Puede que las nuevas formas de aprender y enseñar hagan caer a Finlandia del alto pedestal logrado en el ranking PISA, aunque eso es algo que realmente no les interesa a los finlandeses, para quienes lo más importante es enseñar las habilidades que serán necesarias en el futuro.
Puede que las nuevas formas de aprender y enseñar hagan caer a Finlandia del alto pedestal logrado en el ranking PISA, aunque eso es algo que realmente no les interesa a los finlandeses, para quienes lo más importante es enseñar las habilidades que serán necesarias en el futuro.
Objeción 1. En las clases no se estudiará en absoluto. La educación se basará en estudiar los fenómenos, así que el profesor y los niños estarán constantemente “experimentando” fuera de la escuela.
Respuesta:
Sí y no.
“El enfoque educativo basado en los fenómenos representa solamente una manera de aprender. Es importante utilizar una gama lo más amplia posible de métodos educativos. El profesor se convertirá en un facilitador que ayudará a cada niño a encontrar su propia manera de aprender”, nos explica Anneli Rautiainen, consejera de Educación y jefa de Unidad del Consejo Nacional de Educación.
Objeción 2. Se prescindirá de las aulas y estas se convertirán en mercados abiertos en los cuales los niños “comprarán” las asignaturas y cursos que más les convengan.
Respuesta:
Sí y no.
“La enseñanza dejará de tener lugar exclusivamente entre cuatro paredes, pero ello dependerá de cómo las escuelas quieran llevarlo cabo. La práctica de la pedagogía va a cambiar y los estudiantes ya no se limitarán a quedarse sentados y en silencio, sino que, por ejemplo, podrán elegir dónde y cómo estudiar. Las nuevas escuelas ya han sido construidas sin pasillos y las aulas tradicionales cerradas no existirán necesariamente en un futuro. El aprendizaje tendrá lugar en todas partes”, explica Anneli Rautiainen.
Objeción 3. Los alumnos tomarán decisiones “erróneas” que influirán a largo plazo en su vida adulta, como, por ejemplo, elegir las matemáticas en lugar de un idioma, o viceversa.
Respuesta:
No.
“Por ejemplo, y a diferencia del Reino Unido y los Estados Unidos, en Finlandia no se piensa que haya asignaturas importantes o menos importantes. Por el contrario, aquí consideramos que el papel de todas ellas es de igual importancia. El objetivo es proporcionar una formación cuya base sea amplia, y no aprenderse al dedillo asignaturas individuales”, nos dice Pasi Sahlberg, experto en educación y catedrático visitante en la Universidad de Harvard.
Objeción 4. Los alumnos determinarán el nivel de aptitud al que se proponen llegar y para ello se les proporcionarán tareas al nivel de la nota elegida. El peligro está en que un alumno de nota nueve se evalúe a sí mismo como un alumno de seis, para no tener que trabajar tanto.
Respuesta:
No.
“Los objetivos del aprendizaje y los criterios de los buenos niveles de competencia están definidos en el plan de estudios. Se discutirá con los estudiantes los objetivos que estos quieran imponerse a sí mismos. Hasta ahora el problema era que el estudiante no podía saber por qué había recibido cierta calificación. Si sienten que se los escucha y se implican en las decisiones, su motivación crecerá”, nos aclara Anneli Rautiainen.
Objeción 5. En la escuela ya no habrá grupos tradicionales, sino que los alumnos irán en pandilla de acá para allá, en función de su intereses.
Respuesta:
No.
“El maestro seguirá responsabilizándose de los estudiantes. Los grupos de enseñanza se formarán de modo que se llegue a los objetivos establecidos en el plan de estudios. Nuestro deseo es que en la escuela se utilicen grupos cambiantes, es decir, grupos que se muevan dependiendo de qué y de cómo aprender. Hay quien quiere hablar mientras aprende, mientras que otros prefieren estar en silencio”, explica Anneli Rautiainen.
Objeción 6. A los tradicionales alumnos de diez les irá mal, porque empollar ya no servirá para nada.
Respuesta:
Sí y no.
“A los que hasta ahora habían sacado dieces a fuerza de codos, esto les podría suceder, aunque a veces es necesario aprenderse cosas de memoria, como las tablas de multiplicar, por ejemplo. En lugar de la memorización, el nuevo plan de estudios hace hincapié en las habilidades del futuro, como la de aprender a aprender, el pensamiento crítico, la interacción y las habilidades tecnológicas. El mundo está cambiando, y la escuela y el aprendizaje deben cambiar con él”, nos dice Anneli Rautiainen.
Objeción 7. Todos los métodos existentes de enseñanza cuya eficacia haya sido probada serán eliminados sin piedad y la escuela servirá solamente para ir a hacer el tonto.
Respuesta:
No.
“Mucha gente cree que Finlandia es un país socialista y que en Helsinki hay algún pez gordo que se dedica exclusivamente a decir lo que hay que hacer. La gran diferencia con respecto a los demás países es que, precisamente, son los maestros, las escuelas y los municipios los que en gran medida deciden por sí mismos lo que se enseña y cómo se enseña”, aclara Pasi Sahlberg.
Objeción 8. Nunca más habrá deberes.
Respuesta:
No.
“En Finlandia la jornada escolar es muy corta, por lo que nos parece bien que el alumno trabaje un poco en casa”, afirma Anneli Rautiainen.
Objeción 9. Nunca más habrá exámenes.
Respuesta:
No.
“La evaluación será continua, orientativa e incentivadora. La puntuación obtenida en un examen no será la responsable exclusiva de la nota final, ya que los exámenes son parte del aprendizaje, y no el objeto de este. Las competencias también pueden mostrarse llevando a cabo proyectos, o presentaciones y pruebas orales. Si uno falla en un examen, puede hacerlo de nuevo y aprender cosas”, dice Anneli Rautiainen.
Objeción 10. Los maestros deberán dar prueba de una capacidad sobrenatural de renovación para poder trabajar desde este mismo otoño utilizando métodos nuevos y enseñando asignaturas nuevas, como por ejemplo codificación.
Respuesta:
No.
“El nuevo plan de estudios desafiará a los maestros a que cambien sus métodos pedagógicos, cosa que requerirá tiempo. El mayor reto va a ser el del cambio de roles. El profesor dejará de ser un mero distribuidor de información y el estudiante ya no será un oyente pasivo. Queremos que nuestras escuelas se conviertan en comunidades donde todos aprendan unos de otros, también los adultos de los niños. Las habilidades tecnológicas y la codificación se aprenderán conjuntamente y en relación con las demás asignaturas. Y para apoyar a los profesores, por ejemplo, habrá tutores digitales”, dice Rautiainen.
Objeción 11. Se acabarán los problemas de aprendizaje, ya que el estudiante será el responsable de su propio rendimiento.
Respuesta:
No.
“Nuestros maestros están altamente capacitados y tenemos una buena organización que apoya a los estudiantes. Que estos sean activos no quiere decir que la responsabilidad del aprendizaje recaiga en ellos exclusivamente. Por el contrario, a partir de ahora será aún más importante que el profesor esté cerca de los estudiantes”, dice Anneli Rautiainen.
Objeción 12. Con el nuevo plan de estudios, los excelentes resultados de Finlandia en las pruebas PISA pasarán a la historia.
Respuesta:
A lo mejor. Pero, ¿y qué?
“Para la forma de pensar finlandesa, el Informe Pisa apenas tiene importancia. Es como un medidor de presión arterial, que se usa de vez en cuando para ver cómo van las cosas, pero al que en realidad no se le presta una atención constante. Las decisiones relacionadas con la educación no se llevan a cabo sobre la base de los resultados PISA. Lo que realmente es esencial es la información que los niños y jóvenes van a necesitar en el futuro”, afirma Pasi Sahlberg.
Por Ninni Lehtniemi, julio de 2016
9 datos sobre la educación básica finlandesa1. La educación obligatoria comienza el año académico en que los niños cumplen siete años y termina el año académico en que cumplen 17. Además, todo el mundo tiene derecho a un año de educación preescolar. 2. La enseñanza, los libros, los materiales y equipos de aprendizaje son proporcionados de forma gratuita para la educación básica de nueve años. 3. A los estudiantes se les ofrece una comida diaria en la escuela, de forma gratuita. 4. En el primer y segundo grados, la jornada escolar es de un máximo de cinco horas lectivas, siendo de siete para los grados posteriores. 5. No hay exámenes ni pruebas de clasificación a nivel nacional. 6. El año académico finlandés comprende un total de 190 días escolares. Comienza a mediados del mes de agosto y termina en mayo. Los niños finlandeses tienen aproximadamente 10 semanas de vacaciones de verano, así como vacaciones de otoño, de Navidad y de invierno, estas por lo general en febrero. 7. En Finlandia, la práctica totalidad de los jóvenes (99,7%) completa el programa de estudios de la educación básica y se gradúan en la escuela secundaria. 8. Los estudios de formación de personal docente son muy populares y es difícil acceder a ellos. En 2014, por ejemplo, solo aproximadamente un 9% de los aspirantes pudo acceder a los estudios de formación de profesores de la Universidad de Helsinki. 9. Del primer al sexto grado, los maestros deben tener como mínimo un título Magisterio en Educación. Del séptimo al noveno grado, los maestros han de tener un título de maestría en la materia que enseñan, y también los estudios correspondientes de metodología pedagógica en Ciencias de la Educación. |