ponis de lectura e incluso vacas, aunque no se encuentran en los edificios de las bibliotecas.
Otras actividades de biblioteca que funcionan gracias al voluntariado son las «abuelas y abuelos lectores», así como los cafés lingüísticos: grupos de charla informal en los que se puede practicar el finés u otros idiomas.
La audaz y la bella

La biblioteca Fyyri, en Kirkkonummi, brilla con luz propia. El nombre es un guiño tanto a la palabra finlandesa para referirse al la caldera de los barco de vapor, como a la palabra que se usa en sueco para referirse a un faro.Foto: Tuomas Uusheimo
¿Qué?: Arquitectura galardonada
¿Por qué? Hay algo muy finlandés en el hecho de que algunas de las obras arquitectónicas más célebres del país sean bibliotecas. Las bibliotecas son espacios públicos dedicados a la educación, la alfabetización y la cultura, todos ellos entre los valores fundamentales más apreciados de la sociedad finlandesa.
Las bibliotecas municipales de Helsinki, Turku y Tampere son lugares de visita obligada para los admiradores de la arquitectura, pero también encontramos edificios galardonados, obra de los principales arquitectos finlandeses, en ciudades y pueblos más pequeños, como la biblioteca Fyyri de la ciudad meridional de Kirkkonummi.
Para los amantes de la historia de la arquitectura, Laponia cuenta con la biblioteca de Rovaniemi, diseñada en los años 60 por el maestro Alvar Aalto, el padre del modernismo finlandés. Remontándonos aún más lejos en la historia, la Biblioteca Nacional, obra de C.L. Engel del siglo XIX, es una joya oculta y un refugio tranquilo en medio de un ajetreado campus universitario, en pleno centro de Helsinki.
Texto Taina Ahtela, ThisisFINLAND Magazine